Guillermo y Harry, unidos de nuevo gracias a la estatua de Lady Di: su reencuentro
Los hijos de Diana de Gales se han mostrado cercanos y con aparente cordialidad en el homenaje a su madre, en el que han sido los encargados de descubrir la estatua
Puede ser uno de los momentos más esperados casi de la última década. Después de muchos años, retrasos y espera, este jueves ha tenido lugar el descubrimiento de la estatua en honor a Diana de Gales. Se ha hecho en el que hubiera sido su 60º cumpleaños y en su lugar favorito del palacio de Kensington, el Sunken Garden, que ha sido acondicionado y rediseñado para este homenaje. Pero si el descubrimiento de la estatua era esperado, el reencuentro de los príncipes Guillermo y Harry lo era aún más, especialmente después de las últimas tensiones y de que su aparente acercamiento en el funeral del duque de Edimburgo finalmente no fuera tal. Y sí, al fin hemos sido testigos del reencuentro de los hijos de Lady Di ante la estatua que honra la memoria de su madre.
El príncipe Harry llegaba a Kensington 15 minutos antes de la hora prevista para el descubrimiento de la estatua. La familia había querido mantener el homenaje en privado, por lo que no ha sido una convocatoria de prensa multitudinaria ni se ha permitido al público acceder al lugar, aunque sí ha habido señal en directo que han ofrecido varios medios. Eran las tres de la tarde en Reino Unido cuando finalmente Guillermo y Harry hacían su aparición en los jardines, en los que ya les esperaban sus tíos, tanto el conde Charles Spencer como Lady Sarah McCorquodale y Lady Jane Fellowes, los tres hermanos de Diana, a los que se veía un rato antes de la cita caminado por los jardines del palacio de Kensington. Los cinco han intercambiado unas palabras antes de proceder al descubrimiento, tan esperado en estos últimos años.
A pesar de que no han faltado los familiares directos de la fallecida princesa de Gales, no se puede negar que ha sido una cita marcada por las ausencias, ya que hasta hace poco se esperaba que el homenaje sirviera para ver a la familia de Guillermo y la de Harry reunidas por primera vez en una imagen. Pero, como ya se había anunciado, no ha sido así. Se confirmaba hace unos días que ni Meghan ni Archie viajarían para esta cita, con la explicación de que la exactriz ha sido madre hace muy poco. Después llegaba la confirmación de que tampoco su cuñada asistiría y se puntualizaba entonces que nunca había entrado en los planes que asistieran las esposas de Guillermo y Harry, ya que las restricciones sanitarias obligaban a que fuera un acto más que reducido.
Eso sí, Guillermo y Harry se han encargado se suplir estas notables ausencias con su actitud. Pocos lo esperaban, pero han estado cercanos, cordiales e incluso haciéndose bromas, recordando a aquellos tiempos en los que eran un tándem aparentemente inquebrantable. La duda es si existe realmente una reconciliación -o, al menos, un acercamiento entre ellos- o han mostrado esa aparente amabilidad mutua por la presencia de las cámaras y, especialmente, por tratarse de un acto en homenaje a su madre, quien no hubiera querido algo diferente entre sus hijos.
Juntos han sido los protagonistas del gran momento, quitando a la vez la lona que durante estos días ha cubierto la estatua de Lady Di. Se desvelaba entonces el secreto mejor guardado de los últimos años: cómo era el monumento en memoria de la princesa de Gales que desde este jueves corona el Sunken Garden del palacio de Kensington. En ella se ha querido reflejar el amor de Diana por los demás, por lo que aparece de pie y rodeada de niños. Debajo, una placa con un fragmento del poema 'La medida de un hombre'. Una imagen que ha sido recibida con un gran aplauso por parte de los presentes y con caras de satisfacción de Guillermo y Harry, quienes han esperado varios años para al fin dar a su madre el homenaje que creen que merece.
Después, los príncipes han recorrido los jardines, rediseñados para esta ocasión, y en los que no faltan los nomeolvides, la flor favorita de la princesa Diana. Un paseo en el que de nuevo se han mostrado cercanos, cómplices y como si nada hubiera pasado en estos 18 meses: ni el Megxit ni las varias entrevistas del príncipe Harry en las que no ha dejado especialmente bien a la familia Windsor.
Y para confirmar su unidad en este asunto, los dos hermanos también han querido hacer una declaración conjunta sobre el homenaje: "Hoy, en lo que habría sido el cumpleaños número 60 de nuestra madre, recordamos su amor, fuerza y carácter, cualidades que la convirtieron en una fuerza para el bien en todo el mundo, cambiando innumerables vidas para mejor. Todos los días, deseamos que ella todavía esté con nosotros, y nuestra esperanza es que esta estatua sea vista para siempre como un símbolo de su vida y su legado. Gracias a Ian Rank-Broadley, Pip Morrison y sus equipos por su excelente trabajo, a los amigos y donantes que ayudaron a que esto sucediera, y a todos aquellos en todo el mundo que mantienen viva la memoria de nuestra madre".
Puede ser uno de los momentos más esperados casi de la última década. Después de muchos años, retrasos y espera, este jueves ha tenido lugar el descubrimiento de la estatua en honor a Diana de Gales. Se ha hecho en el que hubiera sido su 60º cumpleaños y en su lugar favorito del palacio de Kensington, el Sunken Garden, que ha sido acondicionado y rediseñado para este homenaje. Pero si el descubrimiento de la estatua era esperado, el reencuentro de los príncipes Guillermo y Harry lo era aún más, especialmente después de las últimas tensiones y de que su aparente acercamiento en el funeral del duque de Edimburgo finalmente no fuera tal. Y sí, al fin hemos sido testigos del reencuentro de los hijos de Lady Di ante la estatua que honra la memoria de su madre.