Paloma Cuevas, feliz en Ubrique y su relación con el Turronero
Cuevas tiene clientes a los que asesora profesionalmente. Uno de ellos es José Luis López, el Turronero, con el que toda su familia mantiene una estrecha amistad
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Paloma Cuevas ha mantenido en estos últimos tiempos un perfil muy bajo. Su divorcio complicado y la decisión del torero Enrique Ponce de publicitar su relación amorosa en redes sociales, con el consiguiente interés mediático, hicieron el efecto contrario en su exmujer. Se dedicó a sus hijas, a su padre y laboralmente a crear las colecciones de vestidos de fiesta con Rosa Clará.
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Además de esta faceta en el mundo del diseño, hay otra parcela muy desconocida relacionada con sus conocimientos académicos. Estudió Económicas en Estados Unidos con premio especial fin de carrera, con varios masters en finanzas y asesoramiento empresarial. Estos conocimientos sirvieron para solucionar algunos reveses económicos de Enrique Ponce cuando aún estaban casados.
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A lo largo de los años, tiene clientes a los que asesora profesionalmente. Uno de ellos es José Luis López, el Turronero, con el que toda la familia Cuevas Díaz mantiene una estrecha amistad. Estos lazos de afecto vienen de largo y por eso acudió a la celebración festiva que organiza el empresario de Ubrique todos los años.
La última vez que la vimos fue en el megacumpleaños con motivo del 70º aniversario del Turronero en Sevilla, al que acudieron más de tres mil amigos e incluso algún enemigo. En julio asistió con sus dos hijas, que compartieron con el resto de asistentes las actividades que había organizado, como fue una función del Circo del Sol, una reproducción de la feria de abril con casetas, tómbolas y atracciones, bailes y actuaciones en directo.
Y como es natural, Paloma Cuevas quiso dar su apoyo a otra convocatoria importante en la vida de José Luis López. Cada año, la fundación López Mariscal que preside Carmen, su esposa, organiza un almuerzo multitudinario en Ubrique al que acuden caras conocidas y representantes de asociaciones vecinales y ONGs de la zona y en el que se entregan unos premios en metálico a fundaciones como la de Isabel Gemio, Bertín Osborne, Mensajeros de La Paz o Fundación Querer.
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La llegada de Paloma Cuevas al almuerzo no estaba anunciada, dado su perfil bajo, pero sí se contaba con ella. Llegó poco antes de las dos y media de la tarde con su hija pequeña y compartió charla y fiesta con los invitados. Una vez que finalizó la entrega de los premios, llevó a la niña al parque de atracciones montado por el Turronero para el disfrute de los niños y adolescentes de la localidad que, durante una semana, tienen gratis todos los 'cacharritos' como regalo navideño. Para cerrar la jornada festiva, remataron con un chocolate con churros.
Madre e hija, junto con otros amigos, se lo pasaron en grande en este previo a las fiestas que Paloma Cuevas ya tiene organizadas. La primera parte, Nochebuena y Navidad, será en Madrid con toda la familia e incluye a Luis Miguel, que tiene la agenda libre en esas fechas. El fin y primero de año serán en México y República Dominicana.
Paloma Cuevas ha mantenido en estos últimos tiempos un perfil muy bajo. Su divorcio complicado y la decisión del torero Enrique Ponce de publicitar su relación amorosa en redes sociales, con el consiguiente interés mediático, hicieron el efecto contrario en su exmujer. Se dedicó a sus hijas, a su padre y laboralmente a crear las colecciones de vestidos de fiesta con Rosa Clará.