El lado más desconocido de este famoso pueblo, a una hora de Madrid, para visitar en Semana Santa por sus procesiones y postres típicos

• Adiós a la Costa Brava: estas son las playas más bonitas de Cantabria según National Geographic
• Los 10 pueblos más bonitos de Madrid para desconectar esta Semana Santa: visitas obligadas

A tan solo una hora de Madrid, San Lorenzo de El Escorial es conocido principalmente por el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, más allá de este majestuoso edificio, este pintoresco pueblo esconde una rica cultura, unas tradiciones fascinantes y una gastronomía que se vuelve aún más especial durante la Semana Santa.

Así, tras conocer los encantos del pueblo más antiguo de Madrid o una localidad con alma en la sierra, nos movemos rumbo al noroeste de la Comunidad de Madrid, en la vertiente suroriental de la Sierra de Guadarrama, al pie del monte Abantos y Las Machotas. A 47 kilómetros de Madrid capital, se convertirá en una escapada perfecta para esta Semana Santa, incluso como plan de un día.

Precisamente poniendo el foco en los planes religiosos de estos días, durante la Semana Santa, San Lorenzo de El Escorial cobra una atmósfera única, donde la espiritualidad y la tradición se entrelazan en las procesiones que recorren sus calles. A través de ellas se puede conocer mucho sobre el municipio, ya que no solo se celebran en la plaza del monasterio, sino que se extienden a través de las calles más antiguas del pueblo.

Al recorrer estas calles, es fácil dejarse envolver por la majestuosidad de las esculturas de los pasos, las túnicas de los cofrades y la devoción palpable en cada rincón. Aunque San Lorenzo de El Escorial no solo destaca por sus tradiciones religiosas, sino por ser un enclave lleno de historia y belleza natural. Más allá de ser el hogar del famoso monasterios, uno de los monumentos más representativos de España, el resto del pueblo también alberga una serie de rincones y calles de gran encanto.

¿Qué ver en San Lorenzo de El Escorial?

Por ejemplo, la Casa de Ciriaco, una construcción tradicional que data del siglo XVI, muy cerca del centro del pueblo. Uno de los mejores ejemplos de la arquitectura civil renacentista que se conserva en el municipio. Además, también destaca la Ermita de San Sebastián, un pequeño templo de origen medieval que se encuentra en las afueras del pueblo.

Sin olvidar la Casita del Infante, donde el rey Juan Carlos I disfrutó de su soltería, el Teatro Real Coliseo de Carlos III, el teatro cubierto más antiguo de España aún en uso, o la Fuente del León, una elegante obra del siglo XVIII situada en la Plaza de la Constitución. Una pequeña muestra, porque hay mucho más. De hecho, desde la oficina de turismo de la localidad existen diferentes trazados culturales por diversas épocas, para conocer cómo fue creciendo el municipio. Además de gymkhanas para poder turismo de una manera muy amena con los más pequeños de la casa.

A ello hay que sumar su espectacular entorno natural, con rutas para diferentes niveles por los parajes del Monte Abantos o del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Si tras recorrer los diferentes emblemas de San Lorenzo de El Escorial hay que reponer fuerzas, las bizcoletas destacan como un postre típico inspirado en los dulces que timaba Felipe V en el siglo XVIII.

Además de los caramelos de laurel, conocidos como Lágrimas de San Lorenzo (que tienen su origen en el famoso monasterio) o el pastel de la Casita del Príncipe, elaborado por Lucas González de Paco Pastel. Así, queda claro que, sin dejar de lado su majestuoso monasterio, este destino es ideal para quienes buscan una experiencia completa que combine historia, cultura, naturaleza y sabor.