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Ruslana: “¿Siento presión de tener que ser un referente queer? No, porque no lo he buscado”
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ENTREVISTA

Ruslana: “¿Siento presión de tener que ser un referente queer? No, porque no lo he buscado”

Tras su paso por ‘OT 2023’ y lanzar su primer álbum, la cantante comienza una nueva era musical marcada por un nuevo sonido y un trabajo muy personal

Foto: Ruslana presenta su nuevo single, 'Ojeras'. (Cortesía)
Ruslana presenta su nuevo single, 'Ojeras'. (Cortesía)

Ruslana (10 de septiembre de 2005) todavía tiene 19 años y ya hace casi un año y medio que salió de la academia de ‘OT 2023. Para cuando entró en el talent show más longevo de la televisión en España, la joven ya había participado en unos 30 concursos musicales en todo el mundo —Polonia, Francia, Rusia, Bielorrusia, España…—, en cambio fue este el que le dio el reconocimiento como artista.

Su paso por el programa fue un éxito —a la vista está—. Durante varias semanas, Ruslana fue la concursante más aclamada por sus actuaciones. En cambio, ella sabía lo que quería más allá del concurso y quería también demostrarlo ante una audiencia tan masiva como la de ‘Operación Triunfo’, lo que también le ocasionó alguna que otra semana de disgustos y, sobre todo, muchas críticas por parte de los seguidores del programa.

placeholder El primer álbum de Ruslana, 'Génesis'. (Cortesía)
El primer álbum de Ruslana, 'Génesis'. (Cortesía)

Por eso al salir hizo lo esperado: sacar un disco donde la mayoría de las canciones eran más rockeras (lo que ella quería y sentía) que poperas (lo que la gente esperaba de ella) y triunfar con él (cuenta con casi 800.000 oyentes en Spotify). Ahora, tras ser una ‘Estrella de rock’ (así se titula una de las canciones del primer álbum), prueba ahora otros estilos, principalmente el pop.

Eso sí, Ruslana no deja de ser fiel a su actitud ‘macarra’ y sus letras siguen estando igual o más cargadas de verdad, sinceridad y críticas al mundo al que ahora pertenece y en el que está creciendo obligada a pasos agigantados.

Pregunta: En ‘El control’ y en ‘Ojeras’, tus dos últimos singles, hablas mucho de tus emociones. ¿Cómo te encuentras ahora mismo?

Respuesta: Pues como puedo (risas) Estoy muy bien con todas las cosas bonitas que me están pasando profesionalmente. Pero es complicado. Me encantaría decirte que lo llevo genial y que soy superdura, pero no, o sea, no sé. Depende del día.

P: ¿Por qué tus dos últimos singles van sobre tus emociones?

R: Creo que porque me gusta escribir cosas reales. He encontrado en la composición una manera de canalizar, por ejemplo, todo lo que me está pasando. Además de una forma que yo pueda monetizarlo y que todo el mundo esté contento con esto (ríe)

P: Imagino que estas dos canciones forman parte de una nueva etapa musical. ¿Cómo va a ser la Ruslana que va a venir ahora?

R: Me encantaría contarte más, la verdad, pero está en proceso. No hay un proyecto del todo sólido. ‘Ojeras’ creo que es el principio de algo nuevo. Algo que me apetece hacer, un sonido nuevo.

P: ¿Qué referentes tienes?

R: Un poco de todo. Tanto artistas jóvenes emergentes, como es el caso de Addison Rae, como la ola del pop que está volviendo muy fuerte con Sabrina [Carpenter], Chapell [Roan]... Las más top. Creo que es un momento bonito para el pop orgánico y yo quiero crear un sonido que siga siendo Ruslana, pero que sea algo nuevo.

P: ¿Esperas que la gente se sorprenda?

R: Creo que sí. Siempre intento sorprender. Creo que es un factor muy bonito y es lo que a mí también me gusta recibir siendo yo fan. Creo que no va a ser algo completamente de otro mundo, algo innovador, algo que nunca se haya hecho, pero creo que es un momento muy bonito para el pop orgánico, para el nuevo ‘come back’ de todo lo que está bien, del pop de siempre. Quiero encontrar mi lugar ahí, adaptando mi sonido de antes a esto y también mi discurso, sin dejar de ser esto [se señala a sí misma y al look rockero y grunge que lleva para la entrevista] a veces.

P: ¿De dónde nace la inspiración para tus canciones? ¿Siempre son personales?

R: Para mí, lo más fácil es que las canciones salgan de un sitio real. Muchas veces las escribo sobre cosas que me pasan, pero el día solo tiene 24 horas y a una no le da tiempo a vivir tantas cosas como canciones hay que escribir. Entonces muchas veces observo el mundo, a las demás personas.

Es guay hacer también el ejercicio de escribir una canción desde otra perspectiva o sobre tus amigas, sin decir nunca qué ha pasado realmente, que todo sea un secreto, pero que se pueda monetizar (risas). Al final, intento escribir de cosas que se entiendan, cosas que yo vivo, la realidad del mundo en el que vivimos a través de mis ojos.

P: ¿Y es fácil volcar cosas tan personales en una canción que va a ser tan pública? Especialmente en casos como el vuestro, concursantes de ‘OT’, que salís de un talent con mucho reality.

R: Para mí tiene un punto hasta de morbo, ¿sabes? Me gusta esconder cosas en las letras, pero también ver que, si yo lanzo un dardo, la gente lo recoge. Me parece mucho más agobiante lo que se pueda publicar en redes a veces sobre nuestros movimientos, ‘las miradas que se dirigen en un evento’ y no sé qué más cosas. La música tiene a su alrededor algo tan bonito y tan puro que me parece guay contar realidades a través de ahí. A mí, sinceramente, como que no me incomoda ni me da miedo. Que digan lo que quieran, jamás sabrán lo que es verdad.

placeholder Ruslana en la final de 'OT 2023'. (Prime Video)
Ruslana en la final de 'OT 2023'. (Prime Video)

P: Imagino entonces que no eres mucho de mirar las redes.

R: A veces caes inevitablemente. Los artistas a día de hoy tenemos que ser 360 en absolutamente todo. Igual Pablo López no tiene que estar publicando en Instagram y se puede dedicar su vida exclusivamente al arte. Las que somos jóvenes y emergentes, se espera que estemos activas en redes. Tampoco es que yo lo esté mucho. No soy mucho de investigar, porque me da un poco de pereza. Lo que más miro creo que son mis vídeos después de los conciertos.

P: Dices que a los jóvenes se os exige que seáis 360, pero ahí tú también tienes que sumarle que eres mujer. ¿Cuánta presión suma esto?

R: Esto no es tanto que venga siquiera de parte de la industria de la música, que a las mujeres se les exija más, sino que ya nos viene de nacimiento. Cuando te das cuenta de que eres una chica dices ‘hostia, todo lo que me espera’. Entonces es adaptarte un poco a eso, pero sin dejar, al menos en mi caso, la lucha y el discurso que van de la mano.

Luego también está la dualidad de que se nos exige que vayamos divinas, maquilladas, no sé qué, y cuando vas divina y maquillada, te dicen ‘es que vamos demasiado tal, demasiado cual’. Entonces, yo soy fiel defensora de que cada una vaya cómo se siente cómoda. El día que yo quiera salir en chándal, saldré en chándal y voy a hacer lo que me da la gana. Pero si me siento cómoda con mi pantaloncito corto, mis brillos, mi maquillaje, pues es lo que tengo que hacer.

Pero, a la vista está, que es terrorífica la desigualdad en las exigencias entre los hombres y las mujeres en la industria.

placeholder Ruslana, en la rueda de prensa tras la final de 'OT 2023'. (Europa Press)
Ruslana, en la rueda de prensa tras la final de 'OT 2023'. (Europa Press)

P: Luego está la delgada línea entre lo que se exige estéticamente y que os digan que os estáis hipersexualizando.

R: Claro, ¿qué es lo que está bien? Pues nada está bien y nada está mal. Tiene que haber para todos los gustos. Pero claro que hay una lucha en muchos ámbitos, entre ellos la música, porque la música también es el mundo real. Por eso hay que mantenernos siempre muy firmes en los discursos. Pero en todos: los derechos de las mujeres, los derechos de la comunidad lgtbiq+...

P: Además en tu caso también está el factor edad. La edad en las mujeres parece que solo importa cuando envejecéis y se os critica, pero tú ahora mismo tienes 19 años y se espera de ti unas cosas cuando todavía eres una niña…

R: Yo a veces cuando me siento mal digo ‘pobrecita mía, todo lo que tienes que estar viviendo’. Pero, entre otras muchas cosas, tengo personalidad de tía dura frente a las dificultades del mundo, tanto en lo laboral como en la vida. A veces se te presentan muchas cosas que… Por ejemplo, estoy muy enfadada con el sistema educativo porque a mí nunca se me enseñó qué es una factura, qué es una nómina, ser autónoma… muchas cosas que vas aprendiendo sobre la marcha y estos años están siendo intensos. Pasará el tiempo que tenga que pasar, miraré atrás y diré ‘joder, lo que has vivido con 20 años’.

P: ¿Crees que te ayuda tu imagen más de macarra para ser un poco más políticamente incorrecta?

R: No creo que me ayude, porque eso al final se lleva dentro. Aunque cambie de estilo musical o de look, siempre voy a seguir siendo así. El ‘rock and roll’ es un estilo de vida. Tener clara mi postura, lo que yo quiero y el no ceder en según qué cosas es algo que siempre voy a llevar dentro.

P: ¿Cuánto hay de la Ruslana más personal en la Ruslana artista o figura pública?

R: Casi todo. No creo que tenga un personaje. Cuando te subes a un escenario te conviertes en una desfasada, pero luego en mi casa veo ‘Aquí no hay quien viva’ con un té, tranquilita. Existe esa dualidad en cuanto a compostura, más que ideas o discurso.

P: Y al combo de artista, mujer y joven, hay que sumarle también que perteneces al colectivo. Algo que, en cuanto tú lo tratas con normalidad y de forma pública, se te cuelga el sambenito de ser un referente.

R: Pasa de forma natural. O sea, me alegro muchísimo de ser referente para niñas más jóvenes o incluso más mayores. Pero, ¿lo he buscado? No. ¿Tengo encima la presión de tener que serlo? No, porque no lo he buscado. Voy a seguir opinando lo que siempre he opinado y ya está. El día que a mí se me tache de ‘cómo puede opinar no sé qué si es un referente’, me va a dar bastante igual porque yo no he buscado ser un referente para nadie. La música sirve para ayudar y evadirte en ciertos momentos y parte de algo. Me parece muy bonito formar parte de la comunidad como artista, es un nicho muy culturalmente enriquecedor en estos tiempos.

P: Tú eres bisexual y posiblemente la orientación sexual en la que tenemos menos referentes. Hace poco ocurrió que salieron unas fotos con Billie Eilish besándose con un hombre o cuando Anna Castillo cuando empezó a salir con Álvaro Mel, y hubo un movimiento de reproche, enfado, decepción entre la gente muy loco.

R: Ahí hay otro melón que voy a abrir: hay un problema que es el odio dentro de la comunidad. Me parece muy loco y de las cosas más inhumanas. Hay odio de gente, los fachas, por ejemplo, que lo puedo llegar a entender, porque tú hay algo que no entiendes y eres de otra creencia. Pero perteneciendo a la comunidad y que aún así exista discriminación me parece incluso peor. Por eso hay que seguir en ese camino y dejar claro que no quiero que se me juzgue ni se me mire raro si el día de mañana yo estoy con un hombre. ¿Qué pasa? ¿Cuál es tu problema?

P: Y ya, para terminar. Estando en el momento en el que estás: componiendo, haciendo conciertos, yendo a festivales… ¿Crees que podrás parar en algún momento?

R: Mi mentora, Lola Índigo, que me ha amadrinado, un día dijo: ‘No he parado de trabajar en siete años (ahora ocho), ha sido duro, pero aquí están los resultados’. Entonces, yo no quiero parar de trabajar. Ojalá no dejar de trabajar en ocho años -mi cuerpo y mi vida me lo permiten por ahora- y, dentro de unos cuantos años más, jubilarme tranquilamente, tener muchas mascotas y una casa muy grande con una piscina enorme.

P: ¿Pero crees que existe la jubilación para los artistas? Cuando vivís de algo que es vuestra pasión.

R: Hay gente que lo consigue y otra no. Lady Gaga tiene todo y sigue haciendo cosas. Pero mira Rihanna, a ella le da igual. ¿Para qué más? Creo que la gente que ha vivido tanto éxito, no es que no quieran más ser músicos ni que se les haya acabado el amor hacia el arte, pero paras un poco con este jaleo que es muy agotador y los 10 años se convierten en 30.

Ruslana (10 de septiembre de 2005) todavía tiene 19 años y ya hace casi un año y medio que salió de la academia de ‘OT 2023. Para cuando entró en el talent show más longevo de la televisión en España, la joven ya había participado en unos 30 concursos musicales en todo el mundo —Polonia, Francia, Rusia, Bielorrusia, España…—, en cambio fue este el que le dio el reconocimiento como artista.

Operación Triunfo