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Ni Carlos ni Guillermo: los dos inesperados apoyos de Isabel II tras la muerte del duque
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LUTO EN WINDSOR

Ni Carlos ni Guillermo: los dos inesperados apoyos de Isabel II tras la muerte del duque

La monarca ha recibido el consuelo incondicional de su nuera Sophie, además del de Archie Miller-Bakewell, quien además podría acompañarla en el funeral del sábado

Foto: La reina Isabel, en una imagen de archivo. (Reuters)
La reina Isabel, en una imagen de archivo. (Reuters)

Desde que el príncipe Felipe falleciera el pasado viernes, el castillo de Windsor ha sido un constante trasiego. No solo por todos los preparativos para el funeral del duque de Edimburgo, este próximo sábado, sino porque las visitas a la reina Isabel han sido constantes. Pero hay una presencia un tanto especial y que la monarca agradece más que el resto. Es la de una de sus nueras, Sophie, esposa del príncipe Eduardo. La condesa de Wessex se ha convertido en uno de los dos apoyos principales de su suegra tras la muerte del príncipe y es habitual verla entrar y salir de Windsor para acompañarla cada día. Los más cercanos a la familia aseguran que se ha convertido en una "importante fuente de consuelo" para Isabel II, algo que no extraña teniendo en cuenta la estrecha relación que las une hace años.

Y eso que Sophie de Wessex no entró con muy buen pie en la familia, después del escándalo en el que se vio implicada. Fue engañada por un periodista que se hizo pasar por un posible cliente y la grabó con cámara oculta hablando de, entre otros, la reina madre y el entonces primer ministro, Tony Blair. Una polémica que zanjó cerrando el negocio y volcándose en su trabajo dentro de la Casa Real. Las consecuencias no pudieron ser más positivas: los medios siempre han destacado su entrega, su profesionalidad y su discreción. Tres rasgos que la reina Isabel ha sabido valorar. Aunque quizá no despierta el mismo interés mediático que sus sobrinas políticas, Kate Middleton y Meghan Markle, su papel dentro de la institución es fundamental. No solo ha viajado por muchos países de forma solidaria en nombre de la propia monarca, sino que su experiencia en las relaciones públicas hace vital su presencia en las visitas de Estado de mandatarios de otros países, acompañando a las primeras damas, reinas o princesas durante su estancia en Reino Unido.

placeholder La reina Isabel y Sophie de Wessex, en una imagen de archivo. (Reuters)
La reina Isabel y Sophie de Wessex, en una imagen de archivo. (Reuters)

Pero su papel es tan importante a nivel institucional como afectivo. A pesar de la distancia generacional, su relación con la reina Isabel es excelente, así como lo era con el príncipe Felipe. Las complicaciones en su parto y los problemas de salud de su hija mayor, Lady Louise -a la que, por cierto, se consideraba la favorita del duque de Edimburgo-, le hicieron acercarse mucho a la monarca, con la que incluso comparte frecuentes paseos a caballo, una de las grandes aficiones y más conocidas de la reina. Suyas han sido las muestras de tristeza más evidentes en estos últimos días, tras haber fallecido el duque, ya que no ha podido evitar las lágrimas en público, por muy acostumbrada que esté a los protocolos y etiquetas.

placeholder Sophie de Wessex y su hija Louise, tras una misa en memoria del duque de Edimburgo. (Reuters)
Sophie de Wessex y su hija Louise, tras una misa en memoria del duque de Edimburgo. (Reuters)

Aunque Sophie de Wessex no es la única persona en la que la monarca ha encontrado consuelo. La prensa británica apunta al brigadier Archie Miller-Bakewell como una de las pocas personas -si no la única- que podrían asistir al funeral del duque de Edimburgo sin ser de la familia, ya que pertenece al llamado 'grupo burbuja' de la reina, algo muy importante de cara a la organización y la asistencia a la misa en memoria del príncipe Felipe. El motivo es que era el secretario privado del duque, por lo que trabajó codo con codo con él en los últimos diez años, convirtiéndose en la persona de más confianza y su ayudante de mayor rango. Él fue quien organizó toda su agenda hasta su retirada en 2017 y siguió a su lado cuando dijo adiós a sus compromisos oficiales.

Atendiendo a las restricciones por el covid, las 30 personas que puedan asistir al funeral tendrán que sentarse en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor con mascarillas y separados por casas al menos dos metros. Es decir, Carlos y Camilla pueden sentarse juntos; Guillermo y Kate también; pero entre una pareja y otra tiene que existir la suficiente distancia. Ahora bien, esto dejaría a la reina Isabel sola en primera fila, a no ser que se haga acompañar de una persona de su 'grupo burbuja', donde entraría en juego el brigadier, que ha vivido con la pareja durante su confinamiento en Windsor. Su presencia tendría así doble sentido: no solo darían su lugar a la persona en la que más ha confiado el duque de Edimburgo en la última década, sino que también supondría un importante apoyo para la monarca en la despedida de su marido, que de otra forma no podría tener.

Desde que el príncipe Felipe falleciera el pasado viernes, el castillo de Windsor ha sido un constante trasiego. No solo por todos los preparativos para el funeral del duque de Edimburgo, este próximo sábado, sino porque las visitas a la reina Isabel han sido constantes. Pero hay una presencia un tanto especial y que la monarca agradece más que el resto. Es la de una de sus nueras, Sophie, esposa del príncipe Eduardo. La condesa de Wessex se ha convertido en uno de los dos apoyos principales de su suegra tras la muerte del príncipe y es habitual verla entrar y salir de Windsor para acompañarla cada día. Los más cercanos a la familia aseguran que se ha convertido en una "importante fuente de consuelo" para Isabel II, algo que no extraña teniendo en cuenta la estrecha relación que las une hace años.

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