El maquillaje que llevaremos este año se inspira en el ballet y se lo debemos a Sydney Sweeney

Los estilismos sencillos, sustentados en apenas un par de pasos, parecen carecer de interés tanto para las redes sociales como para los estilistas que diseñan en el backstage los maquillajes que llevaremos en un par de años el común de los mortales.

Es así como en cuestión de unos meses, las pieles de nube que buscan el acabado perfeccionador de los acabados mate se han aligerado hasta crear una sensación de filtro de Instagram, mucho más ligero que los empolvados maquillajes por los que conocimos a las Kardashian. Ahora, tras el éxito de la cloud skin, llegamos a otro concepto con trend en TikTok, el balletcore o maquillaje de bailarina, especialmente popular entre las búsquedas de San Valentín.

En esa línea de pieles perfeccionadas y sin perder de vista la inspiración noventera que se ha apoderado del mundo de la belleza, recientemente también han surgido otros maquillajes virales e idóneos para probar de cara a un evento especial o reinventar el look de diario como el maquillaje clean girl o el ‘chica vainilla’. Ambos ansían una sensación de belleza natural, realzando mejillas sonrosadas, al estilo de los finales de los años 90.

Así que, una vez descubierta esa tendencia, cada uno es libre de reinterpretarla y llevársela a su terreno, lo que nos ha trasladado al maquillaje de bailarina de ballet o balletcore makeup. Después de todo ya hemos probado el barbiecore (inspirado en Barbie), el kidcore (que imitaba garabatos infantiles) e incluso el angelcore (piel de ángel), por no olvidar la vampire skin a lo vampiro de 'Crepúsculo'... Así que el maquillaje de bailarina de ballet no suena mal.

Contando con embajadoras de lujo como la actriz de 'Euphoria' Sydney Sweeney o la modelo e influencer Cindy Kimberly, el maquillaje que se mueve entre una piel de hada luminosa y una piel de porcelana se posiciona como uno de esos looks que veremos una y otra vez en alfombras rojas por su sencillez y efectividad. El leitmotiv de ambas es el tono rosa frío presente en el maquillaje de ojos, mejillas y labios de sus últimos posts en redes sociales o apariciones.

Pero mientras Sydney Sweeney simplemente aparecía en un evento con un total look rosa bailarina, en el que el mismo color de su vestido de tul de Giambattista Valli se repetía en su maquillaje, hasta que Cindy Kimberly lució un maquillaje muy similar en Instagram, acompañando el estilismo de un outfit de bailarina de ballet, compartiendo el emoticono de un cisne, las redes sociales no daban con el término idóneo para describir la tendencia de maquillaje.

El paso a paso del maquillaje de bailarina de ballet

• El balletcore se basa en pocos pasos, pero todos ellos de gran impacto. Por un lado, el tono rosa empolvado de los tutús y maillots de ballet es mandatory y debe repetirse en las mejillas, profusamente coloreadas en un tono rosa que se expanda más allá de sus límites. La intensidad del rubor dependerá de cada persona, pero los tutoriales con más visualizaciones apuestan por varias capas para crear, prácticamente, la sensación de piel ruborizada tras practicar deporte.

• Pero el tono rosa también debe utilizarse en los párpados, creando esa sensación de rostro naíf y romántico. El truco está en utilizar una sombra en crema, que deje un acabado ligeramente brillante, de color moderado y muy fácil de extender.

• Para que los ojos queden también reforzados, es importante sustituir el delineador o lápiz negro por el marrón oscuro, aplicado en la raíz de las pestañas para oscurecer su nacimiento, pero sin que se note su paso.
• La máscara de pestañas tampoco puede faltar, pero no vale aplicarla de cualquier modo. Una de las tendencias más potentes del año es aplicarla creando pequeños grupitos, de tal modo que le demos al ojo una sensación de ojo de muñeca.

• Otro paso ineludible es el del iluminador. Si en los maquillajes de los 90 la oferta de highlighters dejaba mucho que desear, el sinfín de opciones actual nos ofrece todo tipo de texturas. Para realizar un maquillaje balletcore de libro, lo importante es que sean iluminadores blanquecinos y de brillo perlado. Todo debe mantener la misma tonalidad, nada de dorados. Por supuesto, también veremos el mismo color iluminador en la mirada, tanto en el arco de la ceja como en el lagrimal, extendiéndose hacia el interior del ojo para abrir la mirada.

Copiar el balletcore de Cindy Kimberly a escala 1:1

Los anteriores pasos son los comunes en los vídeos y fotografías de maquillajes de bailarina de ballet que vemos en redes sociales, looks bastante menos sutiles que los que veíamos sobre la pasarela hace algunas temporadas. Emporio Armani, Munn, Ami Paris, Yuhan Wang, Son Jung Wan o Prototypes son algunas de las firmas que han llevado a sus desfiles pieles naturales, con intensos rubores rosados, labios a juego e iluminador gélido.

Otra opción es la de recrear al milímetro el estilismo que originó todo el revuelo, el de Cindy Kimberly, que la maquilladora Jackie Wayers volvía a recrear magistralmente en YouTube. Primero y para dar con la tonalidad exacta del rubor rosa, su truco está en combinar tres tonos de la paleta de Pat McGrath x The Bridgertons, una práctica que Kimberly ha confesado llevar a cabo habitualmente.

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Margarita Velasco

Su uso del iluminador también cambia, pues la maquilladora lo aplica sobre el hueso del pómulo, en las sienes y en la punta de la nariz. Se trata de un highlighter de acabado nacarado, de brillo más plateado, siempre claro y frío que también aplica en el arco de la ceja. De este modo se crea un rostro ultrailuminado.

A continuación, para iluminar la mitad del párpado igual que Cindy Kimberly, con un lápiz cremoso nacarado, aplica el color avainillado desde el lagrimal hacia la cuenca, extendiéndolo por el párpado, para crear una mirada muy iluminada. Para rasgar el ojo, toca trabajar la otra mitad del párpado. Aquí entra el juego la sombra en crema a modo de lápiz, en el tono Pillowtalk de Charlotte Tilbury, ligeramente satinado en el extremo del ojo, extendido luego con la yema de los dedos. Para volver a repetir la sombra blanca perlada en el lagrimal.

Aunque la naturalidad del maquillaje balletcore dista mucho del look con el que una bailarina acabaría una clase de ballet, las plataformas especialmente visuales como TikTok o Instagram han encontrado en este maquillaje un estilismo muy favorecedor que, además, queda de miedo con un poco de Chaikovski. Toda una producción digna de ser viral.