El día de Paula: boda en Ávila, vestido de novia con mangas abullonadas y zapatos tendencia

Para impactar en tu boda, la sencillez puede ser la clave. Un vestido con una confección impecable y algún que otro detalle especial, siempre fiel a tu personalidad, es el secreto de muchos estilismos nupciales que traspasan la barrera del ahora y perduran en el tiempo para siempre. Como el traje de novia de Paula, la enfermera que se casó en septiembre con Ramón, su prometido, en su ciudad natal.

"Nos conocimos una Semana Santa en Sanxenxo a través de unos conocidos, y aunque estuvimos hablando toda la noche, no volvimos a reencontrarnos hasta unos meses después en Madrid. Y desde ese día hasta hoy", cuenta Paula. El día de su boda, este consultor y esta enfermera llevaban cinco años juntos.

La petición de mano se produjo unos meses antes y, como en las mejores historias de amor, pilló por sorpresa a la novia. "De nuevo en Sanxenxo. Salí a correr y cuando volví a casa estaba esperándome con el anillo, aunque al principio yo hablaba y ni siquiera lo vi, fue bastante gracioso el momento porque tuvo que avisarme para que lo viera", confiesa Paula. Ramón le regaló un cinquillo de diamantes y oro blanco que después luciría en el enlace.

Ese día sería el 17 de septiembre de 2022 y el lugar, Ávila. Fijado el día, la pareja mandó las invitaciones a sus familiares y amigos: "Llevaban un diseño en vertical, con una lazo de seda y una flor minimalista que también estuvo presente en toda la papelería de la boda, todo en tonos blancos y grises"

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"La primera vez que Ramón vino a Ávila se quedó sorprendido cuando descubrió la basílica de San Vicente". Años más tarde, y con el compromiso matrimonial, volverían a este templo para celebrar la ceremonia religiosa que les convertiría en marido y mujer ante los ojos de Dios.

Construida extramuros de la ciudad y pegada a la muralla, esta iglesia de origen románico acogió el enlace de Ramón y Paula. "Antes de la boda organizamos una pedida informal con nuestras familias", recuerda la enfermera.

Acompañada de su padre y padrino, y escoltada por dos de las mujeres de su vida, Paula llegó puntual a su cita con Ramón en el altar. Al tiempo, el secreto mejor guardado en toda boda, su vestido de novia, quedó expuesto al público. Un modelo sencillo con detalles especiales diseñado por Clara Brea.

"Visité varios talleres con mi madre y el de Clara Brea fue el último, pero acabamos llorando las dos. Supo ver mi idea desde el primer momento, además durante todo el proceso me transmitió mucha confianza y positividad. Tenía una idea bastante clara de lo que quería, algo sencillo, y aunque suene a tópico 'muy yo". Emplazado en Madrid, en el atelier de Brea son expertos en diseñar trajes de alta costura a medida para novias como el que lució Paula en Ávila.

"El proceso fue muy bonito, desde el primer día teníamos una idea clara, aunque luego fuimos modificando algunos rasgos", rememora Paula. "Quería líneas sencillas con algún detalle especial". Así fue. Fabricado con dos tejidos, uno de organza con estructura para la base del traje y otro de gasa para las mangas, el vestido presentaba un escote en V en el pecho, corte en la cintura, falda vaporosa con movimiento terminada en cola, mangas abullonadas y una espalda descubierta singular.

Con dos cierres, uno en la parte superior y otro a medio camino, ambos estaban decorados con un botón de estética vintage con una perla y el contorno dorado. De esta manera, el diseño cut-out en la espalda se convirtió en lo más llamativo del estilismo.

Un velo de tul enganchado al moño bajo que lució Paula completó la estampa nupcial en cuanto a las piezas de moda. "Tras la comida, recogí la cola del vestido y ya sin el velo coloqué una gasa alrededor del cuello que llegaba a los pies", explica la enfermera.

Una de las sorpresas de la boda llegó con su salida de la basílica como marido y mujer: "Mi madre nos sorprendió con unos gaiteiros. Tanto ella como parte de la familia de Ramón son de Galicia y fue muy emotivo". Antes, durante la ceremonia religiosa, Meraki Dúo amenizó cada fase con su viola y su violonchelo.

Pausa en el recorrido para hablar del look beauty de la novia. "Del maquillaje y la peluquería se encargó Patricia Sánchez Conde. Me realizó un moño que dejaba como protagonista la espalda del vestido y un maquillaje en el que se potenciaban los ojos", señala Paula.

Del centro de Ávila, Ramón, Paula y todos sus invitados se desplazaron hasta la finca Dehesa de Pedrosillo. "Fue un gran acierto, el día que fuimos a verla supimos que iba a ser allí, está muy cuidada y tiene unas vistas espectaculares". Enclavada en un encinar con vistas a la sierra de Gredos, en la zona central se levanta una edificación de estética palaciega.

Con su ramo de El Olivo Garden en la mano, "era en tonos blancos y verdes como la decoración de la iglesia y la finca, y como flor estrella, llevaba rosas inglesas", y dejando al descubierto sus zapatos de tendencia, los recién casados posaron al aire libre bajo la atenta mirada de los fotógrafos de Lisola, los encargados de su reportaje nupcial.

Por si no los has reconocido, Paula llevó los salones virales de Valentino. En concreto, hablamos del modelo Rockstud en rosa palo con acabado charol, punta afilada, varias tiras decoradas con tachuelas metalizadas en la pala, cierre de pulsera en el tobillo y tacón de aguja: "Fueron un regalo de mis amigas. Después los cambié por unas cuñas de Mi Boheme".

Al anillo de pedida que Ramón le regaló, la novia sumó como únicas joyas unos pendientes sencillos que colgaban un poco.

Del menú se encargó La Chalota: "El catering del cóctel gustó muchísimo". Al tiempo, se montó un córner 'beauty' para retocar el maquillaje y el peinado de las invitadas, que "triunfó entre las mujeres". Ya sentados para degustar la comida, "cada mesa tenía una palabra en gallego con un significado especial para nosotros, que explicábamos en una carta a los invitados".

En cuestiones musicales, Paula nos cuenta que "para entrar en el salón lo hicimos al ritmo de 'Madre Tierra' de Chayanne y abrimos el primer baile con la canción 'Can’t Help Falling in Love' de Elvis Presley".

Durante la fiesta, más música. "Al aire libre tocó el grupo La Tarara, vinieron de Sevilla. Los escuchamos en la boda de unos amigos y quisimos que tocaran en nuestra boda. A Ramón y a mí nos encanta la canción de 'Carolina' de M-Clan, salimos a cantar con ellos, fue un bonito cierre".

A modo de resumen, "nos hizo un día espectacular. Fue una boda preciosa y creo que reflejo de nosotros en cada momento, eso es lo importante. Como consejo a futuras novias, que sean ellas al 100% en todos los sentidos, porque ese día se notará".