Fotos exclusivas: Corinna, la examiga del rey Juan Carlos, sale con un director de orquesta
La examante del Emérito estuvo el domingo con su actual pareja, Alvise Casellati, en un restaurante griego de Nueva York. Vanitatis los ha fotografiado en primicia
Hacía algo de frío el pasado domingo en Nueva York, a mediodía salió el sol y el tiempo invitaba a pasear y pararse en algún local para tomar algo. Es lo que hizo Corinna Larsen (o Sayn-Wittgenstein, como a ella le gusta) el pasado fin de semana: la examiga del rey Juan Carlos I estuvo con su nueva pareja, el director de orquesta italiano Alvise Casellati, en un restaurante griego del barrio de Midtown, cerca de Central Park.
Corinna y Alvise son amigos desde hace años, y ya en 2019 vimos a la ‘exprincesa’ alemana en Nueva York en un concierto que dirigía el italiano. Perteneciente a una influyente familia italiana, Casellati es hijo de los abogados Gianbattista y Maria Elilsabetta Casellati (Alberti, de soltera). Ella es además la presidenta del Senado italiano desde 2018.
A sus 48 años recién cumplidos (nueve menos que su pareja), Casellati es un tipo alto y apuesto que habla inglés con un característico acento. Hace ya varios años que se afincó en Nueva York, donde triunfa como director de orquesta. Juntos estaban en el citado restaurante griego, donde incluso se besaron en público, una intimidad y una falta de prudencia que denotaban que son una pareja estable. Casellati forma parte del círculo de amistades de Corinna, el que creó una vez se rompió su relación con España. Entre estas amistades se encuentra, casualmente, la madre de Alvise.
¿Y quién es él?
Formado como abogado en Padua, de donde es natural, estudió en Estados Unidos y logró un doctorado en Derecho de Autor en la Universidad de Columbia, ciudad en la que se instaló como abogado. Casellati decidió cambiar su vida en 2007, cuando sufrió una repentina enfermedad que le llevó a replantearse su existencia, tal y como ha contado él en varias entrevistas. Tras recuperarse, se inscribió en la Juilliard School of Music, en Nueva York.
En 2009 estudió con el maestro Piero Bellugi, su mentor, y en marzo de 2011 dirigió su primer concierto italiano en La Fenice, en Venecia, uno de los templos líricos mundiales. Desde 2017 es además el presidente y director musical de los Central Park Summer Concerts, desde donde organiza la cita anual Opera Italiana is in the Air, según se informa en su página web. Es en este encuentro donde se fotografió a Corinna en 2019. Como músico y director de orquesta preside numerosas organizaciones filantrópicas y ayuda a miles de personas en situación desfavorable.
En su encuentro del domingo, Larsen iba vestida acorde a su estilo elegante y sencillo, con un jersey negro de cuello cisne, una coleta baja, pendientes de perlas, gafas de ver de cerca y un bonito reloj. Además, en su dedo meñique brillaba un anillo de oro con sello azul, parecido al que luce el Rey emérito. Con el pelo peinado hacia atrás, él llevaba un camisa azul cielo que asomaba de un jersey de pico azul marino. Ambos mantenían una conversación animada y se reían de sus cosas, como cualquier pareja bien avenida.
El local en el que Corinna estuvo con su nuevo novio es el Estiatorio Milos, uno de los mejores restaurantes griegos de la zona, de precio medio alto, conocido por su producto fresco, especialmente el pescado y el marisco. Juntos se acercaron a ver la oferta, como el resto de clientes, y escogieron unas patas de langosta y un pescado, varios platos que regaron con una copa de vino blanco y agua.
El Estiatorio Milos está en la calle 55, entre la Séptima y la Sexta Avenida. Se trata de un restaurante poco chic y nada de moda, un lugar que conocen bien quienes viven en Nueva York y les gusta la buena mesa, en especial la buena mesa griega. Es el típico restaurante elegante y muy auténtico, situado en una buena zona. No es cualquier lugar.
Hace tiempo que Corinna va y viene de Nueva York. Allí llegó procedente de Londres, donde fijó su residencia tras abandonar Mónaco. No sabemos si se habrá establecido o no en la ‘ciudad que nunca duerme’, pero sí sabemos que allí tiene a su pareja. Tampoco podemos afirmar que sea su primera pareja tras haber roto con don Juan Carlos, pero sí que es la primera con la que se la ve en público.
Hiperdiscreta en sus relaciones y amistades, al menos de cara al público, Larsen siempre ha mantenido un alto nivel de vida, también desde que rompió con el Rey emérito. Aunque todo indica que sigue viviendo en Londres, en Nueva York la hemos visto muchas veces, como cuando asistió al festival de ópera del Central Park, en 2019, donde posó en la alfombra roja, ella sola, luciendo un llamativo vestido de colores y una zapatillas deportivas. Muy juvenil.
Nuevas amistades
En el mundo de la música clásica hubo quien destacó en su momento la amistad que Corinna mantuvo con el director de orquesta ruso Valeri Guérguiev, uno de los más reputados de la actualidad. También se aireó su relación con Alekséi Leonídovich Kudrin, ministro de finanzas de Rusia. Siempre se habló de amistad, nunca de pasos más íntimos. Hasta ahora, cuando esta alemana de origen danés parece que ha encontrado de nuevo su lugar en el mundo.
Corinna Larsen nació en Frankfurt en enero de 1964, aunque su familia, decíamos, es danesa. De hecho, su madre sigue viviendo en Dinamarca. De su pasado sentimental sabemos mucho: en 1990 se casó con el empresario británico Philip J. Adkins, con quien tuvo a su hija Anastasia en 1992. Su hija vive actualmente en Estados Unidos. Tres años más tarde se separaron pero mantuvieron una amistad en el tiempo, de tal forma que cuando Corinna conoció a Juan Carlos le presentó a su exmarido, que se convirtió en uno de los mejores amigos del Rey emérito. Tanto es así que Adkins estaba en aquel viaje a Botsuana de 2012 que casi le cuesta la Corona a don Juan Carlos.
¿Exprincesa?
En 2000, Corinna Larsen Adkins se convertía en Corinna zu Sayn-Wittgenstein al casarse con Johann Casimir, príncipe alemán 11 años menor que ella. Aquí habría que recordar que en Alemania los títulos nobiliarios son simbólicos y Alemania permite el uso de estos títulos, como príncipe y barón, a modo de apellido. La familia del príncipe no acudió a la boda, desconfiados de las intenciones de la novia.
Al cabo de un año nacía Alexander, su hijo, aquel niño alto y rubio al que don Juan Carlos trataba casi como propio, según ha declarado Corinna en varias ocasiones. En 2005 se divorció del príncipe, un año después de conocer al entonces Rey de España. Su exmarido volvió a casarse, con lo que Larsen dejó de ser princesa. Desde Vanitatis nos hemos puesto en contacto con los representantes de Corinna Larsen, quienes no han querido hacer declaraciones al respecto de esta noticia.
Hacía algo de frío el pasado domingo en Nueva York, a mediodía salió el sol y el tiempo invitaba a pasear y pararse en algún local para tomar algo. Es lo que hizo Corinna Larsen (o Sayn-Wittgenstein, como a ella le gusta) el pasado fin de semana: la examiga del rey Juan Carlos I estuvo con su nueva pareja, el director de orquesta italiano Alvise Casellati, en un restaurante griego del barrio de Midtown, cerca de Central Park.