¿Somos las mujeres nuestras peores enemigas? No, pero algo de eso hay

"Hoy, el liderazgo de las mujeres es una causa. Mañana, debe ser la norma", dijo no hace mucho el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres. El informe 'Igualdad de género en la Administración pública', publicado en julio por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo —la primera investigación integral exhaustiva sobre el tema que cubre 170 países— advertía de que las brechas de género persisten y de que las mujeres siguen topándose con techos y muros de cristal que frenan su promoción a los más altos puestos de poder e influencia. El informe hablaba específicamente de la Administración, donde las mujeres conforman únicamente el 30% del personal directivo superior, pero son datos que se pueden extrapolar al sector privado.

El liderazgo femenino sigue siendo una asignatura pendiente. "Los datos están ahí. Hemos accedido más tarde al mundo laboral, un mundo que estaba pensado por y para hombres. Aunque las cosas están cambiando muy rápido, llega la maternidad y se arma el taco. Los horarios no están pensados para poder compaginar tu crecimiento personal con tu crecimiento profesional. A veces piensas 'no me compensa', y por eso muchas mujeres abandonan y prefieren perfiles más bajos. Yo tengo cinco hijos, sé de lo que hablo". María Cudeiro, CEO de Croma Pharma, uno de los referentes del sector de la medicina estética y la belleza, es muy clara a este respecto.

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Es jueves 3 de marzo y la lluvia sanadora cae sobre Madrid mientras en el Café Comercial, uno de los locales con más tradición de la capital, un grupo de mujeres se reúne para participar en el I Vanitatis Date. Bajo el lema 'Mujeres que mejoran la vida de otras mujeres', este evento ha nacido con la ambición de convertirse en un lugar donde las lectoras tengan la oportunidad de escuchar a mujeres líderes en sus respectivos sectores, conocer sus inspiradoras historias y compartir con ellas experiencias comunes y complejos conocidos. Para la primera cita, las invitadas fueron Ainhara Viñarás, directora general de Shiseido (división Prestige); Amagoia Eizaguirre, coach y autora de 'El pequeño libro de los hábitos saludables', y la citada María Cudeiro.

"Depende de los sectores, pero creo que las mujeres en este campo tenemos dos problemas principalmente. El gap salarial que sigue habiendo con nuestros compañeros y el asunto de la flexibilidad", enumeró Viñarás, un referente del sector beauty. El lema del encuentro, ese 'mujeres que mejoran la vida de otras mujeres', fue interpretado por Viñarás con cierto sentido del humor como "el networking de toda la vida". "Los hombres lo llevan a cabo de forma natural y en ellos está mejor visto". La directora general de Shiseido quiso matizar que apoyar a otras mujeres generaba mayor "diversidad" en los cuadros de mando, algo "indispensable" para las empresas.

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A las preguntas de Nacho Gay, director de Vanitatis, Cudeiro reconoció que no le gustaba "la palabra 'renunciar". En un tono distendido, ante una veintena de mujeres que escuchaban atentamente, explicó las tres claves que, en su opinión, la han llevado a donde está hoy. "Por un lado, el apoyo de mi pareja. Desde el principio le expliqué que mi trabajo era mi manera de dejar huella en el mundo y él lo entendió así. En segundo, los hijos tienen que adaptarse a ti, no tú a ellos. Y en tercero, no he tenido miedo, he sido valiente para asumir retos".

Cudeiro lo llamó "valentía" y Amagoia Eizaguirre lo llamó "educación". "Hay que trabajar con las niñas desde la infancia, educarlas en que son iguales que los niños, que pueden asumir los mismos retos. Hay que trabajar en la autoestima de las mujeres para que se crean capaces y también para que se apoyen en vez de considerarse rivales". Eizaguirre, estudiante de Psicología, insistió en la zancadilla continua que supone para muchas mujeres el afán perfeccionista, el miedo al fracaso: "El 90% de las mujeres tiene baja la autoestima, una de nuestras obligaciones como mujeres debería ser mostrar que somos personas normales y cometemos errores, no que somos perfectas y llegamos a todo".

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¿Hay una forma diferente de liderar si eres una mujer? Según Ainhara Viñarás, sí. "Ha habido una evolución del liderazgo autoritario al liderazgo basado en el respeto y en que todo el mundo aporte", opina. El peligro de 'disfrazarse de hombre' cuando uno asume un puesto de responsabilidad existe, y hay que trabajar sobre ello. Como hay que trabajar sobre la culpabilidad de no estar al 100% en todas las parcelas de la vida. "Hay que compartimentar y organizarse muy bien, exigir a tu pareja que se involucre y dar tiempo de calidad", dijo Cudeiro, a lo que Viñarás y Eizaguirre añadieron un nuevo punto de vista: "También es bonito transmitir a tus hijos la cultura del esfuerzo, que vean que su madre disfruta con su profesión, que es nuestra manera de expresarnos".

También hubo momentos de complicidad. Muchas de las presentes sonrieron cuando el director de Vanitatis sacó a colación el llamado "síndrome de la abeja reina", ese que afecta a la mujer que llega a un puesto de alta dirección y luego no facilita el crecimiento de las que vienen detrás (una experiencia de vida compartida por todas las presentes). También se habló de cómo el cuidado estético es un arma para la mujer. "Desde Shiseido impulsamos una campaña para que la RAE cambiara la definición de maquillar y que fuera la acción de empoderar la individualidad de una persona a través de productos cosméticos", contó Viñarás. María Cudeiro, por su parte, ha puesto en marcha el podcast 'Beauty is not a drama'.

Un encuentro con mujeres inspiradoras que aspira a convertirse en una cita a apuntar en la agenda.