Iñaki Urdangarin, tras el fin de su condena: ¿puede viajar, trabajar, ser jurado, alquilar un piso...?
Hablamos con expertos para que nos detalles las consecuencias de haber pasado tantos años en prisión. Ser un personaje tan conocido juega en su contra pero también a su favor
Pedir un crédito, alquilar un piso, ser jurado popular o incluso viajar al extranjero pueden convertirse en una odisea si se tienen antecedentes penales. Y si uno se llama Iñaki Urdangarin, la situación puede llegar a complicarse: todos le conocen y todos saben de su condena. El exmarido de la infanta Cristina termina este martes, 9 de abril, su pena por varios delitos económicos, lo que le permitirá vivir en libertad absoluta.
Aunque esa libertad sigue sujeta a numerosos condicionantes. Sobre todo, si volviera a delinquir. Y para ello la ley es estricta: está escrita para que alguien que ha cometido un delito tenga dificultades para volver a cometerlo.
En el caso de Urdangarin además, se suma que su condena fue por delitos económicos distintos: un delito continuado de prevaricación con un delito de falsedad documental y de malversación de caudales públicos; otro de fraude a la Administración Pública: tráfico de influencias; y dos delitos contra la Hacienda. En total, la pena de cárcel sumó cinco años y 10 meses. Todos estos delitos conllevaban, además, multas económicas y en casi todos los casos inhabilitación para desempeñar cargos públicos y trabajar en la Administración.
Todo el mundo sabe
Preguntamos a varios expertos qué consecuencias tienen este tipo de condenas en el futuro de una persona una vez que ya ha cumplido con la pena. Monsterrat Antolino, fundador de Antolino Abogados, nos recuerda que Urdangarin es un personaje conocido y que todo el mundo sabe que tiene antecedentes, lo que influye en su búsqueda de empleo. “Hay empresas que pueden pedirte el certificado pero, al ser un personaje público, todo el mundo sabe que tiene antecedentes penales, todo el mundo que lo pretenda contratar lo sabe”.
Con todo, lo primero que hay que tener en cuenta, añade, es que “cuando termina una condena, cuanto antes se paga la responsabilidad civil, antes empiezan a correr los plazos para pedir la cancelación” de los antecedentes. Es decir, “puede ser que haya acabado la condena, pero no la responsabilidad civil: una vez acabado con todo, empiezan a correr los plazos de prescripción”.
En el caso del exduque, “al ser penas iguales o superiores a tres años, son cinco años para que pueda cancelarse”. Hay casos en los que la cancelación de los antecedentes penales puede alargarse a los 10 años. Así, dentro de los cinco siguientes años, es importante que la persona no reincida. “Como él ya tiene una condena previa, si tuviera otra por algún tipo de delito asociado, esos antecedentes computarían”, añade Antolino.
"Los antecedentes penales prescriben, se cancelan con el tiempo, pero la responsabilidad civil no, eso permanece, lo que implica que si Urdangarin no la ha satisfecho, cada vez que ingrese dinero, una parte se irá directamente al pago de esa responsabilidad", añade Jesús Mandri, abogado penalista.
Requisitos laborales
El departamento de Derecho de la Universitat Pompeu Fabra cuenta con un documento explicativo de los efectos de los antecedentes penales en la vida de una persona. Quizás el más notorio, y que más afectaría al protagonista de esta noticia, es el caso del mundo laboral. Sabemos que Urdangarin no tiene empleo, porque así lo afirma tanto su entorno legal como personal. Y hay “diferentes profesiones en que alguna ley requiere la presentación del certificado de antecedentes penales. Ocurre en alguna zona de España”, según la UPF, lo que podría impactar en la búsqueda de trabajo de alguien que ha finalizado su condena.
El tipo de delito afecta al tipo de trabajo al que uno aspira. Es decir, si se ha cometido un delito sexual, es difícil que se pueda tener un futuro profesional relacionado con el contacto con menores o con colectivos vulnerables a este tipo de delitos. Así pues, si el delito es de tipo económico o relacionado con la Administración Pública, el penado tendrá dificultad para acceder a empleos relacionados con su tipología delictiva.
En el mundo de las finanzas, la ley prevé que alguien con este pasado penal tenga complicado el acceso a un empleo como auditor de cuentas, que sea miembro directivo de una empresa financiera e incluso como directivo a una empresa de crowdfunding.
Jesús Mandri señala que en casi todos los casos, a excepción de los arriba numerados, "todo depende de la empresa: puede ser que un negocio no quiera ficharle por cuestión de prestigio pero que otro sí quiera para darse a conocer, lo que está claro es que no hay ley alguna que prohiba contratar a alguien, mas que en casos concretos, que ha terminado su condena aunque tenga antecdedentes penales".
El citado informe de la UPF señala, sin embargo, que “la exigencia del Certificado de Antecedentes Penales no implica una exclusión directa por todo tipo de antecedentes penales. Por un lado, en algunas profesiones la exclusión depende del tipo de delito. Por otro lado, en algunos casos la regulación dota del poder de valorar los antecedentes penales a algún ente de la Administración Pública”.
Residir fuera
En cuanto a residir en el extranjero, contar con antecedentes penales es siempre una desventaja. “Se puede restringir el acceso de entrada y residencia por razones de orden público, seguridad pública o salud pública” en un estado miembro de la Unión Europea a cualquier ciudadano europeo. Es más, “en este sentido se puede denegar la autorización de residencia a una persona en base a los antecedentes penales. Sin embargo, la misma ley establece que estas razones deberán ajustarse proporcionalmente a sus consecuencias y, de hecho, por sí solas no son razón directa para adoptar medidas, por lo que en la valoración no sólo se tienen en cuenta estos aspectos”.
Hay países en los que para entrar es necesario no contar con antecedentes penales y muchos otros que exigen que se presente un certificado en el que se demuestre que el viajero no cuenta con este tipo de antecedentes. Estados Unidos es un ejemplo claro: hay que pedir un visado especial porque el ESTA, que es el certificado que todo viajero debe rellenar para cruzar sus fronteras, se deniega a las personas con antecedentes. Una vez se ha pedido el visado, depende de las autoridades americanas el concederlo o no.
Mandri confirma que "viajar es lo que puede tener más complicado, incluso dentro del espacio Schengen. Hay países, como Alemania, que no permiten la entrada a personas con antecedentes penales de cárcel de más de tres años. Viajar, en su caso, es mucho más complciado que para el resto":
¿Y el día a día? ¿Puede pedir un crédito o tener tarjeta bancaria? "El día a día de una perosna con antecedentes penales puede ser ocmo el de cualquier, siempre dependenrá de la entidad con la que se topen, señala Mandri, quien añade: "Podría ser que por unos antecedentes penales como estos algún banco no quiera que tengas allí tu cuenta, que no te facilite una tarjeta de crédito e incluso que haya entidad que ni siquiera te den un crédito, pero no tiene por qué ser así, depende siempre, volvemos a lo mismo, de la entidad en cuestión".
Ni jurado ni armas
Según los expertos de la compañía de seguros AXA, los países más permisivos con los viajeros con antecedentes penales son República Dominicana, Italia, Francia y Suiza, mientras que los más restrictivos son Reino Unido y Japón.
No sólo en viajes y empleo los antecedentes penales tiene efectos: “Más allá de sus efectos en el trabajo y en procesos de extranjería, los antecedentes penales también pueden afectar a otros ámbitos”, detallan en este centro universitario. Los antecedentes penales “restringen algunos derechos políticos (ser miembro de un jurado, participar en algunas posiciones en Iniciativas Legislativas Populares, etc..), dificultan la obtención del permiso de armas, pueden suponer un problema en procesos de tutela, acogimiento y adopción de niños y niñas, impiden poder realizar algunas actividades de voluntariado, impiden obtener la licencia de perros peligrosos, y suponen un problema para acceder a algunos beneficios sociales”.
Pedir un crédito, alquilar un piso, ser jurado popular o incluso viajar al extranjero pueden convertirse en una odisea si se tienen antecedentes penales. Y si uno se llama Iñaki Urdangarin, la situación puede llegar a complicarse: todos le conocen y todos saben de su condena. El exmarido de la infanta Cristina termina este martes, 9 de abril, su pena por varios delitos económicos, lo que le permitirá vivir en libertad absoluta.
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