Manicuras románticas en San Valentín que, pases o no pases de celebrarlo, te van a enamorar

Igual que puedes ser un Grinch de la Navidad (un incomprendido con cierta sensatez), también puede ocurrirte que veas San Valentín como la celebración más marketiniana del año. Interpretaciones aparte, solo con pensar en el Día de los Enamorados, son varios los iconos que vienen a la mente: rojo, rosa, corazones e incluso, a lo mejor, querubines (la manicura barroca es tendencia).

Pues si aplicas eso al terreno del diseño de uñas, se abren ante ti innumerables manicuras románticas, más o menos recargadas.

Pero algunos esmaltes pueden convertirse en un verdadero flechazo y su discreción o minimalismo puede hacerlos pasar como nail arts profesionales, pero no como manicuras de San Valentín, con todas las letras.

¿Qué significa esto? Pues que si te parece una monada máxima dibujar un diminuto corazón en la lúnula y aprovechas para pedírselo a tu manicurista en el mes de febrero, eres bienvenida y, es más, aquí van unas cuantas ideas sacadas de los mejores perfiles de manicura de Instagram.

Las redes sociales han hablado y las tendencias en manicuras para el mes más romántico del año incluyen los ineludibles corazones; sin embargo, encontramos curiosas variantes, así como la incursión de los esmaltes de uñas nacarados.

Con volumen: LA tendencia

Mientras los diseños se han simplificado, el testigo lo ha recogido el volumen. Ahora las uñas en 3D, con manicuristas como Isabella Franchi (responsable habitualmente de las uñas de Chiara Ferragni) o Betina Goldstein son sus mejores defensoras.

También vimos las manicuras jelly en los salones surcoreanos donde, desde una estética infantil, se creaban distintos relieves transparentes, diseñando un dibujo u otro. La opción de San Valentín pasa por los corazones transparentes.

La manicurista italiana, por su parte, apuesta por un relieve no creado por un gel aplicado a pulso, sino por un sculpting gel algo moldeado al que da forma sobre la uña, seguido de un secado de lámpara. Para que tenga su toque rompedor, el 'pegote' ni se deposita en todas las uñas ni en una zona interior. Al borde, a punto de caerse, su efecto es aún más potente.

Goldstein, que es otra manicurista habitual de los diseños en 3D, proponía este año un corazón acolchado. La técnica era la misma que la de Franchi, pero la estadounidense bordeaba el corazón y lo cubría de esmalte. Radar de tendencias modo on.

Reinterpretando un clásico

Continuando con los corazones, pero en esta ocasión en su versión menos recargada, la manicurista surcoreana Kan Anna solo esmalta el icono en una de las uñas, dejando el resto simplemente con una capa de brillo. El diseño del corazón, eso sí, es bastante más gamberro, inspirado por Comme des Garçons. Chic rebelde.

Si eres más del minimalismo, pero quieres San Valentín y quieres una buena manicura discreta, el clásico corazón diminuto sobre uña esmaltada en gel ligeramente rosado es una opción infalible. Harriet Westmoreland se hizo famosa con este tipo de diseños y ahora puedes verlo por todas partes.

En color rosa

Saltándonos el rojo por lo reiterativo, pasamos al siguiente color en el pantone romántico: el rosa. Desde el más chillón fucsia hasta el rosa bailarina de ballet, el resultado de este color sobre las uñas siempre se moverá entre lo natural y lo infantil. Si quieres unas uñas de San Valentín que no lo parezcan, con tomar como inspiración cualquier diseño de Barbie, acertarás.

Otra opción es colorear los corazones de la fiesta en rosa, en el tono que más te guste e incluso pudiendo combinar varios. Desde hace algunos años, mantener algunas zonas de la uña sin esmaltar es un truco con el que resaltar solo una parte y no recargar mucho el diseño. Las estéticas sesenteras también son grandes aliadas en los diseños románticos.

Una de las tendencias que han recuperado fuerzas de cara a San Valentín han sido los esmaltes nacarados o perlados. En vez de crear manicuras de sirena, para lograr un toque romántico apuesta por una laca de uñas ligeramente rosada que desprenda ese tipo de destellos.

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Alexandra Benito

Con manicura francesa

Por supuesto, en pleno auge de la estética noventera, no podían faltar las manicuras francesas. Entre las opciones más discretas encontramos aquellas que combinan el esmaltado tradicional con algún discreto corazón o las que juegan con el tono de laca de uñas aplicado en el borde libre.

Las largas y almendradas uñas de la manicurista Melanie Graves son el perfecto lienzo para esta combinación de manicura francesa, ya sea en blanca o en color, con el clásico diseño de corazones. El consejo de @overglowedit es jugar con los colores de los esmaltes durante todo el mes.

En ese juego entre los colores, hay vida más allá del rojo o el rosa. El blanco nuca fallará, pero también podemos ampliar la paleta cromática hacia otros tonos que, de entrada, no asociamos tanto con San Valentín como el azul.