Dónde están los megabarcos de los millonarios españoles... y de los oligarcas rusos

Cada verano, por estas fechas, muchos cronistas buscan los yates de los millonarios para saber cómo preparan sus vacaciones. Se trata de entrar en aplicaciones especializadas en las que se localizan todo tipo de barcos y encontrar así el del rico de turno. Ya sea Amancio Ortega, fundador de Inditex, ya sea Roman Abramovich, oligarca ruso.

Este año, sin embargo, las cosas son distintas. La guerra de Ucrania provocó que Occidente sancionara a quienes se han enriquecido a la sombra de Vladímir Putin y muchos de sus megayates están amarrados en puertos europeos confiscados por las autoridades. Así, mientras los ricos occidentales ya navegan o están a punto de hacerlo, los rusos ven cómo sus naves se quedan en dique seco.

O eso es lo que debería ser: muchos de estos millonarios rusos han sabido cómo escapar de la ley y sus barcos navegan libremente por aguas en las que las sanciones no tienen autoridad. Como los dos megayates del citado Abramovich, el Eclipse y el My Solaris, dos de las embarcaciones de recreo más grandes del mundo, que surcan aguas turcas ajenas al horror que viven sus vecinos ucranianos en casa.

Pero antes de analizar la situación naval de los oligarcas, volvamos a España, donde muchos millonarios han decidido deshacerse de sus embarcaciones mientras otros las siguen disfrutando. Isak Andic, fundador de Mango, por ejemplo, es un apasionado del mar y parece que se ha dedicado a trabajar toda su vida para poder disfrutar ahora de su verdadera pasión. Porque el velero Nirvana Formentera, uno de los más grandes y de mejor diseño de Europa, lleva semanas en aguas del Mediterráneo, las preferidas del magnate.

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El 29 de mayo, el Nirvana Formentera salió del Puerto de Ibiza en dirección al Sur, a Grecia. Llegó el 2 de junio a Sami, y desde allí ha ido surcando otras islas. El 26 de junio se fue a Ortakent, en Turquía, otro de sus destinos favoritos, y el 3 de julio a Rodas. El 12 de julio volvió a Sami y el mismo día partió de nuevo, esta vez en dirección a Cefalonia. Trabajar mucho y ganar dinero sirve, a veces, para poder disfrutar de estos lujos, nada ostentosos pero puro placer.

Amancio Ortega, fundador de Inditex, tiene dos barcos, el Valoria B, que suele estar amarrado en Sanxenxo, tal y como lo está estos días, y el Drizzle, que el pasado martes se puso en marcha desde Mónaco -donde tiene el amarre- rumbo a Portofino. Parece que alguien prepara ya sus vacaciones en la familia. Y suele ser Marta Ortega, la actual presidenta del gigante textil, quien navega en este megayate.

Palatchi, otro marinero

Lo sabe bien también Alberto Palatchi, fundador de Pronovias, empresa que vendió a un fondo inversor hace unos años para dedicarse en cuerpo y alma a disfrutar de la vida. Apasionado de la vela, tiene varios barcos y todos han estado en movimiento este año. Aunque es su famoso velero Galma el que más puertos ha visitado. El 21 de junio llegó a Ibiza y se fue el 24 dirección Palma de Mallorca. Después pasó por Mahón, coincidiendo con la boda de su hija menor, Marta, y el 3 de julio emprendió la aventura rumbo a Olbia, al norte de Cerdeña, Italia. Mientras, su otro velero, el Tiketitoo, sigue en Palma de Mallorca, y su yate Kirios está atracado en Ibiza.

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Otro velero famoso, quizás el que más, es el Mata Mua, propiedad de Carmen Cervera. La baronesa Thyssen hizo mover su barco del Puerto de Barcelona, donde tiene su amarre fijo, el 26 de junio en dirección a Sant Feliu de Guíxols, donde tiene su preciosa mansión. El velero ha navegado durante dos días, del 9 al 11 de julio, por aguas de Mónaco y ha vuelto a Sant Feliu, desde donde sale casi a diario por las calas cercanas a este municipio de la Costa Brava.

Otros millonarios que contaban con grandes y bonitos yates no están en el radar porque sus dueños ya no los usan, o han decidido desprenderse de ellos en las últimas temporadas. Como Juan Miguel Villar Mir y su Albatros, Florentino Pérez y el Pitina, y Rafael del Pino y el Blue Eyes London, tres barcos que, según algunos medios económicos, se han vendido o se alquilan para recreo. En esta lista de yates de ricos o millonarios no podían faltar dos embarcaciones famosas por haber protagonizado escándalos económicos: el Adix, de Jaime Botín, amarrado ‘sine die’ en Portsmouth (allí escondió su famoso Picasso), y el Feria, amarrado en Gibraltar del mismo modo, tras el proceso judicial en el que se ha visto envuelto su propietario, Luis Medina.

Y así, amarrados ‘sine die’ están la mayoría de barcos de los citados oligarcas rusos. Parado en Novorosik está el Nord, uno de los yates más grandes del mundo con 142 metros de eslora, propiedad de Alexei Mordashov. Alexander Mijeev vio cómo su yate, Lady Anastasia, quedaba embargado en el Puerto de Mallorca.

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En España hay otros megayates de oligarcas: el Palladium, de Mijaíl Prokhorov, y el Valerie, de Sergei Chemezov, están ambos en el Puerto de Barcelona. Uno de los más espectaculares megayates del mundo es el Dilbar, propiedad de Alisher Usmanov, que se encuentra en el Puerto de Hamburgo confiscado por las autoridades alemanas. Como hicieron las francesas con el Amore Vero, de Igor Sechin, que se encuentra en La Ciotat, al sur de Francia.

Como decíamos antes, algunos oligarcas han sabido escabullirse de las leyes que les embargaban sus yates dirigiéndolos a aguas ‘amigas’ antes de que se publicaran las sanciones. Es el caso de Roman Abramovich, quien ha puesto en venta todas sus propiedades en Londres tras vivir en la capital británica varias décadas como un auténtico lord. Ahora, sus dos megayates, el My Solaris y el Eclipse, surcan las aguas turcas sin problema.

Lo mismo hizo Vagit Alekperov con su megayate Galactica Super Nova. En cuanto estalló la guerra, la embarcación abandonó el Puerto de Barcelona, donde se preparaba para el verano, y se dirigió hacia Montenegro. Estos días, pues, navega sin problemas cerca del puerto montenegrés de Budva.