La intencionalidad de Letizia cuando sabe que va a generar polémica: hablan los expertos
La Reina era muy consciente de que lucir un diseño con el que mostraba abdominales daría mucho de que hablar. Aun así, arriesgó y lo hizo. ¿Por qué?
Esta semana, la reina Letizia ha acaparado numerosos titulares. Un vestido con polémica ha sido la causa. Ocurrió el pasado martes, cuando la Reina acudió a Valencia para presidir, en el famoso Oceanográfico, el acto del Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, un evento para conmemorar el nacimiento de Henry Dunant, el fundador de la Cruz Roja, y para reconocer la labor de voluntarios y empleados con los más desfavorecidos.
Letizia nos ha sorprendido muchas veces con looks atrevidos y arriesgados, pero lo del martes supuso dar un paso más allá que nunca le habíamos visto. La Reina escogió un diseño fucsia de Cayro, un vestido de largo midi con aberturas en los laterales y detalle de anilla del mismo tono, con el que se apuntaba a la tendencia 'cut out' gracias a la cual mostraba algo de sus marcados abdominales.
Este hecho no dejó indiferente a nadie, y tal y como ha ocurrido otras veces en las que la Reina ha arriesgado para salirse del convencionalismo, durante toda la semana se han alzado voces entusiasmadas por su propuesta estilística, pero muchas otras también horrorizadas por su elección. Estas últimas consideran que no es apropiado que una reina muestra abdominales en un acto público.
Más allá de los detalles estilísticos del vestido o de si le sienta bien o mal, en Vanitatis hemos querido centrarnos en otra cuestión, como es la de la intencionalidad que Letizia puede tener a la hora de elegir un diseño de estas características sabiendo (porque es muy consciente de ello) del revuelo que va a generar, sobre todo tratándose de alguien a quien, aseguran, le molesta que solo se centre la atención en sus estilismos cada vez que realiza un acto público.
Para entender este asunto, hemos consultado a varios expertos, que nos han aclarado un poco las dudas que en torno a esta cuestión podrían surgir.
Lo primero que todos ellos destacan es la clara intención de Letizia de dar visibilidad a la moda española. “Está claro que a la Reina le gusta la moda y le gustan las tendencias, y disfruta de ellas como cualquier otra mujer de su edad”, nos comenta Yolanda Sacristán, periodista especializada en moda, exdirectora de 'Vogue'.
“Hay una clara intención de apoyar a la moda española. Es algo imprescindible y crucial en los tiempos que corren y es casi una obligación en personas como ella”, añade el estilista y diseñador Juan Avellaneda, quien también matiza algo más la intencionalidad de una proyección mediática: “Estoy seguro de que ella es muy consciente de que vistiendo un diseño así, se va a hacer más ruido y va a salir mucho en prensa. Ella sabe que la imagen de la monarquía se va a ver mucho más y se va a difundir en prensa tanto nacional como internacional”.
La ayuda al sector de la moda es innegable. Sacristán nos recuerda que “solo hay que ver el éxito que tuvo el vestido, que se agotó en segundos”.
Alberto David López Torres ha diseñado colecciones para Ángel Schlesser, Jesús del Pozo y Purificación García, ha participado en la inauguración de los principales flagships de Zara en Italia y es actualmente consultor de imagen para grupos y empresas de moda. Él nos comenta que “el hecho de que la reina Letizia sea invitada asiduamente a los eventos de la Cruz Roja no se debe, obviamente, a una casualidad. Su presencia contribuye a captar la atención de los medios sobre un movimiento humanitario tan relevante para la sociedad y a consolidar su presencia. El impacto de sus elecciones de vestuario, desde el ya icónico traje blanco de su pedida de mano, está demostrado“. Añade que “el diseño del vestido está dentro de las tendencias más fuertes para este año, los vestidos 'cut out', es decir, con corte vaciado en la cintura. Esto dice mucho de ella”.
Efectivamente, que la Reina se apunte a una clara tendencia tan de moda ahora posee otra intencionalidad, como podría ser la de proyectar una imagen menos encorsetada de la monarquía: “El vestido me parece apropiado. No enseña mucha piel y es un diseño afín a lo que la reina Letizia suele llevar en cuanto a silueta. Corresponde con la visión de una reina moderna. El tener que llevarlo de una manera o de otra, o el tener que ser más recatada, es una visión un poco tradicional de lo que es la monarquía y la mujer de hoy”, opina Yolanda Sacristán. La experta en moda cree que también proyecta una imagen de una mujer sin complejos con una clara filosofía de vida: “Letizia es una mujer que está en forma, que hace ejercicio, que se cuida y que nunca ha escondido el hecho de que le gusta cuidarse, como a cualquier otra mujer de su edad”.
En la misma línea de una Letizia que pretende reafirmar su propia personalidad, se mueve Alberto López: “Este vestido nuevamente muestra la marca personal que ha creado, de funcionalidad sofisticada y moderna, que se refleja en un práctico vestido muy elaborado de diseño y color en absoluta tendencia. Y todo, por supuesto, acompañado del factor sorpresa”.
Diana Rubio, experta en protocolo y directora del Instituto Mediterráneo de Estudios de Protocolo (IMEP), reafirma esta creencia de que la Reina "ha conseguido impactar en un doble sentido: dar visibilidad a esta marca low cost española y demostrar que la monarquía se puede modernizar en su vestimenta".
Juan Avellaneda también observa un deseo de proyección de una imagen moderna de la monarquía y de una Letizia con sello propio, aunque esto le provoca sentimientos encontrados: “Ante la polémica del 'cut out', creo que está muy bien que la monarquía se adapte y juegue con las tendencias. Letizia sabe que la imagen de la monarquía se va a ver mucho más. Obviamente, esta no es una elección al azar, sino muy intencionada, primero porque le queda bien el vestido y segundo porque juega con tendencias y ofrece con ello un mensaje de que la monarquía no solo puede vestirse de manera casposa, sino que puede hacerlo de una manera mucho más contemporánea. Creo que el protocolo, sí o sí, debe evolucionar, porque está muy encorsetado. Como estilista y diseñador, me encanta que la monarquía juegue con cosas así. Pero al final hay una realidad: se ha desviado toda la atención del evento a ella y su vestido. Letizia ha dado más visibilidad a la monarquía y a su propia figura que al evento”.
En este sentido, Avellaneda no ve del todo apropiado el 'cut out' en Letizia, aunque no cree que sea algo por lo que haya que escandalizarse: “No es muy apropiado enseñar abdominales porque se come la notoriedad de lo que tendría que ser el acto, que ha quedado un poco desaparecido bajo el vestido. Pero también hay que decir que es solo un trozo de piel. No pasa nada por mostrar un pequeño trozo de piel. Tampoco hay que hacer un drama de esto. Estamos en otra época y hay otros códigos. En ese sentido está bien romper una pequeña lanza”.
Diana Rubio también pone en cuestión la decisión de Letizia al optar por este polémico vestido: "No era el esperado ni nada a lo que nos tenga acostumbrados, ese ha sido bajo mi punto de vista el quid de la cuestión. Considero que, por un lado, optar por moda low cost ayuda a promocionar el producto, pero a veces la valentía no es vista con buenos ojos, y hay que saber cuándo sí se puede y cuándo no".
Alberto López aplaude, sin embargo, el momento abdominales: “Si lo que se intuye son abdominales, un aplauso para doña Letizia”.
Por último, no nos resistimos a preguntar a los tres expertos en moda qué les parece el vestido en sí y si les gusta cómo le sienta a la Reina. Mientras que Yolanda Sacristán lo encuentra “perfecto para el acto al que iba”, “muy en la línea del estilo que ella suele lucir” y cree “que lo llevó bastante elevado, con los accesorios”, Alberto López y Juan Avellaneda se muestran más críticos con ciertos detalles.
“Desde una posición de diseñador, y siendo consciente de la dificultad de mi propuesta, este vestido es bonito y vistoso, pero no es espectacular. En mi opinión podría haberlo sido si se hubiera revisado el diseño y volumen de las mangas y falda, para que potenciaran la silueta de doña Letizia y para que, además, le diera un aire más 'real'. Se podría elevar y rizar ligeramente la cresta de la manga, para alzar la punta de hombros y ensancharlos suavemente. También se podría ensanchar el bajo y alargar en punta la falda por la espalda a modo de ligera cola para dar más movimiento. Aun así, el objetivo del vestido está cumplido, está en boca de la sociedad”.
A Avellaneda le encanta la selección del color. “Me parece un acierto”, asegura. Destaca los accesorios, en el mismo color que el vestido. “Me encanta que la selección de accesorios sean fucsias también, creando así un color block que le favorece muchísimo”. Sin embargo, le pone una pega: “El vestido me gusta y le sienta bien. En general me parece una prenda ideal aunque el aro y donde está el 'cut out' creo que no termina de favorecer del todo. Me da la sensación de que le acorta algo el tronco. Pero esto es un tema de arquitectura de cuerpos, no del vestido. En cualquier caso, es una elección sorprendente que ha logrado hacerse eco internacional”.
Esta semana, la reina Letizia ha acaparado numerosos titulares. Un vestido con polémica ha sido la causa. Ocurrió el pasado martes, cuando la Reina acudió a Valencia para presidir, en el famoso Oceanográfico, el acto del Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, un evento para conmemorar el nacimiento de Henry Dunant, el fundador de la Cruz Roja, y para reconocer la labor de voluntarios y empleados con los más desfavorecidos.