Sofía, Letizia y Leonor: tres generaciones con un vínculo muy distinto con Mallorca

El pasado verano, como cada año, la familia real española pasaba parte de sus vacaciones estivales en Mallorca, pero hubo varias novedades muy relevantes que llamaron poderosamente la atención. La más importante es que el tradicional posado no era en Marivent, como habitualmente, sino en el palacio de la Almudaina.

Se trataba de la primera vez que la princesa Leonor y la infanta Sofía visitaban el palacio, como comentó su padre, quien subrayó que, además de que quería que lo conocieran, era importante para la mayor implicación de la Princesa de Asturias de manera institucional. Y, en efecto, además de ser la residencia oficial de verano del Rey (aunque tanto él como su familia se hospedan en Marivent), este escenario es donde se celebra cada año una recepción a las autoridades y a representantes de la sociedad civil de las Baleares.

Esta decisión tiene un valor simbólico y, de alguna forma, viene a fortalecer el vínculo de la Princesa de Asturias con Mallorca, una isla a la que sigue especialmente ligada la reina Sofía, quien esta misma semana era la primera en llegar antes de asistir a la tradicional misa de Pascua en la Catedral de Palma de Mallorca, un año después del encontronazo que mantuvo con su nuera.

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Su marido, el rey Juan Carlos, iba a haber vuelto este verano a la isla para participar en la Copa del Rey de Vela, pero una inoportuna lesión impidió que regresara a una competición que siempre le ha apasionado y en la que había participado por última vez nueve años antes. Precisamente en la comparecencia en la Almudaina de la que antes hablábamos, su hijo Felipe manifestaba que se encontraba "fastidiado" por haber tenido que cancelar sus planes, aunque hubo quienes intepretaron que se estaba evitando fotografiarles juntos en un momento delicado para el emérito, por la aparición de unas grabaciones del comisario Villarejo con la princesa Corinna.

El rey Juan Carlos ha sido una presencia intermitente en la misa de Pascua, un acontecimiento en el que hemos visto mermar paulatinamente la foto familiar. Ya en 2013 estaban ausentes la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, relacionados con el escándalo del caso Nóos, y la infanta Elena acudía sin sus hijos, que se encontraban de vacaciones con su padre, Jaime de Marichalar. Nada que ver con la imagen de 2004, en la que la duquesa de Lugo aún no se había divorciado y los Urdangarin parecían una familia perfecta. Una foto que se repetía hasta 2007, cuando la infanta Elena, que sí asistió, no quiso posar, pues ya se había producido el 'cese temporal de la convivencia' con el padre de sus hijos.

Letizia y su actitud en Mallorca

Mucho se ha escrito sobre el supuesto desapego de la reina Letizia por Mallorca, pero el verano pasado estuvo más presente de lo habitual: cumplió con sus compromisos previstos, fue a dos mercados, el ecológico y el Olivar, y acudió al club náutico a encontrarse con su marido, que sí participó en la Copa del Rey e incluso le besó públicamente. Una visita un tanto insólita pues desde 2015 no se producía un encuentro de estas características entre Felipe VI y su mujer.

La reina Sofía no ha variado su relación con la isla en los últimos años y es habitual que pase allí más tiempo que cualquier otro miembro de su familia. En muchas ocasiones suele estar acompañada por su hermana Irene, con quien mantiene una relación muy estrecha y en el verano es el nexo entre sus nietos, los de la infanta Elena, Cristina y las dos hijas de los Reyes.

Lejos quedan esos días en los que se hablaba de 'cordón sanitario' en torno a la infanta Cristina y no sería descabellada su vuelta a la isla, habida cuenta de su progresiva incorporación a la vida de su familia, que tuvo su momento cumbre en la fiesta del 80 cumpleaños de la Reina emérita y posteriormente se vio refrendado con su presencia en navidades en el palacio de la Zarzuela.