En el corazón de Portugal, lejos de las rutas turísticas más transitadas como Oporto o el Algarve, se encuentra un rincón que parece sacado de un cuento: Cortes do Meio. Este pequeño pueblo, ubicado en la ladera norte de la Serra da Estrela, ha sido apodado como la "capital de las piscinas naturales" debido a la docena de pozas cristalinas que adornan su paisaje.
Cortes do Meio es un paraíso para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad. Rodeado de frondosos bosques y atravesado por el río Zêzere, el pueblo ofrece una experiencia única para quienes buscan desconectar del bullicio urbano. Entre sus joyas naturales se encuentran la poça da Ponte Velha, ideal para familias por su poca profundidad, y el poço da Fatela, una impresionante piscina natural que cuenta con una cascada, perfecta para los más aventureros.
Las piscinas naturales tienen aguas cristalinas. (Cortesía)
Además de sus piscinas naturales, Cortes do Meio es un ejemplo de cómo la armonía entre el ser humano y la naturaleza puede crear un entorno sostenible y acogedor. El pueblo ha sabido preservar su esencia tradicional, ofreciendo a los visitantes una experiencia auténtica y respetuosa con el medio ambiente.
En los pequeños restaurantes familiares del pueblo se puede disfrutar de platos típicos de la región como el cabrito asado, la chanfana (guiso de cabra) o los quesos curados de la Serra da Estrela, famosos en todo el país. Cortes do Meio no solo invita a sumergirse en sus aguas cristalinas, sino también en una forma de vida pausada, hospitalaria y profundamente conectada con el entorno natural.
En el corazón de Portugal, lejos de las rutas turísticas más transitadas como Oporto o el Algarve, se encuentra un rincón que parece sacado de un cuento: Cortes do Meio. Este pequeño pueblo, ubicado en la ladera norte de la Serra da Estrela, ha sido apodado como la "capital de las piscinas naturales" debido a la docena de pozas cristalinas que adornan su paisaje.