El origen de la relación de Abdalá y Rania de Jordania con Felipe y Letizia: un viaje de novios que marcó su amistad
Con la visita oficial del Rey al país hachemita este fin de semana, recordamos el vínculo de las dos monarquías, que se remonta a la década de los 60
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Era una cita muy esperada, pero se va a quedar bastante descafeinado. El viaje oficial a Jordania sigue adelante, pero solo lo llevará a cabo el Rey y durará un día menos. Nos quedamos pues sin la esperada imagen de las dos reinas juntas, aunque seguro que las que protagonicen los dos monarcas también demostrará la buena relación que existe entre Abdalá y Rania y Felipe y Letizia, cuyo origen está, curiosamente, en un viaje de novios.
Un vínculo que se debe, sobre todo, a la que don Juan Carlos y doña Sofía tenían con el anterior soberano, el rey Hussein, que se remonta a la década de los 60, tras contraer matrimonio, y se ha hecho extensible a las dos familias.
La amistad comenzó a estrecharse después de la boda de los entonces príncipes Juan Carlos y Sofía. Invitados por el monarca hachemita, que llevaba diez años en el trono, no solo comenzaron en Jordania su luna de miel, que duraría unos cuantos meses más, sino también una tradición que siguieron sus tres hijos tras sus respectivos enlaces. En el caso de Felipe y Letizia, comenzaron en el reino hachemita sus vacaciones también para asistir a la boda del príncipe Hamzah, hermano pequeño de Abdalá.
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Existen muchos documentos gráficos que los diferentes encuentros públicos que los dos monarcas -aunque Juan Carlos aún tendría que esperar más de una década para serlo- mantuvieron durante sus reinados. También han quedado para la hemeroteca algunos discursos y declaraciones ante las cámaras en las que, uno u otro, dejaban clara era relación prácticamente fraternal entre ellos.
Una de esas ocasiones fue un mes después del accidente de helicóptero que costó la vida a la reina Alia, la tercera esposa de Hussein. No pasó mucho tiempo antes de que don Juan Carlos y doña Sofía, ya convertidos en reyes, viajaran para presentarle sus respetos. El monarca hachemita los recibió entonces con un "majestad, hermano" y "majestad, hermana" que dejaba patente el afecto.
Unos años después, esta manifestación de cariño pública iba en la otra dirección. Nos situamos en 1995 en Oviedo, concretamente en la ceremonia de los Premios Príncipe de Asturias. El galardonado con el reconocimiento a la Concordia era, precisamente, el rey Hussein, por el acuerdo de paz que firmó con Isaac Rabin, mandatario israelí, tras largo tiempo de conflicto. En su discurso, don Juan Carlos se refirió a él como "mi entrañable amigo".
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Viajes juntos, escapadas, visitas en uno y otro país... Son muchos los momentos en los que los dos monarcas demostraron su afecto. Quizá el que más, sin ninguno de los dos quererlo, el funeral del hachemita, donde se vio a un don Juan Carlos visiblemente afectado.
También hay pruebas materiales de lo unidos que estaban ambos. Un ejemplo, La Mareta, esa casa-palacio en Lanzarote construida en los 70, que era propiedad de Hussein y que quiso regalar a su homólogo español. El entonces monarca la incorporaba después a Patrimonio Nacional, una decisión que tomaba tras enterarse de que tendría que pagar los impuestos correspondientes, tal y como contaba José Bono en sus memorias.
Otro ejemplo es mucho más misterioso. Mucho se ha hablado de esa pistola de metacrilato y piedras preciosas que, de nuevo Hussein, le entregó como regalo a don Juan Carlos, en una época en la que la ley de transparencia aplicada a los regalos recibidos por Casa Real no existía, directamente. No hay ni imágenes de ese obsequio ni nunca se supo su destino.
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Lo que sí está claro es que el vínculo entre las dos familias reales no desapareció con el fallecimiento del rey jordano, sino que se hizo extensible a sus herederos y otros miembros de la corte. Su cuarta esposa, la reina Noor, sigue siendo una de las grandes amigas de la reina Sofía. De hecho, fue una de las pocas asistentes que, sin ser familia directa, asistió a la celebración del 80 cumpleaños de la madre de Felipe VI, hace ya seis años.
Aunque no es Noor la única de las cuatro esposas del rey Hussein con la que doña Sofía tiene actualmente relación. Cierto es que no se puede asegurar que tenga una amistad tan cercana como la que tiene con su viuda, pero han sido muchas las ocasiones en las que ha coincidido con la princesa Muna, segunda esposa del fallecido monarca y la madre del actual.
El trabajo de ambas, el de la jordana, como el de doña Sofía, muy vinculado al Alzheimer, ha permitido que compartan agenda. La última vez, en abril de este mismo año, en Polonia y haciendo gala de la cercanía entre las dos familias reales, aunque Muna, tras su divorcio de Hussein en 1972, no forme parte ya de la corte hachemita, al menos de forma oficial.
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Otro gesto evidente del cariño mutuo entre las dos casas reales lo pudimos ver durante la boda del príncipe Hussein, en junio del año pasado. Don Juan Carlos, a pesar de sus problemas de movilidad, no dudó en asistir al enlace junto a la reina Sofía. El abrazo que dio al actual rey, Abdalá, hizo evidente que el afecto por los hachemitas permanece intacto.
También la princesa Alia, exmujer del príncipe Faisal, otro de los hijos de Hussein, es gran amiga de doña Sofía y de la infanta Cristina. No son pocas las ocasiones en las que se la ha visto en Mallorca como una más del círculo íntimo que rodea a la emérita en la isla, alojándose incluso en Marivent muchos veranos. Alia sigue siendo muy activa en redes sociales y, no hace mucho, desvelaba en Instagram una de esas reuniones entre los reyes, más de carácter personal que institucional.
Y claro, no podemos pasar por alto a los actuales monarcas y sus respectivas consortes, que finalmente no tendrán la oportunidad este fin de semana de reunirse de nuevo los cuatro. Nos tenemos que conformar con las últimas fotografías de los dos matrimonios, en junio del año pasado en Madrid, donde tanto Letizia como Rania dejaron patente su complicidad.
Además de la publicación que quiso dedicarles la reina Rania en sus redes sociales, poco después corroboró su vínculo a través de unas declaraciones en la revista '¡Hola!': "No importa cuánto tiempo llevemos separadas, siempre tenemos mucho que decirnos", aseguraba.
Era una cita muy esperada, pero se va a quedar bastante descafeinado. El viaje oficial a Jordania sigue adelante, pero solo lo llevará a cabo el Rey y durará un día menos. Nos quedamos pues sin la esperada imagen de las dos reinas juntas, aunque seguro que las que protagonicen los dos monarcas también demostrará la buena relación que existe entre Abdalá y Rania y Felipe y Letizia, cuyo origen está, curiosamente, en un viaje de novios.