A partir de ahora llevaremos flequillos gruesos y se lo debemos al french bob

Inspirado directamente en los contundentes flequillos de los años 20 del siglo pasado, los strong fringe surgen como alternativa a los flequillos más finos y discretos, y buscan precisamente un look contundente y cargado de fuerza, como las flappers que ya pusieran de moda el bob francés original. Todo comenzó en las otoñales semanas de la moda en las que eran varios los diseñadores, o más bien sus modelos, que coincidían con estilismos en los que los flequillos tupidos eran la parte fuerte de la propuesta beauty.

Muchas veces apoyados en cortes de pelo de media melena para crear looks muy pulidos en los que el cabello se convertía prácticamente en una peluca, también vimos flequillos gruesos en peinados como coletas Sandra Dee, avalados por Christian Dior. Lo curioso del corte de pelo es que, en un momento en el que el ansiado look chic se sustenta en flequillos relajados, con mechones finos y degradados para lograr un estilismo casual, el strong fringe defiende todo lo contrario, un peinado que precisa un mayor mantenimiento.

La definición del flequillo grueso

Alejado de los flequillos afrancesados que toman muy pocos mechones para lograr un flequillo fino que no cubra por completo los ojos y que pueda convertirse en uno frontal que aporte volumen y esponjosidad, el flequillo grueso produce un cambio de look más contundente y duradero.

La cantidad de cabello y la contundencia del corte separan ambos estilos, que sin embargo tienen algo en común, la longitud. El strong fringe, a pesar de buscar una línea recta tupida y definida, se caracteriza por un largo que supere las cejas y roce las pestañas. ¿Significa esto que atreverse con la alternativa al corte de pelo de las últimas temporadas obligue a perder la total visibilidad? Por más grueso que parezca el flequillo, en realidad su grosor no es tal. Sí toma más mechones, trazando un área triangular varios centímetros antes de la frente, pero no necesariamente tiene que tratarse de una superficie muy grande. El efecto se consigue con la forma de cortar el cabello.

Habitualmente vemos este tipo de flequillos en frentes despejadas que se ven favorecidas de sus mechones largos y contribuyen a que el cabello no caiga de una forma tan tosca sobre el rostro. Porque lo que en un primer vistazo puede parecer un corte de pelo geométricamente recto, en realidad está compuesto por cortes despuntados que no buscan la perfección, a pesar de estar inspirados en los clásicos cortes de tazón o en la flappers de los años 20-30, en actrices como Claudette Colbert o Louise Brooks.

El corte original enmarcaba el rostro, recogiéndolo de tal forma que la mirada quedara resaltada con la línea recta del flequillo, más corto en los años 30 que en la actualidad y por tanto unos centímetros por encima de las cejas. La versión de 2022, al ser más larga mantiene el acento en los pómulos -realzándolos- y la mirada también queda enmarcada, pero le suma el efecto de estrechar el rostro, justo al contrario del pot cut, que favorecía la redondez de las faciones.

Entre las novedades que el flequillo tupido ofrece en 2022 encontramos por ejemplo su amplio poder de adaptabilidad a los distintos tipos de cabello. Si bien en las melenas lacias y de pelo fino, el corte queda más pulido y no aporta tanto volumen, los cabellos ondulados sí se aprovechan del acabado casual con el que se puede peinar y hasta el pelo más rizado puede lucirlo sin problema. El ejemplo es Mica Argañaraz, cuyo flequillo grueso se convierte en un corte setentero muy favorecedor.

Un flequillo con compromiso

Además de crear un look mucho más marcado e imposible de esconder, el strong fringe precisa de un mantenimiento mucho más exigente. Cuidar su forma y longitud hace que el paso por la peluquería sea con mayor regularidad que otros flequillos. “Conviene tener muy claro que al menos cada tres semanas es necesario acudir al salón a retocar las puntas de un flequillo. Como exige visitas bastante frecuentes al salón, muchas mujeres tienen la tentación de cortarlo por su cuenta y el desastre está casi garantizado”, avisa Eduardo Sánchez, director de Maison Eduardo Sánchez

Al ser un flequillo denso, el strong precisa un mantenimiento por parte de un peluquero profesional pero también es necesario domarlo a diario, siendo aliados especialmente los productos de styling y una amplia variedad de cepillos para darle la forma deseada. Sobre la pasarela hemos visto interpretaciones más casual en las que el cepillo grueso lucía alborotado y acompañado de una melena de la misma textura, recordando a la estética sesentera, mientras firmas como Dior optaban por una estética radicalmente opuesta. Las coletas pulidas de la maison francesa fijaban y moldeaban el strong fringe para crear un flequillo contundente y más cercano a los flequillos de los primeros 2000.

Dentro de esta interpretación del flequillo grueso, también entrarían las melenas bufadas y con una raya extrema defendidas por Chanel. En vez de fijar el cabello a un lado con ayuda de un pasador o styling para despejar el rostro, la marca dejaba que un mechón grueso cubriera parte de la frente. Otra forma de adaptar el strong fringe a cualquier corte de pelo. Pero de lo que no hay duda es de que, detrás de la estética elegida, tanto más pulcra como más desordenada, para llevar bien este tipo de flequillos es necesario aderezar cada mechón concienzudamente, no vale con salir de la ducha y que el cabello adquiera la forma que desee, es un corte de pelo exigente.