Lío en la hípica española: millonarios y nobles, a la greña por los Juegos Olímpicos
La selección de los jinetes de salto para París provoca un enfrentamiento en la Federación. Eduardo Álvarez Aznar y Sergio Álvarez Moya, a punto de quedarse sin compañeros
“Una vergüenza”, escribía una famosa amazona española en sus redes sociales junto a la imagen en la que se anunciaba a los jinetes de salto que iban a participar en los Juegos Olímpicos de París 2024. Eran tres nombres y cuatro caballos. Algo fallaba y las quejas de esta joven heredera, como las de otros muchos, hicieron saltar las alarmas.
Tras llamar, preguntar y consultar, resulta que sí, que hay lío en la hípica española, un mundo hermético que suele lavar sus trapos sucios en privado o dejarlos bajo la alfombra. El mundo ecuestre español, a diferencia de otros europeos, más abiertos a la sociedad, está vinculado tradicionalmente a la aristocracia y a los millonarios. Y ahora andan todos a la greña por los Juegos Olímpicos.
Si tenemos en cuenta que, según los expertos, entre el 60% y el 70% de los resultados dependen del caballo, se puede entender el porqué en nuestro país es un deporte algo elitista, al menos lo ha sido hasta ahora. Un buen caballo es un lujo caro.
'Boom' en el sector
Con todo, el sector ha experimentado modificaciones en los últimos tiempos. La pandemia provocó un boom en el mundo del caballo en España; muchas familias vieron en este deporte una forma de estar al aire libre con una ocupación física. Así, los clubes hípicos se han multiplicado en España en los últimos años y las competiciones cuentan cada vez con más binomios (caballo y jinete).
Además, la irrupción de nuevas generaciones, herederos muchos, aunque concienciados de que en el resto de Europa se premian los méritos además del apellido, ha provocado que las cosas cambien. Como ha sucedido estos días, en los que ha habido un pequeño terremoto en el sector. Lo contó Shelly Ramírez Pino en 'La Razón' y otros muchos le han (hemos) seguido.
El seleccionador, Carolo López-Quesada, miembro de la familia relacionada históricamente con la Selección, escogió cuatro nombres para ir a los Juegos: Eduardo Álvarez Aznar, Sergio Álvarez Moya (exmarido de Marta Ortega, presidenta de Inditex) e Ismael García Roque eran los elegidos junto a Armando Trapote. Pero todo saltó por los aires la semana pasada, cuando Trapote se negó en principio a entrar en el equipo olímpico porque consideraba que se había seleccionado sin el criterio exigible, es decir, que no se había hecho la selección según la puntuación y los resultados anteriores.
La crisis
Ante la negativa de Trapote, casado con Teresa Blázquez, hija del fundador del Andalucía Sunshine Tour, que actualmente dirige junto a ella una de las citas más famosas de Europa en Vejer de la Frontera, la federación buscó sin suerte a algún sustituto entre los tres restantes (la lista de preseleccionados era de siete).
Nadie estaba de acuerdo y todos los jinetes y amazonas se unieron en rebelión. Y finalmente apareció la lista oficial con tres nombres. En la anterior cita olímpica el equipo de salto no entró en la competición y sólo pudo ir Eduardo Álvarez Aznar a título individual, así que parecía que desaprovechar esta oportunidad era algo inútil. Por ese motivo, la Federación anunció a los tres jinetes y a cuatro caballos, porque iban a ir, aunque el resto de deportistas no estuvieran de acuerdo.
Pocos días antes de empezar los Juegos, en los que los saltos serán en las impresionantes instalaciones de Versailles, Armando Trapote ha dado su brazo a torcer. Esta semana, después de intensas negociaciones, ha aceptado entrar en el equipo.
Encuentro en Galicia
Fue tras el fin de semana, cuando todos coincidieron en Casas Novas, la hípica fundada por la familia de Amancio Ortega, donde se ha disputado el CSI 4*, una competición de saltos incluida en el circuito internacional. Porque cabe recordar que fue precisamente Trapote quien dio el pase a España a los Juegos tras su final en el Campeonato de Europa con su caballo Tornado VS.
En la hípica, a diferencia de otros deportes, es el seleccionador quien escoge a quienes participan en los Juegos y este hecho ha complicado la situación. Según el medio especializado 'Relevo', el actual presidente de la Federación Hípica Española, Javier Revuelta (marido de Mar Saura), se plantea incluso cesar de su cargo al seleccionador al terminar la cita de París.
Finalmente, hay equipo, aunque la herida ha quedado abierta y parece que no sanará pronto. Mientras, el mejor jinete español se mantiene al margen de la polémica. Eduardo Álvarez Aznar, cuya presencia en París ha sido siempre incuestionable, trata de evitar posicionarse. Tímido y muy celoso de su vida, evita siempre citar que es uno de los herederos de Marqués de Riscal y, en línea con ese talante, prefiere no hablar de la controversia.
“Una vergüenza”, escribía una famosa amazona española en sus redes sociales junto a la imagen en la que se anunciaba a los jinetes de salto que iban a participar en los Juegos Olímpicos de París 2024. Eran tres nombres y cuatro caballos. Algo fallaba y las quejas de esta joven heredera, como las de otros muchos, hicieron saltar las alarmas.