La triste pérdida de la infanta Elena: muere su íntimo amigo José María Álvarez de Toledo

La hija mayor de los reyes Juan Carlos y Sofía despide hoy a uno de los hombres más importantes de su vida. Una triste pérdida para la infanta Elena, que llora la muerte de su gran amigo José María Álvarez de Toledo, el marido de su íntima, casi hermana, Rita Allendesalazar. Según adelantaba este jueves la edición digital de '¡Hola!', el conde de la Ventosa fallecía esta semana en Segovia, provincia donde el matrimonio tenía una finca, concretamente en la localidad de Muñopedro, que la duquesa de Lugo visitaba con bastante asiduidad para pasar tiempo con sus amigos.

Precisamente, este pudo haber sido el motivo de que la infanta Elena estuviera el pasado lunes en Valladolid junto a su hija, Victoria Federica, y varios acompañantes. En ese momento, comentaron a una periodista de 'El Norte de Castilla' que su presencia en la ciudad estaba motivada por una visita privada, pero parece que el grupo de amigos con el que se encontraba, entre los que estaban Virginia Oñate o la propia Rita Allendesalazar, ya estaba al tanto del problema de salud de José María Álvarez de Toledo, de ahí que no quisieran revelar más detalles a este medio local.

La capilla ardiente del conde de la Ventosa lleva desde este jueves instalada en el tanatorio de San Juan de la Cruz, de la localidad de Segovia. Y hasta allí precisamente se trasladaba doña Elena para apoyar a su buena amiga, tal y como recogen varios diarios locales. Está previsto que el cuerpo sea trasladado a lo largo del día hasta la población de Muñopedro, donde tendrá lugar el funeral y posterior entierro. A pesar de que Álvarez de Toledo era originario de Valencia, se ha preferido que descanse en esta localidad segoviana, donde el matrimonio es muy apreciado.

No será un adiós fácil para la infanta Elena, que tenía en el fallecido a uno de sus grandes amigos y apoyos desde su matrimonio, en 1986 con Rita Allendesalazar, inseparable de la duquesa de Lugo desde su infancia. El nombre de la condesa de la Ventosa, si ya era conocido por su amistad con la hija de los Reyes eméritos, sonó aún más cuando protagonizó junto a doña Elena un divertido vídeo en el que ambas entonaban en una videollamada la que se convirtió en la banda sonora del confinamiento y la pandemia, 'Resistiré'.

Hija de un antiguo jefe de protocolo de la Casa Real, a la infanta Elena y Rita Allendesalazar les separaban cinco años, pero se hicieron amigas desde muy jóvenes, uniéndose gracias a una de sus grandes pasiones, la equitación. Desde entonces, su amistad ha sido inquebrantable. Rita fue un pilar fundamental para la duquesa de Lugo durante el proceso de separación de Jaime de Marichalar, haciéndose cargo incluso de Victoria Federica y Felipe de Marichalar, a los que también dio clases de francés. Y al revés, cuando Rita Allendesalazar perdió a su madre, hace ahora cinco años, también la infanta Elena se convirtió en un importante soporte para ella.

Precisamente, Victoria Federica también ha querido hacer llegar su dolor a través de las redes sociales por esta pérdida. La joven influencer colgaba en su perfil de Instagram una carta sobre la muerte de un ser querido atribuida a San Agustín: "La muerte no es nada", comienza. "Yo solo me he ido a la habitación de al lado. Yo soy yo, tú eres tú. Lo que éramos el uno para el otro, lo seguimos siendo". Una profunda reflexión que Vic quiso compartir a modo de homenaje, sin dar más detalles sobre los motivos, que ahora conocemos.

Quién era José María Álvarez de Toledo

Pero José María Álvarez de Toledo no era solo importante en la vida de la infanta Elena, sino que también tuvo mucho que ver en la formación del entonces Príncipe de Asturias como monarca, ya que participó en su formación castrense. Nacido en Valencia en 1948, fue coronel de infantería, diplomado de Estado Mayor, caballero del Real Cuerpo de la Nobleza y maestrante en Valencia.

Fue en 1986 cuando se casó, en su caso en segundas nupcias, con Rita Allendesalazar y de la Cierva, en la iglesia de Santa María de Tajuña, en Chinchón. Se unían entonces dos familias nobles y de la aristocracia española en un matrimonio que cumplía su 35º aniversario el pasado verano y que esta misma semana ha tenido su triste final con el fallecimiento, a los 73 años, de José María Álvarez de Toledo. Una muerte que toca muy de cerca a la infanta Elena, quien sin duda se convertirá en el mejor apoyo para su amiga en este trance y esta nueva etapa de su vida.

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