Bruni a Sarkozy: "Yo te mantengo. Pensaba casarme con tipo con buen sueldo"

Si no teníamos suficiente con Wikileaks, ahora las conversaciones privadas de Nicolas Sarkozy también han salido a la luz. Lejos de las revelaciones que han hecho tambalear el mundo, las charlas del que fuera presidente de Francia han sido publicadas por el semanario satírico Le Canard Enchaîné y el diario digital Atlantico, que han publicado el contenido de lo queSarkozy habla con su mujer, Carla Bruni.

Grabadas por Patrick Buisson, el que fuera consejero político del mandatario galo, algunas de las conversaciones también tienen tintes políticos. Sin embargo, éstos no muestran ninguna ilegalidad ni nada escandaloso como para poner fin a la carrera política de Sarko pero tiene varios flecos que ponen en evidencia algunos secretos de alcoba del expresidente.

De las cinco conversaciones publicadas cabe destacar el contenido de una, grabada en la Lanterne, residencia oficial del mandatario, la misma en la que se encerró Valèrie Trierweiler tras salir del hospital cuando saltó la noticia del romance de su pareja, François Hollande, con Julie Gayet. En ella, entre risas y en presencia de varios consejeros, el matrimonio muestra su obsesión, casi enfermiza, por el dinero y que es Carla Bruni quien se hace cargo de todos los gastos.

“En política llega un momento en el que lo tienes casi todo pagado. Siendo ministro, tienes una vivienda. Siendo presidente, tres residencias oficiales y una casa en alquiler”, asegura Sarkozy, que es interrumpido por su mujer: “Sí, pero es porque yo te mantengo”, señala la cantante provocando varias carcajadas entre quienes están en la reunión. “El que se hizo rico al casarse fui yo”, termina el expresidente. Ante estas palabras, y dolida, Bruni muestra su lado más irónico: “¡Y yo que creía que iba a casarme con un tipo con buen sueldo! Antes tenía muy buenos contratos y ganaba bastante dinero!”.

Durante su etapa como primera dama de Francia, Carla Bruni se vio ‘obligada’ a dejar a un lado su faceta como modelo e imagen de productos de belleza. “Julia Roberts, 44 años, Sharon Stone, 52, Julianne Moore, 53… Todas firman contratos maravillosos, algo que ahora no puedo hacer por casarme con un presidente de la República”, se lamenta. Frente a la sinceridad de su esposa, Nicolas Sarkozy continúa tomándose a broma sus palabras. “¡Anda, venga ya! Te lo voy a decir muy claro. Mi plan es convertirme en el señor Ramírez y pasar por caja”. Es decir, ser un mantenido. “Loca” por su marido, Carla Bruni obvia en esta conversación los desaires de Sarko, que una vez ha abandonado el Elíseo se ha convertido en la sombra de su esposa en su regreso al mundo laboral y al de la música.