Sanxenxo, lugar de regatas y marisco, uno de los destinos favoritos del rey Juan Carlos I
Viajamos hasta este rincón de las Rías Baixas, en Galicia, para conocer los encantos de esta localidad marinera. Uno de los enclaves favoritos del rey Juan Carlos I, por muchas razones
Bellos paisajes, patrimonio cultural, gastronomía… Muchas son las razones para visitar Sanxenxo. La localidad gallega que se ha convertido en el destino favorito del rey Juan Carlos para sus visitas a España (al menos de forma pública). De hecho, una vez más, el emérito vuelve a Sanxenxo con una hoja de ruta marcada por el mar.
Confirmándose, como ya hizo en el pasado con otras de sus escapadas, como un viaje imprescindible en su agenda pública (cada vez más mínima). Una localidad a la que le une su pasión por la náutica y muy buenos amigos, que está encantada con esta llegada. "Nos ha tocado la lotería", aseguraba su alcalde, en referencia a la repercusión de estos viajes del padre de Felipe VI.
Aunque visitar Sanxenxo siempre es una buena opción. Por eso, más allá de los viajes de la realeza, te mostramos algunas de las claves para conocer cuanto antes el encanto de esta ciudad gallega. Un rincón que sabe a percebes y a regatas, a Club Náutico, puerto deportivo y Rías Baixas.
Que nos invita a descubrir el encanto de Pontevedra, Portonovo y ese viajecito que no tiene igual a la isla de Ons. Y que sabe también a playas y a verano, aunque a nosotros también nos gusta mucho en otoño (o invierno). Por eso, te contamos por qué tú también, como ese viajero que es el rey don Juan Carlos, tienes que ir a este rincón bañado por el siempre impresionante Atlántico.
Galicia, cualquier excusa es buena para ir (o volver). Con sus rías abriéndose a todo lo marítimo, esta vez la de Pontevedra y la de Arosa, lindando con O Grove, con Meaño y Poyo, pura galleguidad, y su temperatura media de 15º C, nunca demasiado baja, acaso perfecta para perderse por sus 36 km de litoral, plagado de pequeñas calas y hasta 24 playas que, más allá de la ilustre gastronomía, jaleada por las continuas visitas del Rey emérito, luce con orgullo.
De Silgar a A Lanzada: ruta playera
Sanxenxo está repleto de sitios bendecidos por la saudade. Pero es que a playas (y muchas con bandera azul) no le gana nadie. Las hay para todos los gustos y colores. Desde urbanas, como la famosa Silgar, que es la del paseo marítimo y la Madama -la escultura que es santo y seña de Sanxenxo-, o la pequeña Caneliñas a tranquilas como la bella de Areas, Canelas con sus dunas, Montalvo frente a Ons y con pinar, o A Lanzada, a mar abierto, compartida con O Grove y muy surfera.
Comer a la gallega, como un rey (emérito)
No es casualidad que el rey Juan Carlos repita tanto, más allá de los amigos y los barcos. Aquí se come a la gallega, es decir, de lujo. Solo hay que ir a La Taberna del Náutico y catar esos percebes de colección y sus renombrados chipirones encebollados, o a la marisquería Marlima I y II, con viveros propios, para darse cuenta de lo generoso que es el mar (o la ría) y rendir de paso un tributo a mariscadores y marineros.
No podemos olvidarnos de la Terraza del Mar, en el Hotel del Mar, para probar los pescados de la plaza de Portonovo pero también propuestas locas como la pizza de pulpo. O a El Carmen, para darse un homenaje con el arroz con bogavante o el de vieiras con pulpo. O a la Arrocería A Lanzada & Sunset, para la que no hay palabras; hay que ir.
Esto es un no parar. Sí, a Sanxenxo se viene a disfrutar de la maravillosa naturaleza marítima, pero sobre todo a echar el ancla en alguno de sus muchísimos restaurantes. Como Dorsia, que ya es otra cosa, la vanguardia con sello gallego (NAN Arquitectos), un espacio polivalente con vistas al mar donde se puede desayunar, brunchear, comer, cenar y hasta tomar copas.
Las Ons, las Cíes y el ritual de las 9 olas
Pero más allá de náutica y gastronomía, Sanxenxo es un pueblo de pescadores, muy crecido con el boom del turismo, pero con unos paisajes que son estremecedores, la verdad. Es imposible llegar a este punto y no hablar de las maravillosas islas Cíes, que junto con la ya mencionada Ons forman el Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Es un paraíso (para visitar en verano).
Y puestos a hablar de sitios clave, no hay que perderse la ermita de Nuestra Señora de A Lanzada, una pequeña capilla que data del siglo XII (románico tardío) con mucho que contar (fue parte de la fortaleza de defensa contra sarracenos y normandos) y muy relacionada, como recuerdan desde Turismo de las Rías Baixas, con el rito del baño de las nueve olas.
Al llegar el ocaso de agosto lo cumplen las mujeres que buscan descendencia (‘O mar tamén ten amores, o mar tamén ten muller’ es la cantiga), al fin y al cabo en honor a Afrodita, que los romanos llamaron Venus. Y hay mucho más: es la Galicia de ese escritor de fábula(s) que fue Álvaro Cunqueiro.
Los mejores hoteles para dormir en Sanxenxo
Para alojarte y dormir a cuerpo de rey, que es lo que toca, puedes reservar en la Pousada de A Lanzada, en pleno istmo de la península de O Grove, un lugar de ensueño; en el Gran Talaso Hotel, en la playa urbana de Silgar, para entregarte a las bondades de la talasoterapia (no olvidemos que los griegos llamaban y llaman al mar así, thálassa, en femenino).
Además, también te va a encantar el Augusta Spa Resort, que sigue la misma línea que el anterior, predicando la cultura del agua, y en el mismo entorno; en el O Son do Mar, por su nombre, en la playa Panadeira, mucho más modesto pero muy marinero; o en el Hotel Spa Nanín, junto a la playa del mismo nombre. Aquí todo, como se ve, es playero. Aunque también naturaleza, gastronomía, historia y arte. Por eso, prepara cuanto antes tu visita a Sanxenxo.
Bellos paisajes, patrimonio cultural, gastronomía… Muchas son las razones para visitar Sanxenxo. La localidad gallega que se ha convertido en el destino favorito del rey Juan Carlos para sus visitas a España (al menos de forma pública). De hecho, una vez más, el emérito vuelve a Sanxenxo con una hoja de ruta marcada por el mar.