Del incidente con la alfombra al suculento menú: los detalles de la cena de gala en Suecia
Era la primera cena de gala pospandemia que los reyes suecos organizaban para otros reyes, y la primera a la que Felipe y Letizia asisten desde 2017
Una esperada cita, un palacio engalanado para la ocasión y ocho royals luciendo sus mejores galas para un encuentro más que especial, inédito hasta la fecha. Así podríamos resumir la velada que los reyes Carlos Gustavo y Silvia ofrecieron en su residencia oficial en honor a don Felipe y doña Letizia. Pero durante esta cena de gala en Suecia hubo muchos más detalles que llamaron nuestra atención, desde una alfombra rebelde hasta un suculento menú que royals e invitados pudieron degustar en un comedor absolutamente fastuoso y preparado para acoger esta cita, la segunda que vive tras el estallido de la crisis pandémica y la primera recibiendo a otros reyes.
1. La alfombra rebelde
La noche no empezaba con muy buen pie. Cuando los reyes Carlos Gustavo y Felipe accedieron al salón donde tendría lugar el tradicional besamanos de los invitados, lo hicieron precedidos de dos miembros del personal de palacio. Uno de ellos, involuntariamente, levantó una esquina de la alfombra que cubría prácticamente todo el área del salón. Afortunadamente el rey sueco estuvo al quite y al pasar al lado se detuvo unos segundos para colocarla bien y evitar que las reinas, que les seguían, tuvieran algún problema con sus largos vestidos.
2. El carácter de Carlos Gustavo
El monarca no puede evitar que la fama de áspero y arrogante lo acompañe desde que asumió el trono, hace casi cinco décadas. Suele decir lo que piensa en cada momento, aunque no sea lo más protocolario ni lo más correcto. Y durante la cena de gala en el Palacio Real, tuvimos un buen ejemplo. Tras los saludos, los cuatro reyes se colocaron para posar frente a los fotógrafos. Un momento en el que hubo una pequeña confusión con las posiciones de cada uno. Si ya la cara no fue de especial agrado, no dudó en meter prisa a los fotógrafos para que terminaran lo más pronto posible.
3. Letizia la habladora
Que a Letizia le gusta hablar con sus acompañantes es de sobra conocido. Y lo volvía a demostrar tanto durante la cena de gala como en momentos previos. De momento, cuando le tocaba el turno de pasar delante de los Reyes a la alcaldesa de Estocolmo, no dudó en intercambiar con ella alguna frase, algo que no había hecho con el resto de invitados, ni tan siquiera con los que está relacionada más estrechamente. Después, la vimos charlar muy animadamente con la princesa Sofía, mostrando una actitud muy cómplice antes de acceder al salón. Ya durante la cena, su compañero de conversación fue el príncipe Daniel, marido de la princesa Victoria y futuro rey consorte.
4. De H&M y de Victoria (de Suecia)
La elección de la reina Letizia para la velada de gala no dejaba indiferente a nadie, principalmente por tres motivos. Por un lado, escogió un diseño de la firma H&M -todo un guiño a Suecia-, perteneciente a su colección sostenible Conscious. Así que se considera una prenda low cost, ya que su precio son unos 300 euros, no muy elevado si tenemos en cuenta que es un vestido de gala. Pero lo más curioso es que es un diseño que la princesa Victoria también tiene en su armario. Es uno de los que estrenó para las fotografías del décimo aniversario de su boda con Daniel Westling. Eso sí, ella le hizo una modificación, añadiéndole unas mangas transparentes.
5. La tiara de siempre
Desde su enlace, la princesa Sofía ha asistido a unas 20 cenas de gala. Y de ellas, solo en dos ha lucido una tiara que no fuera la de su boda, regalo de los reyes Carlos Gustavo y Silvia por su enlace. Y es la misma que escogía para cenar con los Reyes de España. Cierto es que es una pieza muy versátil, que se puede utilizar como gargantilla y que las piedras que la rematan se pueden intercambiar según el look o la ocasión. Pero muchos dudan de si Sofía siempre luce esta tiara por elección propia o porque tiene restringido el acceso al joyero de los Bernadotte.
6. Las condecoraciones
Todos los royals presentes en la velada de gala lucían condecoraciones. En el caso de la familia real sueca, las que el rey Felipe les había entregado horas antes. La reina Silvia, la de Carlos III; la princesa Victoria, la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica; y Daniel, Carlos Felipe y Sofía, la Orden del Mérito Civil. Todas ellas reflejadas en las bandas de diferentes colores y sus correspondientes placas para unir los dos lados de la tela.
Por su parte, la reina Letizia también lució los elementos que caracterizan la Orden de los Serafines, de la que el rey Carlos Gustavo le ha hecho entrega en esta visita de Estado. Don Felipe ya recibó la misma condecoración en 1991.
7. El recuerdo a Sofía
El recuerdo a la reina Sofía estuvo presente durante la velada, principalmente por la tiara que llevaba su nuera. Doña Letizia se decantó por la Flor de Lis, conocida también como 'la Buena'. La primera vez que la emérita lució esta joya fue precisamente ante Carlos XVI Gustavo y Silvia. Ocurrió en 1983, cuando la pareja real sueca realizó una visita de Estado a España.
En esa cena de gala en el Palacio Real de Madrid, doña Sofía coronó su cabeza por primera vez con la tiara de las reinas españolas, ocho años después de la proclamación de don Juan Carlos. A partir de entonces, se convirtió en unas de sus favoritas, luciéndola por última vez en junio de 2014, pocos días antes de la abdicación del emérito. Sin duda, todo un detalle de Letizia hacia su suegra.
8. Un discurso muy Borbón
Como es habitual, el rey Carlos Gustavo, como anfitrión, fue el primero en tomar la palabra. Y su discurso fue muy español. Se refirió a la reina Sofía en varias ocasiones, además de, por supuesto, al rey Juan Carlos, con quien tiene lazos familiares. Pero no se olvidó de cómo el rey Alfonso XIII, en una anterior visita de Estado, ayudó a uno de sus tíos, el príncipe Carl, para comprar la casa en la que vivía y ayudarle a solventar sus problemas económicos. Esa casa es hoy el edificio donde se ubica la Embajada de España en Suecia.
9. El menú
Don Felipe y doña Letizia degustaron un suculento menú con productos muy típicos de Suecia. El ágape dio comienzo con trucha ártica asada con caviar del río Österdalälven, crema agria de cebollino y galleta de pan, a la que le siguió rodaballo salvaje asado con guarnición de pulpo sueco, compota de puerros, mantequilla blanca con grosellas y caviar de la ciudad de Kalix. Fue el turno después de la carne, con montura de reno ahumada con enebro, croquetas de setas, remolacha tostada con café y salsa de ciervo con mantequilla morena. El toque dulce lo puso el postre: manzanas de otoño escalfadas cubiertas con caramelo salado, romero y almendras, brioche de hojaldre y helado de vainilla de Tahití.
Una esperada cita, un palacio engalanado para la ocasión y ocho royals luciendo sus mejores galas para un encuentro más que especial, inédito hasta la fecha. Así podríamos resumir la velada que los reyes Carlos Gustavo y Silvia ofrecieron en su residencia oficial en honor a don Felipe y doña Letizia. Pero durante esta cena de gala en Suecia hubo muchos más detalles que llamaron nuestra atención, desde una alfombra rebelde hasta un suculento menú que royals e invitados pudieron degustar en un comedor absolutamente fastuoso y preparado para acoger esta cita, la segunda que vive tras el estallido de la crisis pandémica y la primera recibiendo a otros reyes.
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