El príncipe Andrés, expulsado del palacio de Buckingham: la nueva estocada de Carlos III

No parece que la reunión navideña de la familia real británica vaya a estar exenta de tensiones este fin de semana.

Según han informado fuentes de Palacio a ‘The Sun’, el rey Carlos III ha decidido que su hermano Andrés ya no utilice más el palacio de Buckingham como espacio de trabajo, un paso más para expulsarlo definitivamente de su puesto real y cortar todo vínculo final con su antigua vida como miembro de la realeza.

"Cualquier presencia en el palacio ha terminado oficialmente", ha asegurado una de las fuentes consultadas por el medio británico. “El rey lo ha dejado claro. Él no es un trabajador real. Está solo”.

TE PUEDE INTERESAR

Las dos entrevistas que prepara el príncipe Harry en televisión para promocionar sus memorias

A. Rodríguez

Como parte de la decisión del rey, Andrés no podrá usar la dirección para ninguna correspondencia futura. Según los informes, el personal mínimo del que disponía hasta ahora se enfrenta a quedarse sin trabajo.

Esta nueva información ha sido revelada después de que esta semana se anunciara que la reina consorte, Camila, reemplazará al príncipe Andrés en su puesto de coronel de la Guardia de Granaderos. Este movimiento ha propiciado que la princesa de Gales asuma el cargo de coronel de la Guardia Irlandesa que ocupaba su esposo, mientras que el príncipe Guillermo se convertirá en coronel de la Guardia Galesa.

El príncipe Andrés heredó el cargo de coronel de la Guardia de Granaderos de su difunto padre, el duque de Edimburgo, cuando se retiró de la vida pública en 2017.

Después de su desastrosa entrevista en 'BBC Newsnight' en 2019, la reina Isabel II le obligó a renunciar a sus deberes reales oficiales.

Hasta este año, había mantenido 10 afiliaciones militares, incluida la de coronel de la Guardia de Granaderos, mientras trataba de limpiar su nombre tras el escándalo surgido por su amistad con el abusador sexual Jeffery Epstein.

Finalmente, fue despojado del título de coronel de la Guardia de Granaderos a principios de este año después de su decisión de resolver una demanda civil con una de las víctimas de Epstein, Virginia Giuffre, quien lo había acusado de agresión, ofreciéndole una cantidad millonaria de dinero.

Según fuentes de Palacio consultadas por 'Daily Mail', a principios de este año el duque de York se quedó sorprendido y triste cuando Carlos le comunicó, en términos muy claros, que sus días como miembro trabajador de la realeza habían terminado. “Andrés siempre creyó que había un camino de regreso”.

Según las informaciones obtenidas por el medio británico, su madre, la difunta reina, nunca le dijo explícitamente que no habría forma de volver a la vida pública. “Hasta la reunión cara a cara con su hermano, Andrés creía que había un camino de regreso, que de alguna manera podría rehabilitarse y desempeñar un papel dentro de la institución en el futuro. Salió de la reunión conmocionado. Todavía está en estado de shock. Está completamente perdido y muy deprimido”.

Como miembro trabajador de la realeza, Andrés tenía derecho a un destacamento de seguridad financiado por los contribuyentes y que estaba compuesto por policías armados que lo acompañaban en todas las visitas fuera de Windsor. Ahora que no hay vuelta atrás, el Ministerio del Interior ha despojado a Andrés de este personal de seguridad financiado por los contribuyentes, lo que significa que cualquier policía de protección armado será reemplazado por empresas privadas a las que solo se les permite portar armas Taser.