Un vestido de novia con abrigo inspirado en Audrey Hepburn para la boda de Navidad de María
Sevilla acogió hace un año el mágico enlace de invierno entre María y Fran. Para su gran día, la novia confió a Castellar Granados su look nupcial de dos prendas para una boda de Navidad
Con la Navidad en el ambiente, las bodas no se paralizan. Una tendencia, la de celebrar un enlace durante el mes de diciembre y con la Navidad como temática en la decoración, que está en alza entre los novios. Tanto que las bodas navideñas no cesan de llegar a la redacción de Vanitatis. Como la de María y Fran. Se casaron el pasado diciembre, el de 2022, pero su boda es tan mágica e inspiradora que merece la pena retroceder en el tiempo para bucear y perdernos por ella.
El día exacto de su 'sí, quiero' fue el 17 de diciembre de 2022, y el lugar, Sevilla. "Fran y yo nos conocimos por casualidad. Tenemos muchos amigos en común e incluso habíamos ido a bodas comunes, pero nunca antes habíamos hablado o nos habían presentado. Unos amigos comunes organizaron una comida y así nos presentaron por primera vez", comienza el relato de esta abogada.
"Tras ese día, volvimos a coincidir y comenzamos a hablar. Él me invitó a comer un día a uno de mis restaurantes favoritos de Sevilla y desde ese día no nos hemos vuelto a separar", cuenta María.
La gran pregunta llegó rápido, aunque ambos estaban seguros del paso que iban a dar. "La petición de mano fue en Granada, una ciudad que adoro, y Fran lo organizó todo precioso. Llevábamos solo un año de noviazgo cuando me pidió matrimonio, la verdad que no esperaba que sucediese tan pronto, pero le dije sí con total seguridad y nos casamos justo un año después". Un compromiso matrimonial que derivó en su boda de Navidad.
Dividida en dos actos, la ceremonia religiosa en iglesia de la Caridad, ubicada en el casco antiguo de la capital hispalense, y la celebración en la Hacienda La Soledad, una finca del siglo XVI en la localidad de Alcalá de Guadaíra, su enlace fue de día. "Días antes llovió mucho y en mi boda hizo un día de diciembre precioso con 18 grados", recuerda la experta en recursos humanos.
María y Fran organizaron cada detalle de su boda solos, sin ayuda de wedding planners. "Podría decir que elegimos a los mejores proveedores, nos dieron mucha seguridad y disfrutamos el día 100% porque ambos estábamos relajados y disfrutamos de cada momento. Ojalá pudiésemos repetir ese día", confiesa.
A diferencia de otras novias, María sí que sabía cómo quería que fuese su look nupcial. "Siempre me ha encantado la moda y la verdad es que tenía las ideas bastante claras. Casándome en invierno, quería llevar dos piezas: un abrigo especial con un poco de cola y un vestido para la fiesta posterior", detalla.
Un dos prendas para una boda de Navidad que escondía un icono como fuente de inspiración. "Siempre me ha encantado Audrey Hepburn y el vestido de Pierre Balmain que llevó para su segundo matrimonio, ese me ayudó para idear el cuerpo del abrigo. La estética vintage con cintura marcada me encanta y siempre supe que quería llevar algo que cuando viese las fotos a lo largo de los años, me siguiera gustando. Algo elegante con ese punto de moda y escapando un poco de lo clásico, así me imaginaba el día de mi boda".
María encontró a la persona idónea para convertir en realidad el traje de novia de sus sueños: Castellar Granados. "Es maravillosa y tuve un feeling especial con ella desde el principio. La verdad que solo la visité a ella y tuve claro que haría mi vestido".
Ubicado en la calle Felipe IV, 3, en el barrio de los Jerónimos, hasta el taller de Granados llegó para la primera prueba. "Cuando me mostró los bocetos que realizó tras las ideas que compartimos, fue como si lo que tenía en la mente lo plasmase directamente en el papel. Comenzamos desarrollando la idea del abrigo y fue todo fluido, me gustaba la idea de que ambas piezas fueran en sintonía y que ambas fueran especiales".
Dada la experiencia de la modista, Castellar aconsejó a María un tejido de terciopelo para el abrigo, el material invernal por antonomasia. "Castellar me mostró el terciopelo de seda en color blanco para el abrigo y me enamoré al instante. Reconozco que adoro las piezas de terciopelo para cuando tengo un evento en invierno".
El ADN de Granados quedó impreso en los pliegues que presentaba el abrigo: "Me encantan las piezas con la cintura marcada y así fue con mi abrigo de novia, marcamos la cintura con esos pliegues tan característicos de Castellar".
Por último, el vestido que se ocultaba debajo del abrigo: "También quería que marcase cintura y los hombros, era de crepé de seda blanco y totalmente pegado, un look un poco más fiesta, pero sin perder ese punto de elegancia". Un vestido con un escote en V, hombros picudos, manga larga ceñida con botones en los puños, abertura en el pecho y costuras drapeadas en la parte superior. De ahí, una falda fluida con cola. Un atuendo de novia de invierno que estaba listo para impresionar el día de su boda. "Quiero destacar de Castellar que cuida hasta el más mínimo detalle y no puede ser más dulce".
Tocaba escoger los accesorios que pusieran el broche de oro al atuendo de María. A sus pies, unas sandalias plata de Aquazzura con plataforma, tacón en bloque y cierre con pulsera en los tobillos.
Cumpliendo con el 'dress code' nupcial, María coronó su estilismo con un velo de tul. Cubriendo el rostro para la ceremonia religiosa y después, ya como marido y mujer, retirado de la cara. Como joyas, además del anillo de compromiso que Fran le había regalado, una sortija de estética vintage de la joyería Romu de Sevilla y el resto de piezas de historia familiar. "Mis pendientes fueron unas sortijas de brillantes regalo de mi madre y mi tía por mi boda".
En cuanto al ramo, escogió las flores preferidas de su madre y las de ellas: las rosas. "Las flores favoritas de mi madre son las rosas rojas, y las mías, las rosas blancas. Así que tenía claro que esta flor estaría presente en mi boda. En la decoración de las mesas estaban presentes las rosas rojas por la estética de la boda y mi ramo de novia estaba compuesto por rosas inglesas, que me parece una flor elegante y atemporal".
Precisamente, la puesta a punto para la boda transcurrió en la casa que la familia posee en el centro de Sevilla. "Me maquilló y me peinó Amparo Sánchez, que aparte de ser una gran profesional, tengo la suerte de que es íntima amiga y me conoce bien. No suelo maquillarme mucho y logró que fuese muy natural, destacando mis ojos y con una piel sana y bonita".
Cuando María estaba lista, salió al encuentro de Fran. "A la ceremonia religiosa me acompañó mi hermano, que fue mi padrino por la relación tan especial y estrecha que tenemos", explica la novia.
"Ver a Fran emocionado mientras yo iba hacia el altar, creo que es un recuerdo que no olvidaré", empieza contando la abogada sobre la ceremonia. Una ceremonia que ofició "el padre Santi, amigo de la familia de Fran y su cura del colegio desde que era niño. Se preocupó meses antes de conocerme a mí y a los dos como pareja y lo hizo con inmenso cariño. Fue una homilía preciosa".
Con especial cariño recuerda cuando su sobrina de siete años leyó en la iglesia: "Me emocioné muchísimo". Como banda sonora, "la Escolanía de los Palacios cantó en la iglesia y las voces de esos niños son maravillosas e hicieron la ceremonia aún más especial".
Convertidos en marido y mujer, y junto a sus invitados, los recién casados cambiaron de ubicación para aterrizar en la Hacienda La Soledad. Una boda de Navidad, ¿por qué? "Siempre me han parecido muy elegantes las bodas de invierno y a ambos nos encanta la Navidad. Tanto en la familia de Fran como en la mía se viven estas fechas con gran intensidad. Adoro estas fiestas y las preciosas mesas que organiza mi madre cuando nos reunimos toda la familia y así quisimos que fuese en nuestra boda. En Sevilla hace buen tiempo en diciembre y es uno de mis meses favoritos del año. Estas fechas nos aportan felicidad y buenos recuerdos, y nos parecía idílico para ambos que adoramos esta época casarnos una semana antes de Navidad".
Mesas corridas con mantelería vichy, candelabros de plata con velas, muchas rosas rojas, piñas, abetos y centros con granadas y otros frutos, mirases donde mirases, la Navidad estaba presente en la boda de María y Fran.
"De la celebración destacaría la entrega de todos nuestros amigos y familia, la decoración quedó preciosa y tanto el grupo, Son de Cuba, como los DJ, Xite & Co, montaron un fiestón", rememora. Fran y María abrieron el baile con el cantante favorito de él: "Con la canción 'Volviste' de Manuel Carrasco. Teníamos claro que abriríamos el baile con una canción suya".
A modo de resumen, "siempre pensamos que sería un día maravilloso, pero la verdad es que la boda fue como la imaginamos o incluso mejor. Salió todo maravilloso".
No podemos despedirnos de María sin conocer cuál es su consejo para futuras novias: "Que disfruten de cada segundo porque todo pasa demasiado rápido. Desde los preparativos hasta cada minuto del día de la boda. He visto a algunas amigas excesivamente preocupadas por todo, que no han podido disfrutar realmente de su día. Y, por supuesto, confiar en buenos proveedores que te aporten seguridad y te faciliten todo en un día tan importante".
Con la Navidad en el ambiente, las bodas no se paralizan. Una tendencia, la de celebrar un enlace durante el mes de diciembre y con la Navidad como temática en la decoración, que está en alza entre los novios. Tanto que las bodas navideñas no cesan de llegar a la redacción de Vanitatis. Como la de María y Fran. Se casaron el pasado diciembre, el de 2022, pero su boda es tan mágica e inspiradora que merece la pena retroceder en el tiempo para bucear y perdernos por ella.
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