Así vivió Lady Di su último verano: Teresa de Calcuta, Versace y tristeza en el Mediterráneo

El 28 de agosto de 1997 Lady Di cumplió su primer año como mujer oficialmente divorciada. Nadie podía imaginar en aquel momento que tres días después moriría. Lo hizo después de protagonizar unas fotografías, durante ese verano, que dieron la vuelta al mundo. La princesa aparecía con su nuevo amante, Dodi Al-Fayed, disfrutando del mar en el yate del millonario.

Diana de Gales ya era una mujer separada del príncipe Carlos de Inglaterra desde el año 1992, pero tardó 4 años en oficializar esa separación. En el último verano de su vida vivió un carrusel de emociones por diferentes motivos.

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C.C

Había terminado el mes de junio protagonizando una de las portadas más icónicas de 'Vanity Fair'. Retratada por el fotógrafo Mario Testino, una sonriente Lady Di lucía resplandeciente, como si estuviera logrando renacer después de su traumática crisis matrimonial a pesar de que reconocía en la revista lo mucho que le estaba costando reponerse de todo aquel tsunami mediático y sentimental.

Pocos días antes de que aquella portada viera la luz, Diana había tenido un encuentro con una persona a la que quería y admiraba: la madre Teresa de Calcuta. Juntas visitaron uno de los barrios más pobres de Nueva York, el Bronx. Ninguna de los dos podía imaginar que sería la última vez que se verían y, mucho menos, que la ya anciana religiosa sobreviviría a una joven y renacida Lady Di. Lo hizo, pero durante pocos días. Si la princesa perdió la vida en la madrugada del 30 al 31 de agosto, la madre Teresa de Calcuta lo hizo el 5 de septiembre.

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El primer día del mes de julio Lady Di celebró el que fue su último cumpleaños y lo hizo dispuesta a tomarse después unos días de descanso a mediados de mes. No sospechaba que pronto tendría que acudir al funeral de un buen amigo. Lo hizo el 22 de julio. La princesa fue una de las asistentes en Milán al funeral del diseñador Gianni Versace, quien había sido asesinado el día 15 de ese mes frente a su mansión de Miami.

Un vestido del italiano con el que Lady Di había posado para la portada de la revista 'Harper's Bazaar' en 1991 fue el culpable del de una entrañable amistad entre la princesa y el diseñador. Él fue uno de los grandes apoyos de Diana en sus peores momentos y en aquel verano del 97, poco antes de que Lady Di viajara a St. Tropez, ambos estuvieron juntos porque ella había estado realizando unas pruebas junto al diseñador para adquirir nuevos estilismos de cara a la primavera. En una entrevista concedida a 'Vanity Fair', Versace reconoció que Lady Di se encontraba en un buen momento anímico: “Está tan serena… es un momento en su vida, creo, en el que se ha encontrado a sí misma y está viviendo de la manera que quiere vivir”.

La muerte de Versace pocos días después de que pronunciara estas palabras supuso un mazazo tremendo para Lady Di. Parecía que aquella inesperada tragedia había roto un idílico descanso veraniego que la princesa se estaba tomando a orillas del Mediterráneo y en muy buena compañía.

Cinco días antes del funeral de Versace, Diana de Gales estuvo disfrutando de unos días vacacionales en St. Tropez. El diario británico 'The Daily Express' informó de que allí, junto a sus hijos Guillermo y Harry, realizó una visita al impresionante Castle St. Therese, una inmensa villa de 30 habitaciones propiedad del multimillonario egipcio Mohamed Al-Fayed. Fue en esta mansión donde Diana conoció al hijo de este, Dodi Al-Fayed.

Tras el funeral en Milán, la princesa retomó esos días de descanso en el mar. Volvió a citarse con Dodi, esta vez sola, sin la compañía de sus hijos, y las imágenes de ambos surcando el Mediterráneo en el lujoso yate ‘Jonikal’ de Al-Fayed dieron la vuelta al mundo. Era la primera vez que la princesa se mostraba abiertamente en compañía de otro hombre que no era el príncipe Carlos. Parecían relajados, pero no todo lo que relucía era oro. Según las informaciones surgidas años más tarde, Dodi podía estar siendo el entretenimiento perfecto para unos males de amor que Diana estaba sufriendo tras romper con el que sí parecía que era el hombre que ocupaba su corazón en aquel momento, el cirujano pakistaní Hasnat Khan. Esta es la persona que realmente estaba logrando recomponer el corazón herido de la princesa.

La experta en realeza Tina Brown aseguró que “Diana estaba locamente enamorada de él”. Paul Burrell, ex mayordomo de Lady Di, desveló que la princesa se refería al cirujano como "Sr. Maravilloso" y que incluso había dicho que era su “alma gemela” y “el hombre que amaba más que a cualquier otro”.

Mantuvieron una relación de dos años, desde 1995, pero aquel verano del 97 rompieron. Diana, que quería contraer matrimonio con Hasnat, se hartó de esperar una respuesta por parte de él, que se mostraba reacio a formalizar la relación.

Tras las idílicas imágenes en la costa de Cerdeña junto a Dodi, se escondía la tristeza de una Lady Di que, de nuevo, había vivido un fracaso amoroso.

Si Dodi Al-Fayed estaba siendo para ella tan solo una distracción pasajera o si entre ambos estaba naciendo la llama de un amor más profundo, es algo que solo ambos supieron y un secreto que se llevaron a la tumba. Porque el sábado 30 de agosto de 1997 la pareja cogió un vuelo a París. Todos los paparazzi estaban muy pendientes de esta nueva relación de la exnuera de Isabel II. Esa noche cenaron en el hotel Ritch de la ciudad. Trataron de pasar desapercibidos, pero resultó imposible. Tras salir del hotel, protagonizaron una persecución en coche por parte de un grupo de fotógrafos. El final de aquel suceso fue trágico y conocido por todos: un accidente con el que el mundo perdía a una de las personalidades más icónicas de la realeza. Lady Di se apagó para siempre. “Leave me alone” (dejadme tranquila) fueron sus últimas palabras, según aseguró el médico que la auxilió en un primer momento, Fredréric Maillez.