Las dos hijas 'artistas' de Zapatero

Las hijas del expresidente de GobiernoJosé Luis Rodríguez Zapateroentraron en Moncloa siendo unas niñas y salieron convertidas en adolescentes con vocación artística. Tanto Laura, de 22 años, como Alba, de 19, han seguido los pasos de su madre, Sonsoles Espinosa, y han enfocado su futuro profesional al mundo de las artes en su más amplio significado. Mientras que la 'ex primera dama' ha hecho carrera como componente de un coro lírico, sus dos hijas se han centrado en las tecnologías audiovisuales para dar rienda suelta a su inspiración y ya se encuentran dando sus primeros pasos en el mundo laboral.

Alba, la pequeña de los Zapatero, acaba de ocupar parte de una portada del kiosco rosa, en la que se muestra cómo ha cambiado de rol: ahora es ella quien persigue a famosos cámara en mano. Tras años viendo cómo su familia era diana de los flashes, la joven ahora encamina su futuro a retratar con su cámara a las celebrities. Al menos eso es lo que hizo el pasado 22 de enero en el Hotel Ritz de Madrid, donde se acreditó para cubrir el photocall de la presentación de la película No llores, vuela. Allí tuvo la oportunidad de fotografiar a la protagonista del film, Jennifer Connelly. Mientras tanto, continúa con su formación en Comunicación Audiovisual y Artes Escénicas en la Universidad Europea de Madrid, por la que desembolsa cerca de 13.000 euros por curso.

Laura, por su parte, tenía intención de estudiar Filosofía, pero finalmente optó por acceder a un grado medio en la Escuela Superior de Comunicación, Imagen y Sonido. Esto le ha facilitado las cosas para firmar un contrato como becaria en el departamento de producción de la cadena Real Madrid Televisión,tal y como publicóLOC.

Sin embargo, esta no es su primera incursión profesional. Hace justo un año ofreció sus servicios a la madrileña discoteca Kapital, donde formaba parte del equipo de iluminación de la sala de fiestas. Sea como fuere, la imagen de la hija mayor de Zapatero a las puertas de Kapital supuso toda una revolución. No solo por conocerse su salto al mundo laboral, sino por el hecho de comprobar que había abandonado el look gótico que tanto dio que hablar en septiembre de 2009 durante la visita de la familiaal matrimonio Obama y que tan satirizado ha sido en las redes sociales.