¿Engorda la astenia primaveral? Cinco claves para evitarlo

Esta época del año es famosa porque la naturaleza se encuentra en uno de sus momentos de mayor belleza. Las flores se desperezan y abren sus pétalos al mundo, llenando de bellos colores todo lo que les rodea. Los días se alargan y podemos disfrutar de una mayor cantidad de horas de luz y sol, las temperaturas son más suaves y nos apetece más disfrutar del aire libre. Sin embargo, hay otros elementos que también ayudan a aumentar su fama y que no son tan positivos, como las alergias y la cada vez más conocida astenia primaveral.

No todo el mundo tiene tan claro qué es este trastorno adaptativo que nos impide hacer una vida normal y que incluso puede hacernos engordar, te lo contamos.

Los efectos de la astenia son tanto físicos como psicológicos, nos sentimos débiles y cansados, notamos que nos falta energía, además a todo esto se suman otros síntomas, como trastornos del sueño, problemas de concentración y falta de motivación. No suelen requerir tratamiento y lo habitual es que remita en poco tiempo, pero hay algunas consecuencias que podemos evitar.

El decaimiento emocional que acompaña la llegada de la primavera, así como el descenso de la actividad física, puede hacer que aumentemos de peso. Nuestras rutinas cambian y aumenta nuestro apetito. Además, el buen tiempo nos invita a hacer planes al aire libre que favorecen el consumo de alcohol y alimentos ricos en carbohidratos.

Así, para evitar que esta situación, que ya hemos señalado que tiene carácter temporal, nos afecte de forma permanente, tendremos que prestar tención a algunos aspectos de nuestro día a día, que siempre debemos tener en cuenta, pero más en momentos como estos. Por ejemplo, es importante cuidar nuestra alimentación.

Una dieta equilibrada y variada puede ayudarnos a evitar ese temido aumento de peso, que en ocasiones puede provocar la astenia primaveral. Come despacio, de forma consciente, disfrutando el momento y concentrándote, disfruta de la cocina experimentando con recetas nuevas y diferentes alimentos.

Aunque nos sintamos cansadas y sin energía, a no ser que esta astenia esté asociada a otros problemas de salud, es una desagradable sensación que sabemos que desaparecerá en poco tiempo, por lo que también es importante hacer ejercicio físico. Eso sí, no te esfuerces en exceso, escoge ejercicios más ligeros, que te ayuden a estar activa sin agotarte.

Con el aumento de temperaturas, puede que nuestro cuerpo necesite un poco más de líquido, dáselo. Una buena hidratación es clave para nuestra salud y puede hacer que nos sintamos menos fatigadas, apuesta siempre que puedas por el agua y evita las bebidas excitantes, que pueden permanecer varias horas en tu organismo.

Porque otra de las claves para plantarle cara a la astenia primaveral y evitar que esto pueda repercutir en nosotras es respetar los horarios de sueño. Cena pronto, fíjate una rutina para ante de ir a dormir, mantén el dormitorio a una temperatura adecuada, baja las persianas y trata de dormir ocho horas al día. Un buen descanso es esencial y dormir poco puede hacerte engordar.

Estos consejos te ayudarán a cuidar tu cuerpo, pero también es importante que cuides de tu mente, intentando divertirte en tu tiempo libre, centrarte en los aspectos positivos y aceptando los negativos, reconociendo que puedes tener pequeños fracasos, pero que esto no debe ser motivo de desánimo.

La astenia primaveral puede alterar nuestras vidas, pero conociéndonos a nosotras mismas, evitando obsesionarnos, prestando atención a nuestros sentimientos y emociones y tratando de llevar una vida equilibrada y saludable, podremos evitar que nos afecte en exceso y conseguir nuestros objetivos. En cualquier caso y si tenemos dudas o creemos que necesitamos ayuda, los profesionales de la salud son los mejores aliados en estos casos.