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Charlène sopla las velas alejada del mundo: su año más difícil y lo que le queda por delante
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PRINCIPADO DE MÓNACO

Charlène sopla las velas alejada del mundo: su año más difícil y lo que le queda por delante

La princesa de Mónaco pasará su 44 cumpleaños ingresada en la clínica de los Alpes donde decidía internarse el pasado noviembre

Foto: La princesa Charlène de Mónaco. (Reuters/Carlos Allegri File)
La princesa Charlène de Mónaco. (Reuters/Carlos Allegri File)

Cuando hace justo 365 días la princesa Charlène sopló las 43 velas, nada hacía presagiar a todo lo que se enfrentaría en los meses venideros. Más de medio año retenida en Sudáfrica por una infección sin poder ver a sus hijos, tres operaciones con anestesia general, múltiples problemas de salud, unos cuantos kilos menos y un sinfín de rumores sobre un posible divorcio con el príncipe Alberto. A todo ello debemos sumarle su vuelta a Mónaco en noviembre y su ingreso solo unas semanas después en una clínica de Suiza para recuperarse de sus problemas.

"Esto no es covid, no tiene relación con el cáncer y, si quieres hablar de más especulaciones, no tiene relación con la cirugía estética ni con un 'trabajo' en la cara", aseguraba, harto ya de las especulaciones, el príncipe Alberto a la revista 'People' tras reunirse con la familia de Charlène y acordar con ella que la mejor solución para sus problemas era la de internarse en una clínica. Y es en ese centro ubicado en los Alpes suizos donde la princesa soplará las 44 velas, alejada de todo y de todos, mientras la vida en el pequeño país del que es princesa continúa.

placeholder Charlène, junto a Alberto, Jacques y Gabriella. (Palacio de Mónaco)
Charlène, junto a Alberto, Jacques y Gabriella. (Palacio de Mónaco)

No ha trascendido, desde que está en la clínica, ninguna información acerca del estado de la princesa. Tampoco Alberto quiere hablar de ello. Lo único que sabemos es que en Navidad recibió la visita de su marido y sus mellizos, nada más. No se le ha puesto nombre a su dolencia, es un misterio, así como la fecha prevista para su vuelta a casa. Ahora lo importante es su recuperación completa. “Tan pronto como recupere la salud será un inmenso placer para la princesa compartir nuevamente momentos de convivencia con los monegascos”, se aseguraba en un comunicado mandado el 23 de diciembre, en el que se especificaba que necesitaría "unos meses más".

Parece que se ha impuesto desde la Roca un silencio total sobre Charlène y ya nadie da declaraciones, como ocurrió durante su estancia en Sudáfrica, en la que día sí y día también nos encontrábamos con nuevas palabras sobre ella, que no hacían más que perjudicar su estado. Desde las declaraciones de Nicole Coste, madre de Alexander, hijo de Alberto, quien aseguró que esta había tratado mal al joven y que lo que estaba pasando ahora era producto del karma, a las de amigos que afirmaban que había estado a punto de morir o las de la prima italiana del príncipe, quien señalaba que este le había confirmado su divorcio con Charlène.

placeholder Alberto y Charlène, en una imagen de archivo. (Reuters/Pool/Valery Hache)
Alberto y Charlène, en una imagen de archivo. (Reuters/Pool/Valery Hache)

La exnadadora lo tiene todo para recuperarse: el apoyo de una familia que la quiere y la espera; los mejores profesionales de la clínica Paracelsus Recovery, que cuenta con "más de 15 médicos y terapeutas que se centran exclusivamente en un cliente a la vez", como puede leerse en su web; y una fe religiosa que se ha ido incrementando desde que enfermó en Sudáfrica. Y es que Charlène ha encontrado en el catolicismo al mejor aliado para superar este bache, de ahí que en las fotografías la viéramos siempre acompañada de un rosario o de una Biblia.

Como apuntábamos, se desconoce cuándo Charlène va a regresar al principado. Lo que es un hecho es que tardaremos en verla en un acto como en el pasado. Si ya de por sí su agenda era escasa, se prevé que en su vuelta lo sea aún más, asistiendo solo a los compromisos más relevantes, como la celebración de la Fiesta Nacional. Alberto debe, como ha hecho este último año, tirar del carro él solo, algo que tampoco se le ha dado nada mal. El soberano ha sabido combinar a la perfección su labor institucional con su papel de padre.

placeholder El príncipe Alberto y sus hijos, en un acto navideño. (EFE/Pool/Eric Gaillard)
El príncipe Alberto y sus hijos, en un acto navideño. (EFE/Pool/Eric Gaillard)

Ha contado y cuenta, eso sí, con el apoyo de sus hermanas, quienes siempre han sentido devoción por él. Carolina y Estefanía se han convertido en las escuderas de Alberto, actuando como primeras damas cuando ha sido necesario, sobre todo la primera, para que la ausencia de Charlène fuera menos notoria. Pero también en estos meses han ejercido de 'tías perfectas' con Jacques y Gabriella, quienes son sin duda los que más acusan la ausencia de su madre. Y no se puede decir que Alberto no haya hecho lo posible para que la distancia sea más llevadera: desde incluirlos en su agenda oficial -siempre en actos adecuados a su edad- hasta instalar la escuela de los niños en el propio palacio, para que su vida académica sea mucho más fácil en ausencia de su madre.

Durante este año, los dos pequeños han podido ver a la princesa Charlène apenas una decena de veces, incluyendo esa breve estancia en el principado tras volver de Sudáfrica. Y al caer su cumpleaños en martes, día lectivo, y estar próximas las celebraciones de Santa Devota, en la que se los espera, no parece muy posible que Jacques y Gabriella puedan viajar a la clínica para soplar las velas con ella, pero no se descarta que puedan visitarla en los próximos días. Si es así, Palacio informará a su debido tiempo y probablemente de forma escueta, tal y como han venido haciendo en los últimos meses, sin que el cumpleaños de la princesa pueda servir como excepción para dar algo más de información.

Cuando hace justo 365 días la princesa Charlène sopló las 43 velas, nada hacía presagiar a todo lo que se enfrentaría en los meses venideros. Más de medio año retenida en Sudáfrica por una infección sin poder ver a sus hijos, tres operaciones con anestesia general, múltiples problemas de salud, unos cuantos kilos menos y un sinfín de rumores sobre un posible divorcio con el príncipe Alberto. A todo ello debemos sumarle su vuelta a Mónaco en noviembre y su ingreso solo unas semanas después en una clínica de Suiza para recuperarse de sus problemas.

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