Emoción, simbología y solemnidad: el funeral del duque de Edimburgo, en imágenes
La personalidad y deseos del marido de la reina Isabel se respetaron al máximo a la hora de darle un último adiós sentido, pero planificado al milímetro
Este sábado será muy recordado en los calendarios reales. Se daba sepultura, después de ocho días, al duque de Edimburgo, que fallecía el pasado 9 de abril en el castillo de Windsor, donde también reposarán sus restos. Su último adiós fue muy solemne y sobre todo, planificado al milímetro. Pero también y especialmente, muy acorde con su personalidad y con sus deseos. No fue un funeral de Estado, pero sí se le rindieron honores militares durante los diferentes actos que se llevaron a cabo, plagados de detalles y de simbología que hacía referencia a sus orígenes, a su vida, a su carrera militar y, sobre todo, a su papel como consorte de Isabel II, algo que en muchos momentos de sus siete décadas acompañándola en el trono no fue precisamente fácil. Este es el resumen, en imágenes, del funeral del duque de Edimburgo:
Así han amanecido los alrededores de la capilla de San Jorge, el lugar elegido para el funeral.
El castillo de Windsor ha estado blindado desde primera hora de la mañana, con centenares de policías armados que han inspeccionado todas las inmediaciones.
Todo estaba planificado al milímetro, desde la disposición de los diferentes miembros de las órdenes militares que han participado en los actos hasta el horario, cronometrado al segundo.
Los hijos del duque de Edimburgo han encabezado la comitiva que ha acompañado al Land Rover con su féretro.
Han recorrido a pie la distancia que separa el llamado Cuadrángulo de Windsor con la capilla de San Jorge.
Este ha sido uno de los detalles más conmovedores: el carruaje del Duque, que él mismo diseñó, con los guantes, la gorra y la manta que solía utilizar cuando montaba. Ha estado tirado por sus dos ponis favoritos, Balmoral Nevis y Notlaw Storm.
Los príncipes Guillermo y Harry han desfilado separados por su primo, Peter Phillips.
Una de las imágenes más impactantes, con los ocho porteadores del féretro entrando en la capilla y la comitiva subiendo por la escalinata del castillo de San Jorge.
El ataúd estaba cubierto por el estandarte del duque de Edimburgo, junto con un centro de flores, su espada y la gorra de la Royal Navy.
La emoción estuvo a flor de piel y el príncipe Carlos contuvo a duras penas las lágrimas.
La reina Isabel esperó sola la llegada del féretro con los restos de su marido, en el asiento asignado para ella en la capilla de San Jorge.
Camilla fue la única que escogió una mascarilla estampada, además de un simbólico broche.
Zara y Mike Tindall no han faltado al funeral a pesar de que dieron la bienvenida a su tercer hijo el pasado 21 de marzo. Un niño al que han llamado Lucas Philip, precisamente en homenaje al abuelo de Zara.
Una vez más, Sophie de Wessex fue la más emotiva y no pudo contener las lágrimas, como ya sucedió cuando se presentó ante los medios, poco después de saberse que el duque de Edimburgo había fallecido.
Se había pedido a los asistentes que no cantaran. Todos, incluida la reina Isabel, escucharon la música -seleccionada por el propio príncipe Felipe- con la cabeza inclinada hacia abajo.
El príncipe Harry guardó cuarentena desde su llegada a Reino Unido hasta la mañana del funeral y lo presenció solo, en una imagen muy gráfica de su situación actual dentro de la familia real.
A pesar de las circunstancias y de que los looks quedaban este sábado en un segundo plano, Kate Middleton estaba impecable.
Era el primer acto público de la familia real al que asistía el italiano Edoardo Mapelli ya convertido en el marido de la princesa Beatriz de York.
La princesa Eugenia de York y Jack Brooksbank también han acudido al sepelio como padres recientes. Ellos recibieron a su primer hijo el pasado 9 de febrero y también quisieron homenajear al duque de Edimburgo al escoger su nombre: August Philip Hawke.
Lady Penny Knatchbull era la única asistente al funeral que no tenía ningún lazo familiar con el duque de Edimburgo. Pero sí tenía una amistad muy estrecha tanto con él como con la reina Isabel. De hecho, en su momento fue señalada como una de las amantes del marido de la monarca.
El príncipe Philipp de Hohenlohe-Langenburg era el nieto de Margarita de Grecia, la hermana mayor del duque de Edimburgo. Junto al príncipe Bernhard, heredero de la casa de Baden -nieto de Teodora, otra de sus hermanas- y el príncipe Donatus, actual Landgrave de Hesse, ha sido uno de los invitados que han representado a la familia de sangre del príncipe Felipe.
Este sábado será muy recordado en los calendarios reales. Se daba sepultura, después de ocho días, al duque de Edimburgo, que fallecía el pasado 9 de abril en el castillo de Windsor, donde también reposarán sus restos. Su último adiós fue muy solemne y sobre todo, planificado al milímetro. Pero también y especialmente, muy acorde con su personalidad y con sus deseos. No fue un funeral de Estado, pero sí se le rindieron honores militares durante los diferentes actos que se llevaron a cabo, plagados de detalles y de simbología que hacía referencia a sus orígenes, a su vida, a su carrera militar y, sobre todo, a su papel como consorte de Isabel II, algo que en muchos momentos de sus siete décadas acompañándola en el trono no fue precisamente fácil. Este es el resumen, en imágenes, del funeral del duque de Edimburgo: