Movimientos en el divorcio de Pep Guardiola y Cristina Serra: todas las pistas

Hace casi un año que Pep Guardiola y Cristina Serra pusieron fin a su matrimonio, y aunque el proceso legal parecía haberse estancado, los últimos movimientos confirman que el divorcio sigue su curso.

Según ha podido comprobar Vanitatis, la empresaria catalana ha salido de la sociedad familiar que compartía con su hermana. Fuentes cercanas insisten en que “todo sigue igual”, pero los registros oficiales cuentan otra historia: Cristina no aparece en su empresa Serra Claret SL.

También han cambiado las cosas en la fundación que el entrenador creó hace años: su exmujer no figura como directora desde abril, cuando fue cesada. Mientras, en España aparece como simple patrona, y en el registro británico su nombre ha desaparecido por completo. Es decir, en la Guardiola Sala Foundation, con sede en Manchester, el nombre de Cristina Serra no aparece ya ni como patrona.

A todo esto se suma otro dato revelador: Pep Guardiola ha adquirido una nueva vivienda en Barcelona, según informaron el miércoles Las Mamarazzi en su programa Pop&Cor (2Cat). El técnico, que sigue dirigiendo al Manchester City, parece querer disponer de un espacio propio en la ciudad cada vez que regrese, algo que antes hacía en la casa familiar de Pedralbes, donde ahora reside Cristina Serra.

Guardiola mantiene además otras propiedades a su nombre, tanto en su Santpedor natal como en el barrio barcelonés de Sant Gervasi, donde la familia vivió antes de trasladarse a Reino Unido. Instalados e integrados en Reino Unido, decidieron comprar la citada espectacular vivienda en Pedralbes, cerca de la súperexclusiva avenida Pearson. La mansión se convirtió en su base en España durante los últimos años y después fue la casa a la que se mudó Cristina Serra con su hija menor mientras Pep se quedaba en Manchester.

Como vemos, todo apunta a que el técnico catalán no volverá a compartir el espacio familiar con su exmujer. Según contaron Laura Fa y Lorena Vázquez, Guardiola busca construir una vida independiente en Barcelona, alejada del entorno familiar en el que residía antes.

Y mientras Serra se instalaba en Barcelona, Pep Guardiola realizaba algunos movimientos que, vistos con perspectiva, podrían haber anticipado su separación. En 2022 -hace tres años- el entrenador del Manchester City compró una gran propiedad en su Santpedor natal: un terreno con una casa y otro solar anexo, que amplía notablemente la extensión de la finca. Un gesto que, en aquel momento, pasó inadvertido, pero que hoy cobra un nuevo significado.

Detrás de la ruptura hay algo más que distancia geográfica. Fuentes del entorno explican que la obsesión del entrenador por su trabajo y la intensidad con la que vive cada temporada fueron minando la relación. Con los hijos ya mayores y caminos profesionales distintos, la distancia física acabó convirtiéndose en emocional.

Ahora, cada uno sigue su camino: ella, centrada en su familia y en sus proyectos en Barcelona; él, en Manchester, con el City y con una nueva casa que simboliza -más que ninguna otra cosa- el cierre definitivo de una etapa.