Julio Iglesias, el tercer hombre en el serial Preysler y Vargas Llosa
Parecía que por parte de Vargas Llosa, familia y amigos se había dado por zanjada la guerra con Preysler. Es entonces cuando llega la sorpresa de la mano de Julio Iglesias
Isabel Preysler abrió el melón del serial cuando explicó a través de sus exclusivas su ruptura con Vargas Llosa.
En las primeras declaraciones resaltaba que los celos infundados eran uno de los motivos de esos desencuentros que acabaron en separación tras ocho años de convivencia.
Más tarde, y a través de terceros, facilitó unos datos que no favorecían la imagen del recién nombrado académico de la Lengua Francesa. También cedió una carta que le había enviado, en los inicios del romance, Patricia Llosa, donde le contaba que los revoloteos sentimentales de su marido eran habituales. Más o menos decía a la nueva enamorada que el Nobel era un veleta sentimental.
Esta manera de actuar, desconocida hasta ahora en Isabel Preysler, revolucionó el panorama rosa. Sus últimas declaraciones, en los premios de liderazgo de mujeres organizados por la revista 'Elle', donde decía textualmente “he pasado página y he cambiado de libro”, marcaban un antes y un después en sus rupturas sentimentales.
Parecía que el serial ya había terminado y que por parte de Vargas Llosa, familia y amigos, se había dado por zanjado el asunto. Pero no ha sido así. Y es entonces cuando llega la sorpresa de la mano de Julio Iglesias. Mejor dicho, de una portada de la revista ‘Hola’ donde (asombrosamente) el cantante y primer exmarido entra también como actor secundario en la historia con unas declaraciones favorables para la madre de su primera camada, como él definía a su descendencia en aquellos años en lo que aún Miranda no existía.
Por cierto, Isabel Preysler no ha tenido relación fluida con ella ni tampoco con Julio Iglesias cuando ya los hijos comunes se hicieron adultos. Y la razón no tenía que ver con malos rollos, sino con la manera de ser del artista, que vive su vida.
Esta irrupción estelar en el mundo afectivo de Preysler tiene también su pasado, donde no siempre todo fue tan ideal. El famoso cheque Chábeli de un millón de pesetas que Julio transfería para sus hijos además del pago de colegios, seguridad y demás necesidades, creó en más de una ocasión complicaciones familiares.
También hubo 'Shakirazo' en varias de las canciones, en las que había frases del tipo “lo mejor de tu vida me lo he llevado yo” o “no vayas presumiendo por ahí”. Sin olvidar el comentario de Isabel Preysler cuando le dijo “tendré más portadas que tú”, que no sentó muy bien al cantante, como aseguró Jaime Peñafiel. Y efectivamente, en España así ha sido.
Hubo también un punto de inflexión en esas relaciones cuando nació Tamara, que lleva por segundo nombre Isabel.
Esto llevó a Julio Iglesias a preguntarse en una entrevista que concedió a Jesús Mariñas en la revista ‘Protagonista’ qué necesidad tenía su exmujer de repetir, cuando Chábeli, la niña de sus ojos, era la genuina Isabel. Y no sólo eso, sino que con cierta tristeza comentaría en aquel encuentro con el periodista y amigo: “¡Pobre Chábeli! Ya no será la única en esa casa”. Y, efectivamente, tampoco lo fue la propia Tamara porque años después llegó Ana.
Isabel Preysler siempre había sabido mantenerse en un plano de no agresión. Tuvo la suerte de que sus maridos también fueron elegantes y a todo dijeron amén. Nunca contaron las intimidades de sus separaciones, donde las cosas tuvieron muchas aristas. El marqués de Griñón se encontró con que tenía que abandonar el chalet de Arga donde vivían también sus dos hijos adolescentes, Xandra y Manolo Falcó. Los hijos no lo llevaron bien, pero mantuvieron públicamente la norma de la casa Griñón: discreción y silencio. Y así lo han mantenido a lo largo de sus existencias.
Julio Iglesias, por su parte, siempre fue a la suya. Él mismo reconoció a lo largo de su vida que no era un marido al uso. Isabel pasaba mucho tiempo sola con sus tres niños. Y fue entonces cuando irrumpió en su vida Carlos Falcó, marqués de Griñón. Así lo contaba Peñafiel, amigo de Julio Iglesias: “Era la primavera de 1978. Yo acababa de llegar a mi despacho en ‘Hola’, de la que yo era redactor jefe. Puse en marcha el contestador automático en el que, entre otros muchos mensajes de voces que se identificaban, escuché una femenina, anónima ella, que me informaba de una infidelidad de Isabel con su amor, que no era otro, según oía en la grabación, que el marqués de Griñón. Por aquel entonces, mantenía una muy buena relación con Isabel. Así que la telefoneé para advertirle de que alguien la quería mal y deseaba hacerle daño. No habían transcurrido treinta minutos cuando se presentó en mi despacho, acompañada de su íntima amiga de entonces, la duquesa de Cádiz, Carmen Martínez Bordiu”.
Isabel Preysler abrió el melón del serial cuando explicó a través de sus exclusivas su ruptura con Vargas Llosa.