Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James, duques de Huéscar, posan por primera vez para una portada y descubren rincones desconocidos del Palacio de Liria

No es habitual que se muestren de esta forma, pero una conocida publicación de nuestro país lo ha conseguido. Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James, duques de Huéscar, posan por primera vez para una portada española. Se trata de 'Vogue', que ha realizado un espectacular reportaje a la pareja en algunos rincones desconocidos del Palacio de Liria.

La excusa para este posado es la firma de alta perfumería que la pareja tiene previsto lanzar no tardando mucho. Pero la charla también contiene muchas otras declaraciones que nada tienen que ver ni con los aromas ni con este ambicioso proyecto empresarial. Porque no es nada habitual que hablen de su relación, pero en este caso, relajados y en un ambiente más que amable, sí que lo han hecho.

Sofía y Fernando rompen su habitual discreción para hablar de cómo se conocieron, aunque no es ningún secreto. Fue el hermano de la actual duquesa de Huéscar el que sirvió de enlace para una historia de amor que dura ya 14 años y de la que han nacido dos hijas, con el tercer bebé, un niño esta vez, en camino. "Nos casamos más o menos jóvenes. Yo con 28 y ella con 26. Pero claro, ya llevábamos siete de relación... Y la verdad que muy bien", dice Fernando.

Una charla distendida que aprovechan para desvelar cuál puede ser una de las claves para que lo suyo vaya tan bien: "Yo creo que tú eres mucho más analítico, reflexivo. Yo, quizá, un poco más enérgica e impulsiva en ese aspecto. Y me parece un buen mix”, dice la duquesa de Huéscar. Unas palabras a las que su marido responde sin dudar: "Hasta ahora, desde luego, hemos formado un buen equipo".

La pareja habla también de sus hijas, Rosario y Sofía, y de cómo son sus personalidades. Confiesan también que siempre han querido una familia grande, aunque con la llegada del tercer hijo, prevista para mediados de septiembre, se plantean plantarse: "Tres es un buen número".

Sofía habla también de sus tres hermanos y cuánto han significado para ella: "Me encantaría que mis hijos estuvieran también así de unidos; vamos a intentar siempre inculcarles que se lleven muy bien. Luego, cada uno tendrá su vida y su forma de ser, pero eso es lo bueno. Mi hijas son superdiferentes entre ellas. La mayor tiene la misma personalidad que Fernando, un poco más tímida y reservada, y la segunda es más como yo, muy echada para delante. Y se llevan también muy bien precisamente por eso", añade la duquesa de Huéscar.

Los artífices de este reportaje son la redactora de 'Vogue' Eva Blanco Medina y el fotógrafo Pablo Zamora. Mención aparte merece Helena Contreras, encargada de los estilismos de los duques de Huéscar, con un Fernando Fitz-James completamente desconocido, explorando nuevos terrenos textiles y alejado del habitual traje y corbata con el que le vemos en prácticamente todas sus apariciones públicas.

De su mujer lo cierto es que no nos sorprende demasiado. Aunque hay algunos estilismos que llaman mucho la atención por atrevidos -un top crop en una de las imágenes deja al descubierto su embarazo-, Sofía Palazuelo sigue demostrando en este reportaje por qué siempre se cuela en las listas de las mejores vestidas de cualquier evento, sea de gala o más casual.

Y si los looks de uno y otro son importantes, no lo son menos esos rincones del Palacio de Liria, no conocidos por el gran público y que descubrimos gracias a este reportaje de 'Vogue'. Rincones en los que se ve hogar, en los que aparecen fotografías familiares entre las que no falta, por supuesto, una de la fallecida duquesa de Alba, referencia para ambos, que trabajan por conservar y compartir el histórico patrimonio.

Ahora, los duques de Huéscar compaginarán esas iniativas por la Casa de Alba -la última, la exposición de Joana de Vasconcelos, resultó todo un éxito- con esa firma de alta perfumería que están deseando dar a conocer y que también contiene algo de su historia de amor: "Esta nueva aventura empresarial nos daba la oportunidad de hacer algo romántico, un poco al margen de nuestras trayectorias profesionales. La idea es transmitírselo a nuestros hijos el día de mañana y contarles la maravillosa historia familiar que tienen desde una óptica muy sensorial", concluyen.