Test genéticos: ¿pueden ayudar en tus cuidados beauty?

La ciencia y la belleza van de la mano. Su alianza no es nueva y en esta consolidada amistad aparece un tercer factor esencial: la salud. En el contrato de esa relación a tres bandas, los buenos términos apuestan por trabajar en la prevención. Y ahí es donde encuentran su espacio los test genéticos.

Para entender la utilidad y el funcionamiento de estas herramientas, hay que empezar por lo básico. El Dr. José María Franco, director de la Clínica Dr. Franco Góngora, recuerda que cada individuo cuenta con una herencia genética que le hace irrepetible y que influye en infinidad de aspectos como la nutrición, el ejercicio o el envejecimiento. Pero también en la predisposición a ciertas enfermedades. Es el ADN que, además, no cambia con el tiempo. “Se trata de nuestra seña de identidad, lo que nos hace únicos y también lo que nos hace diferentes”, sostiene María Biedma, nutricionista y dietista en el laboratorio Onegen Lab.

El doctor reconoce que los test que se encargan de estudiarlo se pueden dividir en 'genetics for fun' (aportan información sobre características como ancestros, rendimiento deportivo…) y 'genetics for life' (orientados a prevenir o diagnosticar enfermedades). Insiste en que también se pueden clasificar en función de la cantidad de ADN que se analiza, distinguiendo pruebas de genotipado (intervienen un número determinado de marcadores), los paneles específicos (incluyen varios genes para conocer más de una dolencia concreta), el exoma (investiga sobre la región del ADN que da lugar a las proteínas) y, por último, el genoma (analiza el total de la información)”.

Las ventajas

El Dr. José María Franco afirma que una vez que te sometes a unas pruebas de ADN, consigues tu completo libro de instrucciones genético. Así, a medida que más personas optan por este procedimiento, se obtiene más información para poder establecer relaciones de los genes en determinadas patologías o identificar cómo interactúan esos genes para desarrollarlas. El resultado es que se postulan como una vía que permite crear nuevas estrategias de prevención, diagnóstico o tratamiento.

La mayoría de estos análisis se dirigen a individuos sanos para analizar la predisposición de enfermedades de origen genético, incluyendo algunas que pueden transmitir a su descendencia. Es el caso de MyGenome de Veritas, la prueba que se realiza en la Clínica Dr. Franco Góngora, donde analizan 650 dolencias con el fin de establecer tácticas para antes de que se desarrollen. Pero, además, “evalúa 15 enfermedades multifactoriales que dependen también del entorno, estudia la respuesta de cada persona a más de 150 fármacos y ofrece información sobre más de 50 rasgos relacionados con la dieta, el deporte, la longevidad, la nutrición y el metabolismo”.

Los expertos insisten en que los test genéticos no son de diagnóstico, sino de prevención. Esto permite “tomar mejores decisiones y empezar a cuidarte de la manera más adecuada para el organismo”, apunta la nutricionista.

Aplicaciones en belleza

El Dr. Franco recuerda que los conceptos de salud y belleza mantienen un vínculo muy estrecho, y “si nos encontramos bien por dentro, tendremos mejor apariencia por fuera. Es el pilar básico”. Desde Onegen Lab, afirman que cuanta más información recaben los test, más posibilidades hay de combatir de manera más eficaz infinidad de dolencias, también las asociadas con la piel. Insisten en que, a la hora de hablar sobre si estas pruebas pueden determinar cómo va a envejecer la dermis, es importante tener en cuenta que, aunque el ADN nos informa de cómo funcionamos, a lo largo de nuestra vida adquirimos hábitos que también nos van forjando. María Biedma reconoce que "somos genética y hábitos de vida (no se entiende una parte sin la otra). Si tenemos en cuenta ambas facetas, podemos precisar cuál es la tendencia que tiene nuestra piel con el paso del tiempo”.

Respecto a la dieta, destacan la capacidad de algunos de estos análisis para identificar qué alimentos son los que te benefician y cuáles son los que te perjudican. Precisan cuál es tu capacidad para asimilar las vitaminas con la misión de nutrirte de una manera más saludable, aprovechando la energía que aportan unas correctas pautas en función de tus circunstancias.

En términos generales, podemos decir que el potencial de estas pruebas en belleza es enorme. La cantidad de valores que pueden conseguir a través de ellas es tan amplia, que pueden llegar a analizar los genes relacionados con la formación de la celulitis (como la inflamación de la piel, la hipoxia y la oxidación tisular, síntesis de colágeno…) o los que determinan lo susceptible que eres a sufrir una alopecia.

A tener en cuenta…

Ante el gran número de opciones de test que hay disponibles, es importante elegir en función de tus necesidades y objetivos. A pesar de que la prueba inicial es sencilla y no invasiva (se realiza a través de una muestra de saliva), debes buscar entidades que cuenten con las acreditaciones correspondientes y con un equipo técnico que garantice la correcta interpretación de los datos para aportar la máxima fiabilidad. Algunos, como Onegen Lab, dan un paso más y ya te ofrecen tratamientos y asesoramiento nutricional adaptado.

El Dr. José María Franco subraya que estas pruebas suponen el paso de la medicina reactiva a la medicina preventiva donde, en lugar de tratar enfermedades, se dirigen a pacientes concretos. ¿En el plano beauty? Ayudan en la tendencia a la personalización de servicios y tratamientos. La nutricionista María Biedma reconoce que en un futuro no muy lejano será habitual tener unos análisis genéticos hechos y, en función de sus datos, elegir las opciones óptimas. "Al fin y al cabo, la genética es información sobre uno mismo que nos ayuda a obtener mejores resultados a través de las rutinas efectivas para cada caso”, recuerda.