Estos son los trucos que debes conocer si quieres adelgazar nadando

Uno de los planes más apetecibles del verano es poder zambullirnos en la piscina durante un rato. Una actividad con la que no solo conseguiremos refrescarnos plantándole cara al calor típico de esta época del año, sino que con ella también podremos ponernos en forma, pues nadar es uno de los ejercicios de cardio más completos. De hecho, si además ponemos en práctica algunos trucos concretos, no solo trabajaremos todo el cuerpo tonificando los músculos mientras nos sentimos más fresquitos, sino que también podremos perder peso.

Muchas son las actividades físicas que nos ayudan a mantenernos en forma. Por ejemplo, caminar es uno de los sistemas más sencillos que podemos poner en práctica a la hora de llevar una vida más activa. Un ejercicio físico sencillo con el que se puede llegar a adelgazar. Sin embargo, cuando las temperaturas suben y el calor comienza a ser más, este tipo de actividades quedan relegadas a las primeras horas del día o las últimas de la tarde para evitar problemas derivados de las altas temperaturas.

Actividades refrescantes como la natación comienzan entonces a llamar nuestra atención y nos invitan a darles una oportunidad a la hora de ponernos en forma. Sin embargo, lo que parece una elección basada en la época del año, bien puede convertirse en nuestra actividad preferida, sobre todo una vez que quedan al descubierto los muchos beneficios que tiene. Por suerte, y aunque la asociemos con el verano, nadar es una opción disponible durante todo el año.

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Como sucede con la mayor parte del ejercicio físico, la natación es ideal para ayudar a quien la practica a reducir el estrés, así como para mejorar la circulación y el sistema cardiovascular. Mejora el sistema respiratorio, aumentando la capacidad pulmonar, y ayuda a desarrollar la coordinación y la concentración. Se trata de una actividad muy completa, pues pone en funcionamiento diferentes grupos musculares y lo hace de manera simultánea, por lo que no corres el riesgo de olvidar ninguno de ellos.

Favorece la flexibilidad, aumentando el rango de movimiento con el tiempo y la práctica. Es un deporte de bajo impacto, por lo que las articulaciones sufren menos que con actividades como el running; la natación es muy poco probable que provoque lesiones y suele aliviar determinados dolores de espalda, sobre todo aquellos derivados de una mala postura. Por si todo esto fuera poco, no podemos dejar de señalar que esta es una actividad con la que se pueden llagar a quemar unas 500 calorías con una hora de ejercicio.

Evidentemente, este número es solo una aproximación, pues son muchos los factores que intervienen a la hora de fijarlo. No solo las características físicas de cada persona, ya que puede depender del peso y la edad, sino también del estilo que escojamos a la hora de nadar o de la intensidad con la que se trabaje o el tiempo que permanezcamos en la piscina. Así, hay algunos trucos y consejos que se pueden poner en práctica para sacar el máximo provecho a esta divertida actividad.

Trucos para adelgazar nadando

Como apuntábamos antes, la cantidad de calorías que se queman durante la actividad varían en función de cómo realicemos el ejercicio. Hay una gran diferencia de resultados si escogemos nadar de forma vigorosa o si preferimos hacerlo de manera tranquila. De hecho, y entrenando el mismo tiempo, si nadamos con energía podremos quemar hasta el doble de calorías. Al fin y al cabo no se trata solo de un entretenimiento, sino de un ejercicio que estamos realizando en busca de un objetivo; de hecho, lo ideal es nadar dos o tres veces por semana no menos de 45 minutos.

La técnica que seleccionemos una vez que nos encontramos en el agua es también esencial, pues no todas exigen la misma energía y, por tanto, algunas pueden ayudarnos más que otras. El estilo que más calorías quema es el mariposa. Es el más duro y el que más gasto energético produce, pero requiere un gran dominio de la técnica.

Por eso lo más habitual es centrarse en los otros estilos: braza, crol y espalda. Cada uno de ellos tiene sus características; por ejemplo, quienes tienen problemas de rodilla, tal vez quieran evitar nadar a braza, pues de las piernas procede la mayor parte del esfuerzo. Con el crol se trabaja por igual el tren inferior y el superior y nadar a espalda es ideal para relajarnos. Sea cual sea la técnica seleccionada, quemaremos más calorías aumentando la intensidad y si queremos que nuestro entrenamiento sea más completo, podemos compaginarlo con otros ejercicios acuáticos como el aquagym.

El ejercicio físico es clave para ayudarnos a llevar una vida más activa que nos ayude a sentirnos mejor y con mayor energía. Eso sí, siempre que queramos perder peso conviene recordar que lo mejor es ponernos en manos de especialistas que nos ayuden a encontrar la forma más adecuada de lograrlo, combinando la actividad física con una alimentación equilibrada con la que seguir logrando objetivos sin poner en riesgo nuestra salud.