Javier Collado: hijo de famosa, DJ en su tiempo libre y un papel icónico

Tenía veinte años cuando empezó en el mundo de la interpretación. Un poco tarde, quizá, teniendo en cuenta que pertenece a una familia con larga tradición artística. Nacido el 24 de agosto de 1975, Javier Collado es hijo único del productor y director de teatro Manuel Collado y de la actriz María José Goyanes, y sobrino, por tanto, de las fallecidas actrices Concha y Mara Goyanes. En cierta manera, su destino parecía escrito incluso mucho antes de que él mismo se diese cuenta.

Aunque creció entre bambalinas, no fue hasta esa edad cuando decidió dedicarse profesionalmente a la actuación con la Compañía Nacional de Teatro Clásico. "Estudié en San Pablo CEU. Me iba a ir con Alfonso Rojo a Oriente Próximo y a mi madre no le hizo gracia. Fue entonces cuando empecé como actor", recordaba en una entrevista para 'La Voz de Galicia'. En la misma, hablaba de su infancia y adolescencia en A Coruña, donde vivió desde los 11 a los 22 años.

Su madre se trasladó a tierras gallegas a raíz de su relación con el neurocirujano Luis García Fariña y fue allí donde Javier Collado tuvo "mi primer amor, mis primeras salidas, mi primera borrachera". Acontecimientos de los que no pudo ser testigo su padre, que fallecía el mismo día de su cumpleaños cuando tenía solamente 9 años. "Murió un 24 de agosto, el mismo día que nací yo. Por eso siempre lo celebro el 25", confesaba en el citado medio.

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De su infancia, que recuerda a menudo a través de las redes sociales, contaba una anécdota en 'Generación Fenix': "Mi primera gran sensación en un escenario fue allá por el año 1981, cuando mi madre representaba 'El galán fantasma', en el Corral de Comedias de Almagro. En la función jugaba con una trampilla por la que salía el actor Pedro Mari Sánchez en multitud de ocasiones. Yo tenía un juego con mi madre después de cada función, justo después de los aplausos y los saludos, en el que yo salía por la trampilla y mi madre me cogía y me llevaba al camerino", relataba el intérprete.

La historia terminaba con un final que supuso la señal definitiva para que Javier Collado fuese actor: "En ese año, el presidente del Gobierno por aquel entonces era Leopoldo Calvo Sotelo y a mí nadie me dijo que él estaba viendo la función en Almagro y que luego saludaría a los actores en el escenario. Justo en el momento de los apretones de manos salí por la trampilla y tres o cuatro ametralladoras me apuntaron a la cabeza. Lloré, grité y te lo estoy contando ahora, así que nadie disparó. Fue para no volver a pisar un escenario nunca más, pero aquí estoy", aseguraba.

Su madre se encargó de protegerle y apoyarle, no solo en aquel momento, sino en todos y cada uno de los pasos que ha dado en su vida, y él se encarga de agradecérselo habitualmente en redes sociales, escribiéndole bonitas dedicatorias y demostrando que es su fan número uno. "Hoy cumple años la madre que me parió y, como sigue siendo muy coqueta, pongo una foto de cuando estaba guapísima (lo sigue siendo, pero ya sabéis... cosas de mujeres). Te quiero mucho y gracias por todo", le decía con motivo de su cumpleaños.

Ahora, en su currículum, acumula hasta 20 series de televisión, trece obras de teatro y otros tantos cortometrajes. Proyectos como 'Sin tetas no hay paraíso', 'Cuéntame como pasó, 'El comisario', 'Mujeres y criados' o 'El castigo sin venganza'. No en vano, si algo tiene claro Javier Collado es que "nadie me ha regalado nada, por ser hijo de... se me exige más que nadie. Te abren las puertas cuando llamas, pero nada más", contaba en 'La Voz de Galicia'.

De entre todos sus títulos hay uno que, sin embargo, destaca sobre todos los demás: 'Amar en tiempos revueltos'. En esta ficción interpretó al icónico inspector de policía Héctor Perea y se ganó el cariño de la audiencia que todavía hoy le recuerda. "Tengo grandes amigos que han salido de ahí, Federico Aguado y Manu Baqueiro entre otros. Y he tenido la suerte de trabajar con muchos compañeros a los que admiraba", decía en 'Generación Fenix'.

En lo que respecta a su vida personal, el actor mantiene un perfil bajo y trata de ser discreto, aunque en sus redes sociales ha publicado fotografías, en más de una ocasión, junto a una joven a la que siempre dedica buenas palabras. No en vano, lo que sí comparte sin reparos y con mucho orgullo es la que se ha convertido en una de sus principales aficiones y pasiones: la música. Tanto es así que, siempre que su agenda se lo permite, ejerce como DJ en diferentes eventos y locales.