Guillermo y Kate en Boston, capítulo I: abucheos, baloncesto y tres looks

Ha llegado el primer viaje internacional para los príncipes de Gales. El primero desde que la longeva monarca británica falleciera el pasado septiembre y, por tanto, el primero desde que ostentan ese título tan ligado aún a Lady Di. Y en este primer día de la gira de Guillermo y Kate por Boston tuvimos de todo: no faltó un recuerdo para Isabel II, tres looks de la princesa y buen partido de baloncesto, que disfrutaron en primera fila y escuchando algún que otro abucheo. Y todo en el marco del Earthshot Prize, el galardón que lanzaba el príncipe el año pasado, y con la sombra del racismo existente en Buckingham acompañándoles.

Los Gales llegaban al aeropuerto hacia las dos de la tarde en Massachusetts, las diez de la noche en nuestro país. Les esperaba un discreto recibimiento, dejando la pompa y la bienvenida oficial para después, coincidiendo con el evento de presentación del Earthshot Prize, que este año se entrega en Boston. Y lo cierto es que este acto no empezaba de la mejor manera para ellos. Uno de los intervinientes, reverendo afroamericano, no dudó en mencionar en su discurso el "legado del colonialismo y el racismo". Unas palabras que rápidamente hicieron pensar en los acontecimientos que habían tenido lugar pocas horas antes en Buckingham.

Y es que a mediodía nos enterábamos de que la conocida Lady Susan Hussey, una de las damas de honor de la difunta Isabel II durante más de 60 años y casualmente madrina del príncipe Guillermo, había sido apartada de sus funciones de forma tajante e inmediata. Un gesto radical con el que Buckingham pretendía mostrar tolerancia cero con los comentarios racistas de los que se le había acusado durante la cumbre del palacio que había organizado la reina Camila sobre violencia contra las mujeres. Y aunque el portavoz de los Gales sí habló ante la prensa sobre el tema, desmarcándose completamente de cualquier gesto de tintes racistas, Guillermo prefirió no hacer ninguna mención durante su discurso, con el que comenzaba la carrera hacia un galardón que supone su proyecto más ambicioso hasta la fecha.

Así, todo se desarrolló hasta este momento sin incidentes, más allá de la lluvia que acompañó a los príncipes de Gales en todo momento y de la que tuvieron que protegerse, dando lugar a otra fotografía para esa ya extensa colección de Guillermo paraguas en mano y con una Kate Middleton resguardada del agua pegada a su marido.

Y es que los pequeños incidentes llegaron después, cuando asistieron a un partido de la NBA entre los Boston Celtics y los Miami Heat. No era un acto marcado en la agenda oficial que van a tener estos días, pero no dudaron en incluirlo. Como suele pasar con las celebrities en este tipo de encuentros, tenían su sitio reservado en primera fila, así que disfrutaron muy de cerca de cada pase, de cada jugada y de cada movimiento de los jugadores, por lo que en algún momento vieron el balón demasiado cerca de ellos, dando lugar a divertidas imágenes. Se mostraron felices y encantados, a pesar de que fueron recibidos por algún que otro abucheo y gritos de "U.S.A.", dos detalles que copan hoy los titulares de la prensa británica. Pero si los escucharon, no lo aparentaron y siguieron en busca de sus asientos como si tal cosa.

Pero si hubo algún gesto desagradable cuando entraron, hay que reconocer que los amables fueron muchos más. Saludos, aplausos y selfies que no dudaron en atender. Y eso que están en 'territorio enemigo', en el país donde el príncipe Harry y Meghan Markle se instalaron cuando salieron de la Casa Real británica. El mismo escenario donde ofrecieron esa entrevista en la que acusaron a los Windsor de racismo y en el que ven a la exactriz como una de las suyas que logró el 'sueño' de ser princesa, aunque fuera frustrado después.

Los tres looks de Kate

Tres apariciones en total y tres looks diferentes para cada uno de ellos, aunque con un denominador común. Y es que, con su permiso, ninguno pasará a la lista de los inolvidables. Para su llegada al aeropuerto y la bajada del avión -línea regular, por cierto-, escogió un conjunto de pantalón, jersey y chaqueta azul marino. Un conjunto bastante anodino que intentó elevar con los pendientes de diamantes y zafiros que pertenecieron a la princesa Diana. Los mismos que fueron regalo de Isabel II por su boda con el príncipe Carlos y cuya imagen dio la vuelta al mundo gracias a su baile con el actor John Travolta en 1985 en uno de los salones de la Casa Blanca.

En el segundo de los looks elegidos para este primer e intenso día en Boston tampoco faltaron los guiños, en este caso a la temática del evento, la presentación del Earthshot Prize. Es un galardón que el príncipe Guillermo creó para los mejores proyectos que luchan contra el cambio climático. Así que su esposa, la princesa de Gales, no podía haber elegido otro color que el verde. Y lo hizo con un diseño de Burberry ceñido y con tela de tartán -una opción por la que suele apostar a menudo para esta época del año-. Sobre él, un abrigo de Alexander McQueen y, para coronar el look, el bolso Amerley de Mulberry en el mismo color.

Tras unas horas de descanso, llegaba el turno del partido de baloncesto, para el que Kate Middleton volvió a apostar por pantalones, aunque esta vez combinados con una chaqueta en azul Klein con ribetes en negro, que combinó con collar y pendientes dorados.