Villalonga lucha por proteger la intimidad de sus hijos

El empresario Juan Villalonga está muy molesto e irritado por la publicación de unas fotos en las que aparecen dos de los tres hijos que tuvo con Adriana Abascal. En el último número de la revista Hola se ve al ex presidente de telefónica en Hyde Park empujando el carrito de Jimena, la pequeña de la casa, mientras Diego pasea a su lado subido a un patinete. La estampa familiar del disfrute matutino se completa con la presencia de la fotógrafa alemana Vanesa Von Zitwewitz, su actual pareja.

El que fuera presidente de Telefónica no quiere, bajo ningún concepto, que sus hijos aparezcan en ningún medio de comunicación, ni en Internet, ya sean pixelados o sin pixelar y piensa utilizar todas las herramientas legales a su alcance para que esto no vuelva a ocurrir.

El propio Juan Villalonga ha declarado a Vanitatis que “no quiero que se comercialice con mis hijos. Hace unos meses salieron también esquiando con su madre y ahí se les veía y reconocía perfectamente. Estoy dispuesto a llegar hasta el final y demandar a Hola o a quien sea. Quiero proteger la intimidad de mis hijos”.

El empresario asegura que “son menores y, por lo tanto, hasta que cumplan la mayoría de edad, mi obligación como padre es protegerlos. La Ley del Menor me ampara y por lo tanto voy a exigir en los tribunales que se cumpla con mis hijos. Quiero que se retiren todas las fotografías de los niños que hay en Internet en diversas publicaciones”.

En este sentido y aunque Villalonga no quiera especificar, en la página web de su ex mujer aparecen varios reportajes que en su día se hizo con los tres hijos. El empresario añade: “voy a atajar esta historia ya. A mis otros hijos no los conoce nadie y nunca han aparecido en revistas y por lo tanto quiero que suceda lo mismo con Paulina, Diego y Jimena”. La primera medida ya está en marcha y ha sido encargar al prestigioso despacho de abogados madrileño Ramón y Cajal que estudien el caso.

Juan Villalonga ha querido dejar claro que él es empresario “y no una celebrity” aunque asume con disgusto que “mi vida privada pueda interesar y por lo tanto si me fotografían a mí sólo me molesta, pero tengo que aguantarme. Lo que sí quiero dejar claro es que nunca he llamado a ningún fotógrafo para darle pistas de mi vida. Me pillaron en Sevilla y ahora con Vanessa. Ella vive en Mónaco y no en París como se ha publicado. Un error más”.  

Al margen de esta polémica, parece que el empresario está feliz con su actual pareja con la que ya salía estas navidades. Quiso mantenerlo en secreto, pero dos amigos -que ya no lo son- también invitados suyos en la casa de Los Angeles en la pasada Navidad, se fueron de la lengua. La traición está a la orden del día.