Blanca, radiante y con la tiara de Lady Di va Kate Middleton

Desde que volvió de su baja de maternidad, Kate Middleton ha tenido una agenda imparable. Buen ejemplo de ello lo encontramos esta semana. El martes a mediodía, los duques de Cambridge ofrecieron en el palacio de Kensington una fiesta navideña dedicada a los familiares del personal de la RAF destinado en Chipre, una tropa a la que visitarán este miércoles en el propio país. Pero antes de partir hacia la isla, Guillermo y Kate asistieron a una cena de gala.

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Cada año por estas fechas, la reina Isabel II organiza en el palacio de Buckingham una recepción al cuerpo diplomático y cabe remarcar que, cada año, nos quedamos con las ganas de ver el look de la duquesa. Y es que normalmente tan solo podemos verle la tiara gracias a unas cuantas fotografías que le toman a la llegada de palacio. Pero este año los Windsor quisieron compartir con sus ciudadanos unas instantáneas del evento con las que pudimos disfrutar del delicado estilismo de Kate.

Kate, que parecía haberse vestido de nuevo de novia y estaba blanca y radiante, estrenó un vestido de escote asimétrico con detalles de pedrería y cintura marcada de la diseñadora británica Jenny Packham, una de sus favoritas, sobre todo para los acontecimientos de gala. La duquesa lucía orgullosa la insignia de la Royal Family Order, que le otorgó la soberana precisamente hace un año. Se trata de una orden solo de mujeres de la familia a las que la soberana reconoce su labor por la 'firma'.

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Siguiendo la estela de los últimos eventos de largo a los que ha asistido, como la cena de Estado ofrecida en honor a Guillermo Alejandro y Máxima de Holanda, la duquesa coronó su cabeza con la Cambridge Lover's Knot Tiara, la favorita de su difunta suegra. Creada con diamantes de talla brillante y perlas en forma de gota por la joyería Garrard, la diadema data de 1913. Fue un encargo expreso que realizó la reina Mary, esposa de Jorge V, ya que desde bien pequeña había admirado una tiara de su abuela, la princesa Augusta de Hassel-Kassel, de características similares a esta y quería poseer una parecida.

A su muerte, la reina Mary dejó la tiara a su nieta, la reina Isabel II, quien cedió el uso a su nuera, Lady Di. La madre del príncipe Guillermo lució la joya en numerosas ocasiones y llegó a convertirse en su favorita. Tanto es así que la utilizó para el mítico reportaje realizado por Mario Testino para 'Vanity Fair'. Cabe recordar que años después comentaría durante una entrevista que el movimiento oscilante de las perlas le provocaba dolor de cabeza. Tras su divorcio del príncipe de Gales en 1997, la tiara regresó a la Corona británica y no fue hasta diciembre de 2015 cuando Kate la rescató.