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Kim Basinger: 70 años de un mito erótico marcado por 9 dramas y medio
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Kim Basinger: 70 años de un mito erótico marcado por 9 dramas y medio

Cuando se piensa en Kim Basinger, la imagen es clara: mito erótico de los 80, esculpido por la notoriedad y el escándalo de 'Nueve semanas y media'

Foto: La actriz Kim Basinger, en una imagen de archivo. (Getty)
La actriz Kim Basinger, en una imagen de archivo. (Getty)

Cuando se piensa en Kim Basinger, la imagen es clara: mito erótico de los 80, esculpido por la notoriedad y el escándalo de 'Nueve semanas y media', donde se marcó un icónico número sesgado por una persiana. Otros tantos recordarán su resurgir diez años después, en 1997, con su papel de prostituta fina al estilo Veronica Lake en 'L.A. Confidential', que le valió un premio Oscar con el que nunca había soñado.

Por otro lado, su matrimonio con Alec Baldwin fue uno de los más fotogénicos de Hollywood durante nueve años (esta vez casi redondos) y los ambientalistas reivindicarán su papel como activista de los derechos de los animales y vegana desde la más tierna infancia.

placeholder La actriz Kim Basinger, en una protesta contra el consumo de carne de perro, en Seúl. (Reuters/Yonhap)
La actriz Kim Basinger, en una protesta contra el consumo de carne de perro, en Seúl. (Reuters/Yonhap)

Pero detrás de este currículum resumido en cuatro titulares se esconde una vida emocionalmente muy compleja que cumple este viernes 70 años y que ha pasado por cuestiones de salud mental, apuros económicos, dramas familiares y mucho más, pues todos los dones de Kim Basinger vinieron con más de un látigo.

Problemas de salud mental

Siempre fue una mujer tímida y ella misma resumió su vida en una entrevista con Barbara Walters como "una lucha contra sus miedos". Convertirse en actriz fue un gran reto para alguien que, a principios de los 80, llegó a permanecer hasta más de seis meses sin salir de su casa debido a ataques de agorafobia y que tuvo que volver a aprender a conducir después de haber sufrido varios ataques de pánico.

placeholder Kim Basinger, durante una première en 2016. (Reuters/Mario Anzuoni)
Kim Basinger, durante una première en 2016. (Reuters/Mario Anzuoni)

En aquellos años de juventud, el estigma era mucho más terrible que ahora, cuando sus declaraciones emergen como un ejemplo de visibilidad en cuestión de salud mental. "Sigo teniendo mis batallas, pero he aprendido a hacer las paces con mis miedos", compartió con la misma Walters una vez encaramada al éxito y la estabilidad.

Acomplejada con su físico

Si los ricos también lloran, las grandes bellezas de Hollywood no escapan a los complejos físicos, aunque sean menores. No cabe duda de que no ha tenido ningún problema en mostrar su cuerpo y ha confesado que incluso disfruta las escenas de desnudez en la pantalla, pero hay algunas zonas de su anatomía que, por contrato, no enseña: las palmas de las manos, sus pies y sus piernas. Todos tenemos nuestros puntos débiles.

Una llegada a Hollywood maldita

Tras ganar un concurso de belleza en Georgia y, con ello, conseguir varios contratos publicitarios y de modelo en Nueva York, Kim Basinger se mudó a Hollywood y se quedó un tiempo en la casa de la exmujer de Johnny Carson, Joanne, en el vecindario de Bel-Air.

placeholder Kim Basinger, en una imagen de archivo. (Getty/Dario Cantatore)
Kim Basinger, en una imagen de archivo. (Getty/Dario Cantatore)

A pesar de lo privilegiado del aterrizaje, su anfitriona parece que dejaba bastante que desear: estaba casi siempre triste, tenía evidentes problemas con el alcohol y una vez hasta se le insinuó en la piscina. Kim duró poco en esas circunstancias y, para colmo, esa casa acabaría siendo también el escenario de la muerte de Truman Capote en 1984.

Mala relación con su madre y sus hermanos

Cuando Kim se casó con Alec Baldwin en 1993, solo el padre de la actriz y su hermana Ashley (de cuatro hermanos) acudieron a la boda. Durante décadas Kim no se habló con su madre, Ann Lee, a la que, en cambio, siempre mantuvo en su recuerdo como aquella mujer que amó durante la infancia. "La quería tanto… pero en mi mente ese recuerdo siempre siguió allí", llegó a confesar.

Aparentemente se reconciliaron in extremis poco antes de morir su madre en 2017, aunque nunca han confirmado esta información. Quizá por contraposición, Kim Basinger siempre ha mantenido un lazo estrecho con su hija, Ireland Baldwin, que la hizo abuela en mayo de este mismo año.

placeholder Kim Basinger, con su hija Ireland, en una imagen de archivo. (Gtres)
Kim Basinger, con su hija Ireland, en una imagen de archivo. (Gtres)

Pero ¿cuáles fueron las causas del distanciamiento? Siga leyendo…

Una inversión equivocada

Asesorada por el marido de su hermana Barbara, Kim Basinger tomó en 1989 la extraña decisión de comprar un pueblo entero en su Georgia natal por 20 millones de dólares. Bueno, digamos que ella sirvió de gancho para que todo un grupo de inversores pagara esa suma para preservar el área y desarrollarla respetando su esencia.

El pueblo, llamado Braselton, le dio a Kim una llave de oro como 'dueña' del municipio, de unos 500 habitantes, llamado a convertirse en un lugar turístico y próspero con festival de cine incluido.

Lo único que sucedió fue una telenovela. En 1995 tuvo que venderlo todo y a no muy buen precio, porque las cuentas no salían, y generando además el mencionado cisma familiar: su madre y sus hermanos Skip y Mick se pusieron del lado del cuñado (y su hermana Barbara) y solo los asistentes a la boda mencionados previamente (su padre Don y su hermana Ashley) entendieron el lado de Kim.

Denunciada por la industria

Definitivamente, parece que los negocios no han sido el fuerte de Kim Basinger y sus problemas siguieron creciendo tras decidir que abandonaba el proyecto de película 'Boxing Helena' en 1993.

placeholder Kim Basinger, en una imagen de archivo. (Reuters/Peter Foley)
Kim Basinger, en una imagen de archivo. (Reuters/Peter Foley)

La productora la llevó a juicio, le pidió 8 millones de dólares y la actriz se tuvo que declarar en bancarrota. Todos los logros económicos de sus éxitos en taquilla (no solo 'Nueve semanas y media', sino también títulos como 'Batman' o 'Análisis final') se quedaron en nada. "Trabajo en una industria rara. Confianza no es una palabra que exista en el vocabulario", resumiría.

Esquiva con la prensa y la vida pública

Estas subtramas, que resultaron bastante mediáticas, solo cimentaron sus pocas ganas de exponerse a la mirada colectiva. Conectando con su anterior agorafobia y ansiedad social, Kim declinó la invitación de ir a los Oscar durante seis años seguidos hasta que apareció finalmente en 1990.

placeholder Kim Basinger, la última vez que pisó una alfombra roja. (Getty/Tibrina Hobson)
Kim Basinger, la última vez que pisó una alfombra roja. (Getty/Tibrina Hobson)

En muchas ocasiones se ha negado a promocionar sus propias películas y, a día de hoy, lleva cuatro años sin pisar una alfombra roja. Las últimas fotos suyas son imágenes robadas en la calle para noticias que la describen como "la actriz recluida". ¿Celebrará siquiera su cumpleaños?

Su casa de Malibú fue pasto de las llamas

Lo que según se mire puede ser descrito como 'la maldición Basinger' se completó en 2018 cuando, durante los incendios de Woolsey, una de las numerosas víctimas del fuego fue la casa de la actriz en Malibú. Para colmo de males, cuando su hija Ireland acudió para intentar rescatar lo poco que se había salvado, fue confundida con una maleante y amenazada por un agente de policía.

Malas elecciones profesionales

Aunque en comparación con todo lo anterior puede parecer poco, es cierto que Kim Basinger rechazó papeles que quizá hubiesen orientado su carrera (o incluso su vida) en otra dirección.

placeholder Kim Basinger, con su Oscar, junto a Robin Williams, Helen Hunt y Jack Nicholson. (Cordon Press)
Kim Basinger, con su Oscar, junto a Robin Williams, Helen Hunt y Jack Nicholson. (Cordon Press)

Dejó pasar el segundo gran hit erótico de su generación, 'Instinto básico', en favor de Sharon Stone. Años antes, en 1983, había rechazado participar en la oscarizada película 'La fuerza del cariño'. También se podría haber desencasillado si hubiera aceptado el rol que le ofrecieron en 'Algo para recordar', que acabaría catapultando a Meg Ryan.

9.1/2. Alec Baldwin

Aunque nadie consideraría un golpe de mala suerte ser pareja del Alec Baldwin de los 90 (ella lo definió como un "amor a primera, segunda, tercera y cuarta vista"), más aún teniendo en cuenta que el actor la apoyó en sus peores momentos y lloró como una magdalena cando Kim ganó el Oscar, el divorcio llegó en 2002 y, con él, toda una batalla legal por la custodia de su hija que duró años.

A modo de acto de clausura muy de película, Kim subastó el anillo de compromiso que le había regalado el actor, con diamantes de 3,7 quilates, por algo menos de 60.000 dólares que destinó a una asociación defensora de animales.

Cuando se piensa en Kim Basinger, la imagen es clara: mito erótico de los 80, esculpido por la notoriedad y el escándalo de 'Nueve semanas y media', donde se marcó un icónico número sesgado por una persiana. Otros tantos recordarán su resurgir diez años después, en 1997, con su papel de prostituta fina al estilo Veronica Lake en 'L.A. Confidential', que le valió un premio Oscar con el que nunca había soñado.

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