¿Por qué las novias llevan ramos de flores? Claves, historia y curiosidades
Te contamos todos los detalles sobre esta curiosa tradición que se remonta a una época muy antigua cuando tenía un sentido más espiritual que estético
El acto por el que una pareja oficializa su amor, dando lugar a una nueva familia, es casi tan antiguo como la propia existencia humana. Las bodas han evolucionado a lo largo del tiempo, cambiando sus ritos o tradiciones con base en el contexto histórico, cultural o religioso del momento hasta llegar a nuestros días. Actualmente, las parejas tienen total libertad para decidir cómo será esta celebración y hay quienes desean mantener ciertas costumbres.
Una de las que más ha resistido al paso del tiempo es, sin duda, el ramo de flores al que pocas novias renuncian. La realidad es que ahora tiene un sentido más estético que espiritual, pero como cada detalle o símbolo de un enlace, su origen parte de una época pasada en la que era prácticamente imprescindible llevarlo. No obstante, como sucede con todo, las teorías sobre la procedencia de esta tradición son diferentes en cada lugar.
Origen del ramo de novia
Antiguamente, las bodas eran muy diferentes a lo que conocemos hoy en día. Si bien, guardan ciertos parecidos en lo que respecta a la fiesta, la comida o la celebración posterior, las ceremonias estaban compuestas de un fuerte simbolismo religioso por el que se llevaban a cabo todo tipo de hazañas y se creía en las supersticiones. Así, los protagonistas realizaban actos que garantizaran el buen augurio de su matrimonio y les alejaran de la mala suerte.
La tradición del ramo de novia, concretamente, tiene un origen difuso, pero se cree que ya en el Antiguo Egipto las novias llevaban manojos de hierbas con aromas fuertes como el tomillo y al ajo, entre otras especias, con el objetivo de alejar a los malos espíritus. Más tarde, se incluiría en ellos a las flores, aunque el motivo no está claro, pues hay quienes piensan que se debe a una mera cuestión estética, otros a la falta de recursos y hay quienes aseguran que este cambio se dio por higiene.
A lo largo de la historia
Diferentes historiadores han apuntado que, en la Edad Media, se empezaron a usar con más frecuencia las flores en los ramos que la novia llevaba camino al altar para disimular su mal olor corporal, ya que, en aquel momento, la higiene personal era escasa. La falta de agua y las frías temperaturas hacían que los primeros baños no se diesen hasta mayo o junio (motivo que también explicaría por qué la mayoría de bodas se celebraban en aquellas fechas) y esta era la forma de disimular el olor.
No en vano, hay pocos indicios que apoyen esta teoría y muchos otros que avalan que las novias, durante toda su enlace, iban comiéndose algunas de las flores de su ramo buscando un efecto afrodisiaco del que hacer uso en la noche de bodas. En cualquier caso, lo cierto es qu,e en esta época, el ramo llegó a tener tal importancia que se elaboraban gigantescas creaciones que llegaban a cubrir, incluso, por completo a la novia.
El ramo que conocemos
Para llegar al ramo, más o menos discreto y funcional, que vemos en toda boda hoy en día, nos tenemos que remontar a finales del siglo XIX y principios del XX. Fue entonces cuando surgieron los llamados ramos Biedermeier de forma circular, con mucho colorido y más o menos grandes.
Las posteriores guerras y la pobreza de algunas familias impidió a muchas parejas tener estos ostentosos ramos y tuvieron que conformarse con otros más discretos, por lo que poco a poco, la variedad fue ampliándose hasta los diferentes tipos de ramos de novia entre los que se puede elegir actualmente.
Y... ¿Por qué se tira el ramo?
Más allá de la razón por la que las novias llevan ramo en su boda o no, son muchos los que se preguntan de dónde surgió la tradición de lanzarlo con el objetivo de que lo coja otra invitada y le asegure casarse. La tradición de lanzar el ramo de novia, aunque arraigada en Estados Unidos, es europea. De hecho se suele considerar que se remonta a la Francia del siglo XIV, cuando conseguir la liga de la novia daba buena suerte entre los hombres invitados.
Con el paso del tiempo, cambiaron la liga por el ramo de la novia, haciendo así que fuera una costumbre un poco más decorosa, y a los hombres por las mujeres solteras, cambiando el significado de la tradición; de ser sinónimo de buena suerte, pasó a ser signo de buenos deseos de felicidad. Aunque, una vez más, las teorías al respecto del origen de esta tradición no están claras, pues hay quienes hablan de que también surgió en la Edad Media.
El acto por el que una pareja oficializa su amor, dando lugar a una nueva familia, es casi tan antiguo como la propia existencia humana. Las bodas han evolucionado a lo largo del tiempo, cambiando sus ritos o tradiciones con base en el contexto histórico, cultural o religioso del momento hasta llegar a nuestros días. Actualmente, las parejas tienen total libertad para decidir cómo será esta celebración y hay quienes desean mantener ciertas costumbres.