Michelle Pfeiffer cambia de profesión y amplía su imperio cosmético

Esta semana veía la luz la nueva línea de Henry Rose, una esperada colección de perfumes para el hogar que incluía velas aromáticas y difusores de aceites. Ambos productos fueron algunos de los más consumidos durante la cuarentena. Pero lo realmente interesante, además de la fórmula limpia de los perfumes, es quién está detrás de Henry Rose, que no es otra que la actriz Michelle Pfeiffer.

Reformulando el 'divide y vencerás', parece que para esta actriz la clave del éxito es “diversifica tus fuentes de ingresos y tu cuenta de ahorros te lo agradecerá”. En 2018, Michelle Pfeiffer lanzaba Henry Rose, una exquisita marca de perfumes con una finalidad doble: evocar y aclarar. Basados en los recuerdos de la propia actriz, los aromas de la marca buscan recrear situaciones, lugares y personajes grabados a fuego en su mente - como Jake’s House, un perfume que reproduce el aroma de la casa de su abuelo-; por otro lado, su minucioso etiquetado, sin obviar ningún ingrediente, por complicado que suene, es la filosofía de la firma.

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“Cuando me convertí en madre y comencé a mirar las etiquetas de los productos que usaba, no podía imaginarme exponer a mis hijos a nada potencialmente tóxico para la piel, así que dejé de utilizar perfumes de forma radical”, explica Michelle en la web de Henry Rose, algo que la llevó a crear su propia línea de perfumes: “Finalmente me di cuenta de que si quería un perfume de calidad y más seguro, tendría que crearlo yo misma”.

Aunque no podemos acceder a las cuentas bancarias de Michelle Pfeiffer para saber cuáles son los beneficios reales de su labor como perfumista, sí es interesante que su perfume Queens & Monsters haya conseguido el premio al mejor perfume del 2020 de la revista 'Allure'. “Un precioso estudio de contrastes. El nerolí reina sobre un lecho de violeta oscura y amaderada. Imposible resistirse”, describía la publicación.

El marketing se ha convertido en la nueva especialidad de la actriz, que lanza perfumes para los más cotillas. ¿No te gustaría saber a qué huele la casa de Michelle Pfeiffer? Pues su séptimo perfume, SMYTH, está inspirado en el árbol Granny Smith de 100 años que la actriz tiene en su patio delantero. Y es que ella misma se encarga de anunciar sus lanzamientos en sus redes personales, sin olvidar nunca el reclamo personal.

Lo curioso de los perfumes es que, en un momento en el que la tónica cosmética es buscar siempre los ingredientes más naturales, Henry Rose no oculta que recurre a aromas sintéticos para crear sus fórmulas. “Al principio, cuando creé la marca, pensé que sería orgánica, elaborada a base de plantas, pero en la primera llamada con el Grupo de Trabajo Ambiental, aprendimos que los aromas sintéticos, en algunos casos, pueden ser menos alergénicos que ciertos ingredientes naturales”, comenta la propia Michelle. Esta transparencia en la formulación se traslada a su sencillo packaging, minimalista y con un etiquetado muy preciso, siguiendo el ejemplo de las grandes firmas cosméticas.

El precio de los perfumes es de 120 dólares (unos 100€) en el formato tradicional y 50 dólares en formato roll on (43€). Pero no contenta con las ventas y los premios de sus perfumes y viendo un interesante horizonte aromático, Michelle Pfeiffer ha decidido ampliar aún más la oferta de Henry Rose. Aunque ella misma aseguraba en una reciente entrevista a 'Allure' que siempre tuvo el claro objetivo de crear una marca más grande, la idea era comenzar poco a poco, “Desde el principio, mantuvimos conversaciones generales sobre la expansión de la línea, pero, honestamente, estábamos en el centro de intentar tener una empresa de fragancias exitosa y difundir nuestro mensaje”, explicaba en la entrevista.

Pero la cuarentena y la permanente estancia en casa hicieron que las velas, los perfumes para el hogar, los pillow mist, los mikados o los aceites esenciales se convirtieran en excelente aliados para hacer del hogar un lugar más acogedor. Su demanda aumentó y, en vista del panorama que se avecina, se han convertido en un auténtico nicho. Reconvertida en experta marketiniana, Michelle ha decidido acelerar el proceso de producción y convertir sus perfumes más vendidos en formato de vela y de aceite aromático. Jake’s House y Torn están disponibles en velas de 300g por un precio de 65 dólares (55€) o en aceites aptos para difusores de 10ml por 28 dólares (24€).

Y el proyecto empresarial de Michelle Pfeiffer no queda ahí, la actriz tiene entre manos el inminente lanzamiento de una crema corporal y un gel higienizante, que dejan claro que le ha cogido gusto al negocio. Eso sí, en su interés por conseguir que sus característicos aromas se queden impregnados en la piel a través de su crema ligera de acabado aterciopelado, la marca advierte de que su próximo lanzamiento no será una hidratante para todo tipo de pieles. Para lograr ese acabado de piel perfumada, la marca utiliza “químicos aromáticos sintéticos seguros”, nomenclatura no regulada en Estados Unidos y que no termina de asegurar que no vaya a haber reacciones alérgicas.

Tras los pasos de Miranda Kerr, Jessica Alba, Drew Barrymore, Selena Gomez, Rihanna, Emily Ratajkowski, Rosie Huntington-Whiteley, etc, Michelle Pfeiffer ha encontrado en la cosmética una interesante fuente de ingresos extra para así de paso espaciar los rodajes.