Gina Lollobrigida, paseos por Sevilla con Tomás Terry y su historia con Rigau: su entorno la recuerda

La actriz italiana Gina Lollobrigida fallecía durante la mañana de ayer a los 95 años en la habitación 154 de la clínica Pio XII de Roma. Aunque esta última etapa de su vida la pasó con ingresos y altas hospitalarias, jamás mermaron su estado de ánimo. Según algunos medios italianos, su cabeza seguía funcionando como siempre, no así la movilidad. Hay que recordar que su energía era tal que durante el pasado septiembre de 2022 anunció su candidatura al Senado por el partido Italia Soberana y Popular. Finalmente, quienes tuvieron potestad para decidir no la consideraron y resultó más un golpe de efecto para visibilizar el recién estrenado conglomerado político.

En esos últimos años, la relación con su hijo Mirko, su nieto Vladimir y Javier Rigau, que fue su último marido, no fueron buenas. Según denunció este último en varias ocasiones, algunas personas que estaban a su servicio establecieron un cinturón hermético que les impedía acercarse a la actriz. Todo esta situación tan complicada afectivamente hizo que la también fotógrafa estuviera separada de su familia directa. Una historia donde hubo demandas recíprocas entre ellos y también con las personas que supuestamente la tenían emocionalmente manipulada.

Tras su muerte, Javier Rigau explica, en conversación con Vanitatis, que tanto él como su hijo y su nieto han permanecido con ella hasta que ha fallecido. “Afortunadamente hemos estado todos juntos, Milko, Dimitri y yo, desde que fue ingresada en la Pio XII. Todo lo demás que se está contando es mentira. Estamos con ella de cuerpo presente y los que no están son esa gentuza que la aislaron. De todas formas prefiero no hablar de ellos porque pronto serán condenados”.

A través de estas declaraciones, el exmarido de la icónica intérprete expresa malestar: “La recuerdo desde el principio con mucho cariño hasta que sufrió el lavado de cerebro por parte del empleado de hogar Andrea Piazzolla y los suyos. Desde los 15 años que estuvimos juntos, solo me acuerdo de lo bonito. Me ha querido más que a su hijo y nieto, y fui el último de la familia en estar con ella antes de estos terribles últimos diez años. Doy gracias a Dios porque me llamó y nos hemos podido despedir de una manera muy bonita. Y lo que pido es que nos respeten a Gina y a nosotros que somos su familia”.

Así se ha expresado Rigau, cuya primera aparición pública fue de la mano de la estrella en Sevilla para acudir al Salón del Caballo (SICAB). Una invitación que recibió de Tomás Terry, uno de los mejores relaciones públicas a nivel nacional e internacional, al que conocía de su vida en Roma. Ambos coincidían en fiestas y en domicilios particulares con amigos comunes como eran Pitita Ridruejo y Aline Romanones.

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“A ella le encantaba España, que fue donde rodó 'La reina de Saba', una de las películas de más éxito. Nos conocíamos y la llamé por teléfono para invitarla a Sevilla a SICAB. Desde el primer momento me dijo que sí. Lo hizo gratis y lo único que me comentó fue que venía con Javier Rigau, que era su novio. Fue un espectáculo cuando apareció con él”, recuerda el propio Terry.

“Los alojamos en el hotel Alfonso XIII y no pidió nada extraordinario. Fue muy simpática con todos y con la prensa. El día de antes había dado una rueda de prensa donde hablaba de lo que suponía para ella la intimidad. Entre nosotros nos entendíamos en francés y con Aline Romanones en inglés. Una de las cosas que me llamó la atención fue que compró muchas cosas y las dejó en el hotel”, nos sigue explicando.

Además, Terry ha querido compartir con nosotros algunas historias divertidas relacionadas con Gina Lollobrigida, como la razón por la que siempre llevaba peluca, algo que ella misma contó en SICAB. Otra anécdota recordada por el ganadero también tuvo lugar en esa misma feria. “En la cena de gala estaba sentada con Aline y al otro lado una Guardiola. Ella iba con unas joyas espléndidas. Y cuando le comentaron lo espectaculares que eran, lo que hizo fue abrir el bolso y ante nuestra sorpresa mostrarnos lo que llevaba dentro, que eran más joyas. Tengo muy buenos recuerdos y sobre todo me gustaría destacar que en todo momento estaba a nuestra disposición, igual que Javier Rigau”, desarrolla.

Lo que empezó como una peculiar historia de amor, que se hizo pública cuando Gina Lollobrigida y Javier Rigau aparecieron en la revista '¡Hola!' contando en exclusiva que se casaban, tuvo un recorrido muy difícil. Los treinta y cuatro años de diferencia, unidos a las características personales de cada uno, convirtieron el romance en un serial. Hubo varias etapas complicadas que se han resuelto satisfactoriamente, como él mismo contaba a Vanitatis, en el que ha sido su último adiós.