Rafa Nadal y Xisca Perelló serán padres por primera vez: así ha sido su historia de amor
Unidos por Maribel, la hermana del tenista, los dos llevan juntos desde 2005 y se dieron el esperado 'sí, quiero' en una hermética boda celebrada en 2019
Pese a lo importante de su última victoria en Roland Garros, nada menos que la decimocuarta vez que levantaba la Copa de los Mosqueteros, Rafa Nadal había recibido días antes una noticia aún mejor: el tenista y su mujer, María Francisca Perelló, estaban esperando su primer hijo. Los rumores eran cada vez más insistentes, llamando la atención la ropa holgada que lucía la directora de la Fundación Rafa Nadal, por ejemplo mientras navegaba en aguas mallorquinas hace unos días, y ahora se han confirmado, por fin, llenando de alegría el hogar de la pareja.
Tal y como ha podido saber Vanitatis, los dos están felices y viviendo el momento con normalidad. El deportista español cumple de este modo junto a la mujer de su vida uno de sus sueños, el de ser padre. El balear siempre ha tenido claro que quería aumentar su familia, pero había que buscar el momento adecuado, que ha llegado cuando él acaba de cumplir 36 años y ella tiene 33.
La discreción de ambos jóvenes al mantener al margen de los medios el secreto de su futura paternidad es tan solo una prueba más del hermetismo del que han hecho gala desde que comenzara su larga historia de amor. Una historia que arrancaba gracias a Maribel Nadal, la única hermana del mejor tenista de la historia. Maribel y María Francisca, o Mery como la llama su esposo, eran amigas del colegio y ambas compartieron pupitre en el centro Pureza de María, en Manacor.
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El inicio de Rafa y Xisca
Xisca y Rafa comenzaron a salir en 2005, el año en que el por entonces un tan solo muy prometedor tenista ganaba su primer Roland Garros. Desde la grada, donde a lo largo de los años la hemos visto tantas veces animar a su chico, su novia asistía emocionada a su primer gran triunfo. La primera imagen de los dos juntos se había producido ese mismo año durante la gala de entrega de los premios deportivos Siurells.
Desde entonces, poco se ha sabido de una relación sentimental en la que las muestras de cariño en público se han mantenido bajo mínimos, si no tenemos en cuenta los obligatorios besos que intercambiaban tras las numerosas victorias en los partidos de tenis de Nadal. Son pocos los testimonios gráficos que hay de Xisca, más allá de algunas fotografías de vacaciones con Rafa, o su presencia en partidos de gran relevancia para el tenista, en los que suele estar acompañada por la familia de su marido, donde lleva plenamente integrada muchos años.
La mallorquina es consciente de la relevancia internacional de su pareja y siempre ha sido su apoyo más férreo, pero sin perder de vista sus propios proyectos. Así, Perelló ha ido encontrando su lugar en el universo de su marido y trabaja en la fundación que creó su suegra, Ana María Parera, con quien está muy unida, en nombre de su hijo.
Poco amiga de dar entrevistas, precisamente sobre su fundación habló en la revista 'Elle', destacando que "el deporte y la educación son los elementos principales y comunes de todas las iniciativas que llevamos a cabo desde la Fundación Rafa Nadal. Ambos son nuestros pilares fundamentales, y en ellos basamos nuestro método de intervención".
Más se ha extendido el tenista sobre su relación y sobre sus planes de paternidad en entrevistas como la que protagonizaba junto a Bertín Osborne, en la que confesaba que "a mí me encantan los niños. Yo pensaba tener hijos cuando me retirase, pero se ha ido alargando el tema, pensaba que a los 30 estaría caput, pero no". Ya en 2018 había hablado sobre el estilo de padre que quería ser: "Me gustaría que mis hijos hicieran lo que les gustara, no tengo ninguna intención de forzarles u obligarles a seguir mis pasos en ningún sentido".
Su boda en Mallorca
En la conversación con el cantante, que tuvo lugar un año después de su boda, también habló con humor de que tras sufrir las impuntualidades de Nadal durante toda su relación y esperar más de 14 años a que le pidiera matrimonio, Xisca encontró el momento para vengarse. Tal y como ha confesado el propio tenista, su mujer, en su papel de novia, retrasó su llegada al altar todo lo que pudo poniéndole de los nervios. "En la boda me la devolvió por 20. Harta de esperar, debió pensar: 'ahora vas a esperar tú", aseguraba Rafa.
Una boda que se producía entre fuertes medidas de seguridad en la Fortaleza de Pollensa, después de que el tenista hincara la rodilla en el suelo mientras ambos estaban de viaje en Roma. Tan discreta como ellos mismos, la ceremonia contó con invitados tan ilustres como el rey don Juan Carlos y la reina doña Sofía.
La futura casa del bebé de Rafa y Xisca
Del enlace solo trascendieron las imágenes que los novios cedieron a la prensa, aunque el manacorí quiso despedir el año de su adiós a la soltería compartiendo en sus redes sociales la que probablemente fue la imagen más bonita de aquel día tan señalado. En ella, los novios sonríen cogidos de la mano bajo una lluvia de pétalos blancos con el Mediterráneo de fondo.
Tras celebrar una curiosa mini luna de miel, acompañados de varios familiares en Disneyland Paris, la pareja se ha centrado en poner a punto la que será la casa donde criarán a su primer hijo. Todavía sin acabar las obras de su futuro hogar, Rafa y Mery viven de momento en la mansión que los padres del tenista poseen justo enfrente de la que será su flamante residencia en Porto Cristo, el puerto de Manacor, su localidad natal.
Será allí donde los dos jóvenes vivan con tranquilidad estos meses de embarazo, rodeados de los suyos y mientras el futuro deportivo de Rafa Nadal sigue siendo una incógnita. "Para mí, regresar a Mallorca significa volver a una vida normal. La vida normal me hace feliz. No soy solo Rafa Nadal, el tenista. Me convierto en Rafa Nadal el ser humano, otra vez", dijo hace unos meses en una entrevista con la CBS.
Pese a lo importante de su última victoria en Roland Garros, nada menos que la decimocuarta vez que levantaba la Copa de los Mosqueteros, Rafa Nadal había recibido días antes una noticia aún mejor: el tenista y su mujer, María Francisca Perelló, estaban esperando su primer hijo. Los rumores eran cada vez más insistentes, llamando la atención la ropa holgada que lucía la directora de la Fundación Rafa Nadal, por ejemplo mientras navegaba en aguas mallorquinas hace unos días, y ahora se han confirmado, por fin, llenando de alegría el hogar de la pareja.