¿Por qué tanto hermetismo sobre Charlène y su enfermedad? Hablamos con expertos
Este viernes, nos despertábamos con buenas noticias sobre la princesa Charlène de Mónaco, después de leer las palabras esperanzadoras del príncipe Alberto en una revista
Este viernes, nos despertábamos con buenas noticias sobre la princesa Charlène de Mónaco: el príncipe Alberto había concedido unas declaraciones a la revista 'People' sobre el estado de salud de su mujer, en las que auguraba que su regreso podría ser antes de lo esperado. Eran buenas noticias, al menos, hasta que conocíamos la información que el portal 'News24' publicaba poco después, asegurando que la princesa había sido ingresada en un hospital, después de sufrir un colapso, seguramente derivado de su propia condición médica. Una información que añadía aún más confusión. Porque si algo ha caracterizado estos meses es el hermetismo que ha habido sobre Charlène y su enfermedad.
El Palacio de Mónaco ha sido más que escueto a la hora de ofrecer información sobre el estado de salud de la esposa del soberano durante este tiempo. Los comunicados han sido vagos, en ocasiones hasta ambiguos y, sobre todo, faltos de detalles. Lo único que se ha sabido con seguridad es que contrajo una infección otorrinolaringológica, derivada de la colocación de un injerto, para lo que tuvieron que elevarle el seno maxilar. Ella misma aportó otro dato al portal sudafricano que mencionábamos antes. Durante una entrevista, concretó que la operación le había provocado una infección en los senos nasales -conocida como sinusitis-, pero sin dar más detalles de por qué había derivado en problema tan grave, ya que a priori no es habitual que una sinusitis impida a quien la padece viajar durante meses.
La opacidad que ha habido desde que se supiera de su problema de salud ha llevado a rumores y especulaciones de todo tipo. Por eso, desde Vanitatis hemos querido hablar con personal médido especializado en el área de otorrinolaringología para que despejaran nuestras dudas. Por ejemplo, si es normal una convalecencia tan larga, qué consecuencias podría tener el hecho de viajar en avión o a qué podrían haberse debido las operaciones a las que se ha sometido tras contraer la infección. Y todas las respuestas nos llevan al mismo punto: la información que hay es tan escasa que no pueden contestar.
Así nos lo dicen diferentes especialistas consultados: "El término ORL es demasiado genérico, puesto que la otorrinolaringología abarca diversas áreas anatómicas". Con lo cual, dependiendo de si su infección afecta a la nariz, la garganta o los oídos, a una combinación de ellos o dependiendo de su gravedad, los médicos expertos en el área podrían aclararnos las dudas, pero sin tener esos datos es imposible, tal y como nos apuntan. Habría que saber cuál es el problema concreto que padece actualmente Charlène para poder hacer una valoración de si su prolongada estancia en Sudáfrica entra dentro de lo normal en estos casos o no.
La misma respuesta nos encontramos en otros centros con los que hemos querido contrastar la información. Las posibilidades son tantas al hablar del área ORL que es muy difícil ni siquiera acercanos al verdadero problema de Charlène. Solo por mencionar algunas de las enfermedades más frecuentes que afectan a estas partes del cuerpo humano, nos encontramos con varios tipos de otitis y las complicaciones derivadas de ella, traumatismos, laberintitis... Y eso por no hablar de los numerosos problemas que pueden afectar a la nariz y la laringe, puesto que, si hacemos caso a lo que ella misma explicaba, deducimos que el gran problema actual -no sabemos si el único- está en los oídos, puesto que es lo que ha alegado para explicar que no pueda volver a casa.
Otra voz nos arroja algo más de luz. Basándonos en que la infección fuera derivada de esa operación odontológica que les contábamos al principio, nos dice que puede ser perfectamente posible que se haya extendido a los senos nasales y de ahí a los oídos: "Además se le podría pasar a la sangre, que eso sí que es para preocuparse mucho". No solo corroboraría la versión de la imposibilidad de Charlène para volar, sino que explicaría también el hecho de que se la haya visto tan delgada en las últimas fotografías con Alberto: "Si el problema empezó en la boca, puede tener dificultad para comer". Pero también nos indica lo mismo: hay que saber el problema concreto para poder valorar si es normal una convalecencia tan prolongada y tantas operaciones, de las que no se han dado más detalles.
Como decimos, ha habido todo tipo de especulaciones, desde que la situación sentimental de la pareja no sea la mejor hasta que su problema de salud sea tal cual nos lo están contando, siempre teniendo en cuenta que lo que se ha contado es más bien poco. Y una de las preguntas que ronda por las cabezas de los que siguen este tema es por qué Charlène prefiere ser tratada en Sudáfrica y no acercarse a Europa. Y la respuesta es tan simple como lógica: para una persona de la condición de Charlène -es decir, con gran poder adquisitivo-, la sanidad en el país es excepcional, con estupendos especialistas, según nos cuentan desde allí. De hecho, el ingreso del que se informaba este viernes ha tenido lugar en una cadena de hospitales privados y de gran prestigio que está por todo el país.
Así pues, parece que el Palacio de Mónaco no está por la labor de resolver todas las dudas, las especulaciones y los rumores generados en los últimos meses. Como tampoco de terminar con la preocupación lógica por Charlène, acentuada además por el último ingreso hospitalario. Los medios han demandado a Palacio más transparencia en este sentido, pero parece que desde la oficina del príncipe Alberto se va a seguir con la misma política: una información puntual y más bien escasa, sin satisfacer todas las dudas que, día tras día, siguen apareciendo sobre la enfermedad de la princesa.
Este viernes, nos despertábamos con buenas noticias sobre la princesa Charlène de Mónaco: el príncipe Alberto había concedido unas declaraciones a la revista 'People' sobre el estado de salud de su mujer, en las que auguraba que su regreso podría ser antes de lo esperado. Eran buenas noticias, al menos, hasta que conocíamos la información que el portal 'News24' publicaba poco después, asegurando que la princesa había sido ingresada en un hospital, después de sufrir un colapso, seguramente derivado de su propia condición médica. Una información que añadía aún más confusión. Porque si algo ha caracterizado estos meses es el hermetismo que ha habido sobre Charlène y su enfermedad.