Es noticia
Menú
(Mala) salud y república: por qué abril es el mes negro de la familia real
  1. Casas Reales
UN TIRO EN EL PIE Y UN RIFIRRAFE

(Mala) salud y república: por qué abril es el mes negro de la familia real

Del tiro en el pie de Felipe de Marichalar a la muerte de don Juan de Borbón, conde de Barcelona: algunos de los hitos más negativos de la Casa Real sucedieron este mes

Foto: El rey Juan Carlos y el rey Felipe, en una imagen de archivo. (Getty/Carlos Álvarez)
El rey Juan Carlos y el rey Felipe, en una imagen de archivo. (Getty/Carlos Álvarez)

Abril es un mes protagonista de numerosos refranes españoles, también el único del año que se utiliza como nombre de mujer. Muchos lo tienen como favorito por la llegada del buen tiempo, la primavera, las flores, la Semana Santa cuando toca, la Feria de Sevilla... Pero para otros no trae precisamente buenos recuerdos. Para los Borbón, por ejemplo, es todo lo contrario. Cuestiones de mala salud, república y accidentes hacen que sea un mes negro para la familia real.

Empezamos por la fecha obvia, la del 14 de abril de 1931, cuando se estableció en nuestro país la Segunda República después de las elecciones generales que dos días antes habían hecho ver a Alfonso XIII que ya no contaba con el apoyo del pueblo. Él se exilió esa misma noche junto al infante Alfonso, su hijo mayor y heredero, tras su último consejo de ministros, tomando un barco en Cartagena dirección Marsella.

La reina Victoria Eugenia lo haría al día siguiente con el resto de sus hijos y con una ruta diferente. Tomaron un tren para salir de España por Irún, después de pasar por ciudades como Burgos, Vitoria y San Sebastián, donde recibió numerosos homenajes. Se encontraría con su marido en el hotel Maurice de París para vivir primero en la capital francesa y después en Fontainebleau, aunque con algunas tensiones en el matrimonio que marcaron su vida en el exilio.

Curiosamente, la misma fecha en la que Victoria Eugenia salió de España viene marcada en su biografía. La nieta de la reina Victoria de Inglaterra fallecería un 15 de abril, aunque de 1969. Lo hizo solo dos años después de haber pisado nuestro país por primera y última vez tras el exilio, con motivo del bautizo el entonces príncipe Felipe, hoy convertido en rey.

placeholder La reina Victoria Eugenia, con su bisnieto Felipe en brazos, el día del bautizo. (Gtres)
La reina Victoria Eugenia, con su bisnieto Felipe en brazos, el día del bautizo. (Gtres)

El destino querría que, años después, abril volviera a estar ligado a una muerte dentro de la familia real. El 1 de abril de 1993 fallecía don Juan, conde de Barcelona, padre de don Juan Carlos y tercer hijo de Victoria Eugenia y Alfonso XIII. La causa fue un cáncer de Laringe que se le había diagnosticado tres años antes.

De aquel fallecimiento, o mejor dicho, del funeral en San Lorenzo de El Escorial, quedan dos imágenes para el recuerdo. Una de ellas, los honores de Estado con los que don Juan Carlos, entonces monarca, quiso despedirlo. La otra, las lágrimas de todo un rey llorando por la muerte de su padre. Unas lágrimas, por cierto, que se vieron en televisión solo por un fallo en la realización de la retransmisión.

Seguimos con el rey Juan Carlos como protagonista, aunque esta vez no por sus lágrimas, sino por una fatídica caída la que tuvo lugar otro abril, concretamente el de 2012. Caída literal y metafórica, porque también este accidente supuso el principio del fin de su reinado y de esa época dorada en la que su reputación era intachable.

Nos tenemos que ir hasta Botsuana, donde el entonces monarca se encontraba de cacería con la mujer con la que durante tanto tiempo mantuvo una relación extramatrimonial, Corinna Larsen. Desde el principio, todo en ese viaje estaba mal. La situación de nuestro país no era la más idónea, pero él no tuvo reparo en disfrutar de esta cacería de lujo, invitado por el empresario saudí Mohamed Eyad Kayali, íntimo amigo suyo.

placeholder El rey Juan Carlos, en su intervención pública tras su caída en Botsuana. (Getty)
El rey Juan Carlos, en su intervención pública tras su caída en Botsuana. (Getty)

Del viaje no tenía constancia prácticamente nadie, al tratarse de un asunto privado. Solo lo conocían, como se supo después, Mariano Rajoy, entonces presidente del Gobierno, y Jorge Fernández Díaz, ministro de Interior. Nada hubiera pasado ni hubiera trascendido si un tropezón fortuito no hubiera hecho que don Juan Carlos cayera y se rompiera la cadera.

Se le tuvo que trasladar de urgencia a España, donde fue operado nada más llegar en la Clínica San José. Y no quedó más remedio que avisar a los medios, lo que desató la tormenta mediática que influyó, dos años después, en su decisión de abdicar.

Como recuerdo de aquel incidente, dos imágenes. Una, la de la reina Sofía, que apareció por el hospital unos días después del ingreso de su marido. Lo hizo prácticamente obligada por la imagen de la Corona. Las ganas que tenía de ver a su marido quedaron claras: la reina Sofía se quedó hablando con el equipo de trabajo del Rey y los médicos, no llegó a entrar en la habitación para visitarlo.

La otra imagen para el recuerdo, la del propio monarca al recibir el alta, con esas disculpas públicas hoy convertidas hasta en 'meme': "Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir".

placeholder Froilán, con la infanta Elena tras ser dado de alta. (EFE/Juanjo Martín)
Froilán, con la infanta Elena tras ser dado de alta. (EFE/Juanjo Martín)

Pero es que este ingreso no fue el único ese mes de abril de un miembro de la familia real. Si hablamos de que abril es un mes negro, podemos asegurar que aquella semana fue la más negra en cuanto a la salud de los Borbón. Porque solo unos días antes de que conociéramos el accidente de don Juan Carlos, su nieto mayor había sufrido otro, también relacionado con armas de fuego y cacerías.

Felipe Juan Froilán de Marichalar estaba, también en abril de 2012, manipulando una escopeta en la casa familiar de Soria, donde pasaba unos días con los Marichalar, cuando se disparó fortuitamente en el pie. Rápidamente fue trasladado a la Clínica Quirón para ser operado. Allí permaneció unos días recibiendo las visitas de su madre y su abuela, que tuvieron que repartirse entre los dos centros médicos cuando ingresaron al rey Juan Carlos.

Precisamente fue la ausencia del monarca en el hospital donde estaba su nieto la más llamativa. Poco después se supo que se encontraba de viaje privado y todo cobró sentido. Este incidente generó otro debate nacional por el uso de las armas y también provocó aún más distancia entre los padres de la criatura, que aumentó con este disparo su fama de rebelde e inquieto.

placeholder Los Reyes, junto a sus hijas, don Juan Carlos y doña Sofía, durante la misa de Pascua de 2018. (EFE/Atienza)
Los Reyes, junto a sus hijas, don Juan Carlos y doña Sofía, durante la misa de Pascua de 2018. (EFE/Atienza)

No han sido los únicos sucesos acontecidos en un mes de abril que han llevado a la familia real a protagonizar titulares de índole bastante negativa. Fue el 1 de abril de 2018. La familia real celebraba, como fue costumbre hasta el año siguiente, la misa de Pascua en la Catedral de Palma de Mallorca.

Llegaron, escucharon misa y salieron, posando antes y después para las cámaras, en teoría sin contratiempos. En teoría. Porque unas imágenes de vídeo que se distribuyeron más tarde revelaron que dentro de la catedral se habían vivido ciertos momentos de tensión entre la reina Sofía y doña Letizia. El motivo aparente, que la emérita quería hacerse una foto con sus nietas y a la actual Reina no le parecía bien, haciendo todo lo posible por perturbar la foto.

La realidad es que la familia ya había llegado a la Catedral de Palma con cierta incomodidad, ya que los Reyes le habían trasladado a doña Sofía que no iban a quedarse a la misa. Finalmente claudicaron, pero no fue todo miel sobre hojuelas.

Una semana después, el rey Juan Carlos era ingresado de nuevo, esta vez por una operación en la rodilla. Una situación médica que sirvió para ver la imagen de la reconciliación entre las dos reinas. Una imagen un tanto forzada, eso sí, pero que al menos había servido para relajar los titulares y para compensar la histórica negrura del mes de abril para la familia real.

Abril es un mes protagonista de numerosos refranes españoles, también el único del año que se utiliza como nombre de mujer. Muchos lo tienen como favorito por la llegada del buen tiempo, la primavera, las flores, la Semana Santa cuando toca, la Feria de Sevilla... Pero para otros no trae precisamente buenos recuerdos. Para los Borbón, por ejemplo, es todo lo contrario. Cuestiones de mala salud, república y accidentes hacen que sea un mes negro para la familia real.

Rey Don Juan Carlos Reina Letizia Reina Sofía Rey Felipe VI
El redactor recomienda