En imágenes | Los detalles de la fiesta homenaje a Mario Vargas Llosa: del menú a los invitados

Tal y como estaba previsto, en torno a las 12 del mediodía, Mario Vargas Llosa llegaba a la finca El Jaral de la Mira en El Escorial, acompañado de sus hijos Gonzalo y Álvaro, a quien a su vez arropaba su pareja, Nada Chedid. Aunque en un primer momento se llegó a barajar una posible presencia de Patricia Llosa, según explican a Vanitatis, no ha sido así ya que la celebración no se trata de una mera reunión familiar. Además, siguiendo lo narrado a este digital, la exmujer del nobel se encuentra en Nueva York con dos de sus nietas que estudian y trabajan en la ciudad que (dicen) nunca duerme.

Más allá de la ausencia de la matriarca del clan, la fiesta homenaje al literato, organizada por la Cátedra Vargas Llosa en la propiedad del chef Mario Sandoval y sus hermanos, ha contado con un total de 450 invitados dispuestos a disfrutar de una velada irrepetible, que aúna ocio y cultura. Entre ellos, múltiples personalidades del mundo artístico, empresarial y político y cientos de amigos del protagonista desplazados desde Francia, Estados Unidos y Perú para la ocasión.

Tras la llegada del autor de ‘La ciudad y los perros’ y su posado ante la prensa, el evento daba su pistoletazo de salida con una pequeña novillada del torero Diego Urdiales, el cual decidía brindar una de sus orejas al maestro de las letras, como gesto de agradecimiento y admiración. Sin embargo, este no era el único sobre el ruedo. Cayetano Rivera, quien iba a ser el encargado de protagonizar la inauguración, pero que finalmente no pudo por una lesión, se encontró apoyando en todo momento a su compañero.

A continuación, Vargas Llosa y el resto de invitados pudieron disfrutar de un cóctel muy especial, cuyos aperitivos se diseñaron especialmente por Mario Sandoval para la ocasión. Boquerón marinado con esfera de aceituna, uva con crema de pistacho y nueces, buñuelo cremoso de bacalao o el steak tartar fueron algunos de los más solicitados entre los allí presentes.

Sin embargo, la gastronomía no ponía punto y final en la velada. Las 450 personas se desplazaron posteriormente al salón principal, donde se dispusieron un total de cuarenta y siete mesas, cada una con el nombre de un escritor y persona ilustre. Además, el menú también fue estampado sobre las mismas en forma de tarjetón: ensalada de perdiz escabechada con nueces y pasas, ceviche de gamba roja con leche de tigre y maíz liofilizado con esencia de cabeceras, cochinillo con su carne jugosa y en piel crujiente y tarta árabe. Esta fue la propuesta fusión hispanoperuana presentada sobre una vajilla de La Cartuja.

Rostros conocidos como Baldomero Falcones, Juan Cebrián, Lorenzo Bernaldo de Quirós, David Devesa, el escritor Manuel Francisco Reina, Mencía Borbón, Álvaro Castejón y Arnaud Maillard -fundadores de Alvarno-, el economista David Lacalle, Luis Alberto de Cuenca, Carlos Hernán, el expresidente Calderón, Federico Jiménez Losantos, Álvarez del Manzano, Fiona Ferrer, Begoña Villacís, Esperanza Aguirre o el artista Pedro Sandoval, que ayer mismo inauguró su gran exposición en el Real Conservatorio de Música y cerró el ciclo Picasso con la presencia de su nieto, han sido los encargados de acompañar al literato en este día tan importante.

Por último, se realizó una subasta, donde destacó la presencia del primer ejemplar de su próxima novela, que verá la luz este 26 de octubre y que pese a los rumores nada tiene que ver con su ruptura con Isabel Preysler. Este es un capítulo ya cerrado en su vida.