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Los tres conflictos más comunes en pareja y cómo solucionarlos según la coach Cristina Soria
  1. Vida saludable
COMUNICACIÓN EN PAREJA

Los tres conflictos más comunes en pareja y cómo solucionarlos según la coach Cristina Soria

En nuestras relaciones de pareja nos comunicamos, no siempre de la mejor manera, para resolver nuestros conflictos. Estos son los problemas más comunes y cómo solucionarlos

Foto: Conflictos habituales entre las parejas y cómo solucionarlos. (Pexels)
Conflictos habituales entre las parejas y cómo solucionarlos. (Pexels)

Las vacaciones, pese a que son uno de los momentos más deseados del año, a veces generan fricciones en la pareja y no sabemos cómo transitarlas. Pasamos más tiempo juntos, lo que evidencia nuestras diferencias. Por otro lado, habitualmente compartimos espacio y hábitos con nuestras familias políticas, con las consiguientes pequeñas (o grandes) fricciones. Además, en el caso de que tengamos hijos, el estrés (y las discusiones) pueden resultar tan incómodas y dolorosas que creamos que hemos llegado a un punto de no retorno, un lugar irreversible y que, irremediablemente, estas serán las últimas vacaciones que pasemos en pareja o en familia.

placeholder Una imagen típica familiar que se da en vacaciones. (Askar Abayev/Pexels)
Una imagen típica familiar que se da en vacaciones. (Askar Abayev/Pexels)

La angustia de que esto suceda nos lleva a plantearnos cómo hemos llegado a ese punto y si se puede hacer algo para arreglar nuestra situación. En esa búsqueda de soluciones aparecen opciones como la terapia de pareja y descubrimos algunos de los motivos por los que habitualmente nos encontramos en medio de estos conflictos.

Una de las principales causas de nuestras discusiones suelen ser las diferencias comucacionales entre nosotros e, incluso a veces, la incapacidad total de discutir con asertividad, respeto y cariño.

placeholder Las parejas con problemas de comunicación pueden acudir a terapia para tratar de solucionar sus problemas. (cottonbro studio/Pexels)
Las parejas con problemas de comunicación pueden acudir a terapia para tratar de solucionar sus problemas. (cottonbro studio/Pexels)

En este contexto, Cristina Soria publica su octavo libro 'El libro que salvará tu relación de pareja' (HarperCollins). Periodista por vocación, esta mujer licenciada en Ciencias de la Información, dio un giro personal y profesional a su vida en el año 2010 y, tras años en departamentos de comunicación y marketing, se acercó al mundo del coaching.

placeholder Cristina Soria, la coach autora de 'El libro que salvará tu relación de pareja'. (Cortesía)
Cristina Soria, la coach autora de 'El libro que salvará tu relación de pareja'. (Cortesía)

Desde entonces se ha formado y cursado másteres como el de Coaching e Inteligencia Emocional, Coaching Sistémico o, la especialidad en la que lleva trabajando diez años y que le hizo un hueco en nuestros televisores, Neurociencia y Comunicación no Verbal y Análisis de la Personalidad.

Conferenciante y formadora en distintas compañías y escuelas de coaching, Cristina Soria tiene entre su haber, como decíamos, siete libros publicados que versan sobre la autorrealización, el trabajo con uno mismo y sobre cómo conseguir objetivos, reconocer nuestras fortalezas y desarrollarlas.

Breve entrevista con Cristina Soria, autora de 'El libro que salvará tu relación de pareja'

Lanza su octavo libro y le toca el turno a las relaciones de pareja, ¿qué puede aportarnos este que no hayamos podido leer en sus publicaciones anteriores?

La principal diferencia radica en que me centro en un tema concreto: las relaciones de pareja y los conflictos que surgen a lo largo de los años. Siempre teniendo en cuenta que son relaciones sanas en las que, como consecuencia de una falta de comunicación, a medida que avanza el tiempo uno de los miembros e incluso ambos comienzan a distanciarse, a ser frecuentes las discusiones y esto lleva al desgaste, al hartazgo y puede acabar en la ruptura.

¿Son ahora las parejas más comunicativas?

Una de las principales razones que lleva al distanciamiento y a la ruptura en las parejas es precisamente la falta de comunicación, si tenemos en cuenta que comunicarse es hablar mientras uno es escuchado. Aunque si bien en cierto que en la actualidad disponemos de más herramientas y recursos que hace años, no significa que acudamos siempre a ellos.

Foto: Claves para entender el poliamor. (iStock)

¿Han cambiado los problemas de pareja en España en los últimos años?

Algunos problemas de las parejas actuales son semejantes a los de antaño y seguimos discutiendo por lo mismo: educación de los hijos, roces con las familias, la organización del día a día… Pero sí que se han producido cambios que afectan a nuestras relaciones.

El mapa en el que antes se sustentaban las parejas y las familias se ha modificado. Hemos ganado la independencia no solo económica, sino también emocional, que posiblemente nuestros padres y, mucho menos, nuestros abuelos tuvieron. Antes, la mujer era la que sustentaba emocionalmente a la familia y asumía ese rol. Ahora las mujeres somos más reivindicativas, necesitamos nuestro propio desarrollo, espacio y no asumimos un papel dócil. Esto nos lleva a conflictos en el día a día que a nuestras abuelas les hubiera parecido marciano.

Foto: ¿Cómo repartir de una forma más justa las tareas del hogar? (pexels/cottonbro studio)

El estrés actual con el que hemos decidido vivir nos lleva a nuestro propio desgaste y el de las parejas. Vivimos más alterados y discutimos más.

En cuanto a la sexualidad y el sexo en las relaciones de pareja, en nuestra generación va cambiando poco a poco, pero en las generaciones próximas se verá desde otra perspectiva y es que la mujer ya no quiere asumir solo el rol de deseada.

¿Cómo podemos crecer junto a nuestra pareja? Adaptarnos a las diferentes etapas de la vida de una forma sana sin entrar en discusiones continuas.

Lo más importante es aceptar las peculiaridades de cada uno. Es algo que cuesta porque queremos imponer nuestra forma de ver las cosas.

Otro elemento fundamental es crear nuestros valores como pareja. Establecer cuáles son nuestros pilares, los cuales cumpliremos desde el absoluto convencimiento.
Tener una comunicación con nuestra pareja y compartir sentimientos, miedos y preocupaciones, es básico.

Y, por último, te diría que tener nuestros propios espacios. Cuando crecemos individualmente, también lo hacemos como pareja.

Foto: Descubre las claves de este método. (Pexels/ Ketut Subiyanto)

Ud. también es experta en microexpresiones y lenguaje no verbal, ¿sabría explicarnos cómo leer el lenguaje no verbal de una persona para ver cuándo (o cuándo no) es un buen momento para comunicarnos con ella sobre nuestros problemas o conflicto?

En el fondo, todos sabemos detectar cuándo es buen momento. Otra cosa es que no hagamos caso a nuestra intuición.

Si mi pareja viene con gesto serio, no mantiene contacto visual, su postura corporal no es de apertura hacia nosotros, ya nos está emitiendo señales. Si, además, le escuchamos resoplar o tiene algún gesto de nerviosismo, lo mejor será iniciar la conversación cuando se encuentre más cercano a nosotros y haya bajado la intensidad de la emoción. Porque en ese momento podremos tener una conversación desde la calma, no en plena efervescencia del enfado.

Por último, y a propósito del texto que nos va a dejar sobre los principales conflictos en pareja, ¿podría explicar algunas claves para poder discutir con la pareja, sin perder el respeto en un enfado?

Lo primero es saber que discutir con respeto, nutre a la pareja. Esto no significa que lo hagamos a todas horas y por cualquier motivo. Algunos consejos serían coger aire y contar hasta cinco antes de soltar lo primero que se pasa por la cabeza o estar dispuestos a escuchar de verdad. No oír. Escuchar de manera activa. Observar su discurso, sus gestos, sus emociones.

También puede ayudarnos exponer nuestros sentimientos sin echar en cara a la otra parte lo que nos molesta. Es decir, hacerlo de manera asertiva y estar dispuestos a un entendimiento, aunque no compartamos todo lo que dice o sienta nuestra pareja.

placeholder El libro que salvará tu relación de pareja de Cristina Soria. (Cortesía)
El libro que salvará tu relación de pareja de Cristina Soria. (Cortesía)

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3 conflictos más comunes en pareja y cómo solucionarlos

Es difícil destacar los tres conflictos más habituales en las relaciones de pareja, pero si dejamos a un lado aspectos como los celos y el dinero, podemos destacar los más frecuentes. Aquellos que llevan al desgaste en la convivencia, como son: el reparto de las tareas; todo lo relativo a la llegada y la educación de los hijos; y las relaciones con la familia política.

1. Una buena convivencia: la importancia de establecer unas bases

Los tiempos van cambiado y la educación también, pero todavía siguen siendo frecuentes las discusiones de pareja en torno al reparto de las tareas del hogar: una lavadora que no se ha tendido, ropa sin recoger, no haber comprado los yogures que terminamos la noche de antes o no colocar la vajilla sucia en el lavavajillas puede ser la chispa necesaria para que salten chispas.

El ritmo de vida tan acelerado que llevamos se traduce en una mayor alteración emocional y en sobrellevar una vida capitaneada por el estrés, que hace que la convivencia sea más complicada porque nos mostramos más irascibles. El agotamiento que produce la inexistente conciliación hace que las discusiones sean más frecuentes.

Foto: Método Kanban para organizar las tareas de casa. (Pexels/Rosana Solis)

No se puede generalizar, pero en la mayoría de los casos son las mujeres las que llevan más carga. Seguimos con la creencia de debernos a los demás por encima de nosotras y esto produce insatisfacción, el sentimiento de no dejarnos espacios y la necesidad de volcar nuestra frustración con la persona con la que convivimos, con cualquier excusa.

Es importante que se establezcan las bases de la convivencia, que cada una de las partes pueda disfrutar de espacios para ellos mismos, a la vez que haya un sentimiento de remar en el mismo sentido. De lo contrario, estaremos pendientes de los fallos de nuestra pareja, para tener cualquier excusa y poder explotar.

2. Hijos y educación: la intención de poneros de acuerdo

Los hijos y todo lo relativo a su educación es otro de los conflictos más habituales. Ser o no padres, cuándo es el momento adecuado, de qué manera queremos educarles, el dilema de dejarles de bebés en la guardería o al cuidado de los abuelos, qué colegio elegir… son las discusiones más frecuentes.

Pero no se quedará ahí, porque en el momento que creamos esa familia y con el desconocimiento propio de padres primerizos, los consejos de las familias se sentirán como un ataque. Y ante eso estaremos a la defensiva, saltaremos con la persona que tenemos más confianza y la haremos responsable de no poner límites; y esa persona no es otra más que nuestra pareja. Convertiremos esos primeros momentos en pequeñas batallas, que sumadas al cansancio propio nos hacen saltar más fácilmente.

Foto: La regla del 2-2-2 para las parejas con hijos. (Pexels/Anna Shvets)

Pero es que los hijos van creciendo y los motivos de discusión no cesan. Llega el momento de la adolescencia, donde los padres se encuentran perdidos para afrontarla y ahí comienzan nuevos motivos para discutir.

Si uno es muy rígido o muy flexible, dónde colocar los límites, a qué hora deben volver a casa…Situaciones del día a día que en muchos casos producen el desgaste de la pareja, cuando no se tiene la misma visión.

Foto: Gestionar las discusiones de pareja. (Pexels/Vera Arsic)

Así que tocará ponerse de acuerdo en cómo criar y educar a unos hijos que tratarán de buscar cualquier brecha para conseguir sus deseos. Es importante, incluso antes de formar un esa familia: que la pareja establezca los límites de esa crianza; que trabajemos el decir "No" a todas esas propuestas familiares que hace que sintamos nuestra desautorización; y que tengamos la intención de ponernos de acuerdo en la crianza. De lo contrario, puede convertirse en el principio del fin.

3. ¿Y la familia política?

Siempre ha sido un clásico la relación que se mantiene con la familia política. Desde esos deseos por parte de los padres de que los domingos vayamos a comer a su casa, dónde pasar las Navidades o las vacaciones de verano, hasta esos vínculos de dependencia que se han creado durante años y donde una parte de la pareja se siente ninguneada.

A medida que pasan los años crecen los motivos de conflicto entre los que se encuentran cómo hacernos cargo de unos padres que se hacen mayores y que dependen de nosotros.

placeholder Abuelos junto a sus nietos. (Pixabay/Pexels)
Abuelos junto a sus nietos. (Pixabay/Pexels)

Es importante que, sin olvidar a nuestra familia, tengamos claro que creamos un nuevo sistema que saldrá reforzado si mantenemos esa independencia con nuestra familia de origen y que no significa olvidarnos de ellos, sino establecer nuestros propios principios.

En cualquiera de los casos, podemos observar cómo el principal valor que debemos tener en cuenta es esa comunicación con la pareja. Hablar de nuestros deseos y necesidades y de cómo queremos afrontar esa convivencia y las etapas por las que pasaremos nos llevará a establecer las bases de nuestra relación en los aspectos más importantes.

Y será fundamental que esa comunicación se mantenga como un elemento primordial en nuestra realidad porque será la que la equilibre.

Las vacaciones, pese a que son uno de los momentos más deseados del año, a veces generan fricciones en la pareja y no sabemos cómo transitarlas. Pasamos más tiempo juntos, lo que evidencia nuestras diferencias. Por otro lado, habitualmente compartimos espacio y hábitos con nuestras familias políticas, con las consiguientes pequeñas (o grandes) fricciones. Además, en el caso de que tengamos hijos, el estrés (y las discusiones) pueden resultar tan incómodas y dolorosas que creamos que hemos llegado a un punto de no retorno, un lugar irreversible y que, irremediablemente, estas serán las últimas vacaciones que pasemos en pareja o en familia.

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