El libro (y la serie) que redescubre la 'vida rota' de Amparo Muñoz, según su amigo y biógrafo

La belleza del dolor. Quizá ese sea el concepto que mejor define lo que representó Amparo Muñoz, la primera y única Miss Universo de nuestro país, en el imaginario colectivo. Aquel concurso de belleza lo ganó en un 1974, pero Muñoz fue mucho más que uno de los más espectaculares maniquies que haya dado nuestro país. También fue una actriz de peso, con personajes fundamentales en películas fundamentales como 'Familia', de Fernando León de Aranoa. A su pesar, también se convirtió en un personaje de la crónica rosa y amarilla, aquella que no dudó en sacar a relucir su etapa más oscura, la que tuvo que ver con su adicción a las drogas o sus matrimonios fallidos.

Este febrero se cumplieron diez años de su temprano fallecimiento a los 56 "tras sufrir una larga enfermedad y en todo momento estuvo rodeada de toda su familia", según contó entonces su propio hermano. Con ese motivo, Miguel Fernández, el que fuese su amigo y biógrafo, que publicó junto a ella 'La vida es el precio' en 2005, recupera y actualiza aquel escrito con 'La vida rota'. El escritor y periodista cuenta a Vanitatis, en exclusiva, que su obra se convertirá "en una serie y un documental" y nos comenta lo que ha sentido al volver al revivir la vida de nuestra beldad más internacional.

¿Cómo nació la idea de recuperar el escrito sobre Amparo Muñoz?

Con 'La vida rota' traté de aproximarme, a partir de la figura de Amparo Muñoz, a la experiencia de miles mujeres españolas durante los últimos años del franquismo, la Transición y la democracia. Yo había escrito con Amparo sus memorias, 'La vida es el precio', en 2005. Poco después de publicar el libro, nos dimos cuenta de que aquella colección de recuerdos necesitaba una explicación más detallada del contexto en el que se produjeron los hechos narrados. Teníamos la intención de retomar la tarea, pero la prematura muerte de Amparo en febrero de 2011 lo impidió.

Ha contado que el Me Too también convierte a la figura de Amparo en relevante. ¿De qué manera?

Las imágenes de la que fue la amiga, que padecía un cáncer en fase terminal, acosada por los paparazzi en la puerta de su casa apenas unas semanas antes de morir me impidieron durante mucho tiempo pensar en serenidad en el libro que había prometido a Amparo que escribiría. De pronto, estalló el Me Too y una nueva e imparable ola violeta nos recordó que el camino hacia la igualdad estaba todavía por andar. En aquellos días de 2017, todos pensamos alguna vez en nuestras madres, en nuestras hermanas, en nuestras primas, en cómo el heteropatriarcado, el machismo, había condicionado sus vidas, les había cortado las alas y robado la voz.

La vida de Amparo Muñoz da para una película, desde ese momento en el que la definen reina de la belleza...

Yo mismo me hice muchas preguntas repasando su vida y me di cuenta de la gran historia que había detrás. ¿Cómo una organización puede hacerse cargo de una muchacha que todavía no ha alcanzado la mayoría de edad en su país y llevarla de un lado para otro sin pedir permiso a nadie? ¿Qué quería decir aquella frase que repetían tanto las actrices del destape: me desnudo solo por exigencias del guion? ¿Quién mandaba en el guion, quién o quiénes establecían las exigencias? ¿Por qué un señor de izquierdas, progre, declara sin titubear que prefiere que su mujer se quede en casa y cuide de los hijos? ¿Cómo pudo extenderse la droga por los diferentes estamentos de una sociedad sin que nadie se alarmara? ¿Por qué se filtra el nombre de una persona hasta ese momento respetable para vincularla con una operación antidroga? ¿Quién repara el daño que causa la mentira?

¿Qué ha descubierto de nuevo sobre la que también fue su amiga?

Me encontré con una mujer distinta a aquella que se empeñaron en caricaturizar en la llamada prensa rosa, en los programas del corazón. Aunque quizás nunca fue consciente, desde el primer momento Amparo dijo no a todo: a que se la cosificara en un concurso de belleza, a un jefe o a un director empeñado en hacer valer un inexistente derecho de pernada, a los novios controladores, a los maridos que no supieron ser compañeros, a los colegas que despreciaban a sus esposas, al negocio de la carne, a la traición y la mentira.

Usted siempre ha dicho que ella pagó un precio demasiado caro por convertirse en un personaje público...

Ella misma me contó que el precio que pagó por ser así fue tan elevado como el que le pidieron a miles de mujeres anónimas. A todas aquellas mujeres a las que una época y una sociedad les rompieron la vida.