La mesa extensible de Ikea para ganar más espacio en tu casa

Las mejores soluciones son, en ocasiones, las más sencillas. Un ejemplo claro de esto es la mesa extensible Ekedalen de Ikea, un modo perfecto de estar siempre preparado por si acaso de repente el número de invitados aumenta. También es la solución ideal para comedores pequeños o compartidos con otras estancias, en los que no solemos tener tantos comensales, pero queremos emplear en un momento determinado.

Las casas pequeñas son cada vez más comunes, así como los trucos de decoración que podemos poner en práctica para conseguir que nuestro dormitorio se vea luminoso a pesar de no contar con grandes ventanales, el salón parezca mayor sin tener que renunciar al estilo o todos nuestros invitados puedan sentarse a la mesa, sin tener que sentar a nadie en la mesa de los niños. Pequeños consejos que son siempre bienvenido, pues nos ayudan a poder relajarnos y disfrutar del momento sin preocupaciones, nos ofrecen un plan B.

Cenas familiares, reuniones de amigos o invitados sorpresa pueden llegar a desbaratar por completo nuestros planes si no tenemos algunos ases bajo la manga. El primero de ellos y que todos conocemos es contar con un sofá cama. Este mueble que antes destacaba por ser igual de incómodo como cama que como sofá, con el tiempo ha ido evolucionando, cambiando y mejorando y lo cierto es que actualmente sorprende descubrir que hay una cama oculta tras el mejor sofá para tu casa.

Las sillas plegables son otra de las cosas más prácticas que podemos tener en casa, una opción ideal para tener siempre a mano un lugar en el que sentar a todos los presentes. Una versión más permanente de esta opción la encontramos en los bancos con espacio interior de almacenaje, que son útiles durante el día a día y, en caso de necesidad, podemos usarlos para que se sienten una o dos personas más.

Las mesas extensibles, como la que hoy nos ocupa, son otro de esos indispensables que hará nuestra vida más feliz porque, aunque no recibamos invitados que se presentan sin avisar, siempre podemos utilizar este sencillo truco para sentarnos alrededor de la mesa un poco más distanciados, contando con un mayor hueco en el centro para colocar la comida, los vasos y las copas, e incluso dejar la panera y la jarra de agua, sin tener que contar con una mesa auxiliar o un práctico carrito con ruedas, que también se ha convertido en un indispensable en muchas casas.

Aunque se puede encontrar en más colores en el catálogo de Ikea, cuando las dimensiones del comedor son un problema, el color blanco es una opción segura. Este tono hace que la mesa ocupe menos espacio visual, pues suele ser también el mismo en el que están pintadas las paredes, un color antiestrés que también nos ayudará en el día a día. Además, el blanco es un color que potencia la luz de la estancia, por lo que sin apenas darnos cuenta, estaremos haciendo que la estancia parezca mejor iluminada.

Cerrada, esta mesa tiene un tamaño de 120 centímetros, que se extienden hasta los 180 centímetros una vez que la estiramos al máximo de su capacidad. El sistema para hacerlo es tan sencillo que puede encargarse una persona sola, y el trozo que se usa en la ampliación queda recogido bajo la mesa cuando se pliega, para no ocupar espacio. Se separan las patas, se coloca el tablero sobre el espacio que ha aparecido y se fija con un sistema de seguridad, para evitar que pueda haber problemas, el mismo sistema a la inversa se emplea para cerrarla.

Ikea nos pone en bandeja una solución sencilla, elegante y divertida para un problema que puede suponer una preocupación mayor. Por 200 euros podremos tener una mesa de hasta ocho comensales que se sienten a su alrededor y disfruten cómodamente de una cena de lujo.