Un mes para la coronación de Carlos III: del papel del príncipe George al hijo de Rose Hanbury

Queda exactamente un mes para la coronación de Carlos III. Parece ayer cuando se anunció la muerte de Isabel II, pero ya han pasado seis meses desde su fallecimiento. Desde aquel momento, él dejó de ser el príncipe de Gales y se convirtió automáticamente en rey; sin embargo, la ceremonia tiene sus rituales y tempos, de ahí que se tarde medio año hasta el esperado momento en el que Carlos se ciña la corona ante el mundo, siempre al lado de su esposa, Camila, quien a partir de ese 6 de mayo de 2023 será conocida con un nuevo título.

Fue Isabel II quien, unos meses antes de morir, hizo pública su voluntad de que su nuera Camila recibiera el título de reina consorte. Hasta la fecha, se había hablado de que seguiría llevando el de duquesa de Cornualles cuando su marido se sentara en el trono. Sin embargo, el buen hacer de Camila hizo que se cambiara de opinión. Ahora, a un mes de la coronación, Buckingham Palace ha revelado que ya no se referirán a ella como reina consorte, solo como reina.

Otro de los datos que ha desvelado el Palacio es el importante papel que tendrá el príncipe George. El primogénito de Guillermo y Kate Middleton formará parte de los pajes de honor de su abuelo junto a otros tres niños. Ellos serán los encargados de llevar la capa de Carlos III. Los elegidos han sido, aparte de George, Nicholas Barclay, Ralph Tollemache y Oliver Cholmondelay.

El último de ellos, aunque pocos lo conocen por su nombre, ha sido protagonista junto a su familia de noticias relacionadas con la familia real británica, sobre todo su madre. Y es que Oliver es hijo de Rose Hanbury, la mujer con la que se ha relacionado sentimentalmente al príncipe Guillermo en distintas ocasiones. Recientemente, se publicó en varios medios que habían sido vistos cenando juntos en San Valentín. Una información que pronto desapareció de la prensa, no dejando ni rastro; sin embargo, la noticia ya había llegado a otros países, como España.

El marido de Rose Hanbury y padre de Oliver es David Cholmondeley y recientemente ha sido nombrado Lord-in-Waiting permanente, un puesto similar al de dama de compañía. Este rol le otorga una posición de primera línea en la monarquía. Hasta la fecha, Cholmondeley había ejercido de Lord Gran Chambelán, cuyas funciones se reducen a guiar al monarca y portar la corona sobre un cojín en sus manos. Con este 'ascenso', David estará mucho más presente en la vida real, y por lo tanto su esposa también.

Por su parte, Camila tendrá como pajes de honor a sus tres nietos varones y un sobrino nieto. En esta ocasión no se ha encargado una nueva corona para la reina consorte, como siempre sucedió en el pasado (excepto en el caso de la esposa de Jorge II en el siglo XVIII), sino que Camila ha preferido reutilizar la que la bisabuela de Carlos, la reina Mary, encargó al prestigioso joyero Garrard’s para su propia coronación en 1911 y que volvió a lucir en la de su hijo Jorge VI en 1937.

La bella pieza ya ha sido retirada de la torre de Londres para proceder a realizar en ella pequeñas modificaciones que, en homenaje a la difunta reina Isabel, serán la inserción de los grandes diamantes de la corona denominados Culligan III, IV y V. Pero aún no sabemos si en esta ocasión, y como dicta la tradición, los pares de la nobleza británica revestirán sus bellos mantos de terciopelo carmesí orlados de armiño y las coronitas que los acompañan (los coronets), o si los miembros de la familia real británica extendida lucirán piezas importantes del rico joyero de la casa de Inglaterra.

El día de la coronación empezará con la Procesión del Rey, en la que el monarca y la reina consorte viajarán desde el palacio de Buckingham hasta la abadía de Westminster en el Gold State Coach, el carruaje de ocho caballos utilizado por la familia real británica. Comenzará en Buckingham y bajará por The Mall antes de llegar a Westminster. Miles de fanáticos observarán el paso del rey y su consorte, y el camino estará bordeado por miembros de las fuerzas armadas, incluidos marineros, soldados y aviadores.

La ceremonia dentro de la abadía durará entre una hora y media y dos horas, por lo que será significativamente más corta que la ceremonia de la reina Isabel II, que duró tres horas. 2.000 invitados asistirán a este servicio que ha sido calificado como “solemne”. Tras la coronación, el rey y su consorte volverán a palacio y aparecerán en el balcón con otros miembros de la familia real.